Opinión | Crisis climática

Carol Álvarez

Carol Álvarez

Subdirectora de El Periódico

Un cocodrilo en la playa

  La crisis climática da estos coletazos que ayudan a procesar que las temperaturas récord del mediterráneo no solo suponen la sensación de bañarse en una sopa, y que este abanico de hechos insólitos son mucho más que una historia que recordar de las vacaciones de verano

Dragón azul, el extraño molusco que vuelve a nuestras costas

Dragón azul, el extraño molusco que vuelve a nuestras costas / EPC

El avistamiento de un supuesto cocodrilo en las aguas de L’Hospitalet de l’infant, en Tarragona, obligó a las autoridades hace unos días a cerrar las playas con bandera roja. Poco antes se había rescatado un caimán en el río Besòs. La aparición de dragones azules en las aguas de Canarias tuvo el mismo efecto: la visita del insólito molusco venenoso por estas latitudes, animal exótico a la vez que peligroso, excita la imaginación tanto como pone en evidencia que algo está pasando más allá de la anécdota. El 'cocodrilo' de Vandellòs no era tal, la atenta observación de los Agents Rurals de las imágenes obtenidas por el vigilante de la playa que dio la alerta determinó que lo que había visto era, en realidad, una manta raya de grandes dimensiones. Un animal como los que obligaron a cerrar las playas de Barcelona semanas atrás, también, por primera vez. 

   La crisis climática da estos coletazos que ayudan a procesar que las temperaturas récord del mediterráneo no solo suponen la sensación de bañarse en una sopa, y que este abanico de hechos insólitos y aislados son mucho más que una historia que recordar de las vacaciones de verano. 

   La conciencia climática ya ha arraigado en nuestra sociedad, y así lo demuestran los nuevos hábitos de consumo de los hogares, cada vez más comprometidos en la compra de productos frescos y locales, de kilómetro cero, y preocupados por el exceso de envases y plásticos. Somos seres adaptativos, y las vacaciones las planeamos buscando el fresco, y ahí está el 'boom' de la hostelería en Asturias, que ha batido este año su récord de empleos en una cifra ascendente desde 2019 y que solo el covid y el confinamiento frenó. Nos adaptamos también poniendo más horas el aire acondicionado en casa, pero si no resolvemos la huella que deja su uso, la contaminación del ozono, el calentamiento global seguirá escalando.

Podemos felicitarnos de haber adquirido conciencia de que todo cambia a nuestro alrededor y que hemos de actuar en consecuencia. Pero la verdadera asignatura pendiente es que aceleremos nuestra respuesta, porque la transformación del medio ambiente ha entrado en un ciclo vertiginoso. 

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