Educación en Catalunya

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Instituto preperado para recibir al alumnado este lunes.

Instituto preperado para recibir al alumnado este lunes. / Zowy Voeten

Helena López

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Miles de hogares catalanes recuperan este lunes su rutina con la reapertura de escuelas e institutos. Arranca el curso 2024-2025 sin móviles y con el reto de dejar atrás el mal sabor de boca que dejó el 2023-2024, marcado por los malos resultados del alumnado catalán en PISA, que hicieron correr ríos de tinta, algo que no ayudó precisamente al ánimo de una escuela a la que cada vez se le pide más. Para aliviar en algo esa carga, una de las novedades presentadas el viernes en la rueda de prensa de inicio de curso es un plan de desburocratización, para que los maestros pueden estar por lo que tienen que estar: los niños, en vez de por rellenar infinitos aplicativos.

Mar Hurtado, presidenta de la Associació de Mestres Rosa Sensat, señala que los malos resultados en PISA son solo la punta del iceberg. "Debajo hay un malestar docente por distintas causas, hay pocos recursos para una escuela muy compleja, hay un malestar de las familias, que no comprenden las nuevas metodologías que se aplican, las malinterpretan y no saben qué está pasando, no entienden los cambios en el Departament y nadie se los explica en un lenguaje que comprendan", resume Hurtado, quien pone sobre la mesa otro malestar al que este curso habrá que estar muy atentos. "Existe también un malestar del alumnado; ese es también un dato que nos dio PISA y del que se ha hablado poquísimo", señala la presidenta de Rosa Sensat, quien denuncia que el alumnado está poco escuchado y poco reconocido. Participa poquísimo en las escuelas y, sobre todo, en los institutos", pone sobre la mesa como cuestión a mejorar.

La necesidad de diálogo

A ojos de Hurtado, la solución tiene que pasar por más coordinación entre el profesorado para hacer de las materias ejes transversales. "No podemos tratar las cosas de forma aislada. La lectura es transversal y también lo pueden ser las matemáticas en muchos momentos. Los maestros tenemos que hablar más entre nosotros para explicarnos qué hacemos, no como espacios de terapia, sino como espacios de trabajo", añade.

Los maestros tenemos que hablar más entre nosotros para explicarnos qué hacemos, no como espacios de terapia, sino como espacios de trabajo

Mar Hurtado

— Associació de Mestres Rosa Sensat

Abraham de la Fuente, profesor del instituto Angeleta Ferrer de Barcelona, coincide en la importancia de que los docentes puedan tener más tiempo para trabajar en equipo. "Necesitamos trabajar más ratos con adultos, compartir aulas con otras personas, observarnos… Eso a veces los docentes se lo toman como una fiscalización, pero es un reto, tiene que ser estimulante", prosigue el profesor, quien confía en que este curso se relaje el clima de tensión.

Sobre cómo remontar PISA, De la Fuente considera que "mucha gente ha usado los resultados de las pruebas para confirmar sus sesgos". "Si estás en contra de la educación competencial, dices que PISA confirma que no funciona; los que creían que no se trabajaba de forma suficientemente competencial, con PISA también confirman su sesgo", plantea el profesor de matemáticas, quien admite que es difícil coger fórmulas de otros países, porque aquello que funciona en Alemania quizá no funciona aquí, pero quizá sí puedes tomar algunas ideas y adaptarlas a tu contexto", considera.

El también profesor de matemáticas Sergi Bertran, miembro del colectivo de docentes Clam Educatiu, afronta el nuevo curso con ilusión. "El gran reto que tenemos por delante es la estabilización de los claustros y los proyectos", considera.

Este curso, en el que según datos de la conselleria hay 1.000 profesores nuevos, culmina un proceso de estabilización docente que se ha hecho en tres fases. Primero se hizo el concurso de méritos, al que se presentaron los funcionarios interinos o sustitutos que llevaban más años en las aulas. Tras este proceso, 12.858 docentes pasaron de ser interinos a ser funcionarios de carrera en septiembre del 2023. También en 2023 se hicieron unas oposiciones extraordinarias, con menos temario, que aprobaron 13.393 docentes. Y en 2024 se abrieron otras oposiciones, en este caso ordinarias, por las que accedieron 4.902 docentes.