En la Costa Brava

Paneque admite que una desalinizadora no es la opción "más deseable" pero la considera imprescindible ante el cambio climático

La consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica defiende la instalación de una cuarta planta desalinizadora y asegura que pronto empezarán las negociaciones con Moncloa para incluirla en la lista de actuaciones previstas

La desalinizadora en la Costa Brava satisface a los alcaldes pero enfada a los ecologistas

La consellera Sílvia Paneque visita la desalinizadora de El Prat.

La consellera Sílvia Paneque visita la desalinizadora de El Prat. / MARC ASENSIO

Guillem Costa

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Tanto la futura desalinizadora en el norte de la Costa Brava como la conexión Besòs-Llobregat mediante una tubería para regenerar más agua son aún proyectos con pocas concreciones. Sobre la planta para tratar agua del mar, aún se deben redactar los estudios previos para escoger la ubicación más adecuada. Pero Sílvia Paneque, la consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica ha asegurado que será una infraestructura necesaria, pese a las dudas de ecologistas y agricultores (estos últimos temen que el precio del agua suba).

"Puede que las desalinizadoras no sean la opción más deseable, en contraste con la regeneración de agua, pero en el contexto de cambio climático esta planta es imprescindible", ha defendido Paneque, durante su visita a la desalinizadora de El Prat de Llobregat, la más grande de Europa centrada en el abastecimiento urbano. "Este tipo de plantas han sido clave para evitar situaciones más graves de las que ya hemos vivido, con impactos económicos, sociales y ambientales", ha añadido. En las últimas horas, la plataforma Aigua és Vida ha reclamado que se priorice la regeneración como se prevé en la ciudad de Figueres.

La consellera Paneque, acompañada por el director de la ACA, el alcalde de El Prat y el director de ATL.

Samuel Reyes (director de la ACA), Lluís Mijoler (alcalde de El Prat), Sílvia Paneque (consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica), Carlos Prieto (delegado del Gobierno en Catalunya) y David Vila (director de ATL). / MARC ASENSIO

Sin embargo, la consellera esgrime que para no depender de las lluvias, se requiere esta nueva desalinizadora en el Alt Empordà. El primer paso para que sea una realidad será obtener financiación. Paneque ha anunciado que pronto se reunirá con los responsables del Ministerio para la Transición Ecológica para que esta infraestructura se incluya en la programación estatal. A día de hoy, tan solo están recogidas la desalinizadora Tordera II y la del Foix, entre Cubelles y Cunit.

En paralelo, se trabajará en los análisis que tendrán que determinar la mejor ubicación, seguramente por debajo del Cap de Creus (en Roses, Empuriabrava, Sant Pere Pescador u otra población cercana). "Aún no disponemos de un estudio acotado, pero tanto el Consorci d'Aigües Costa Brava Girona como el Observatorio Intercolegial del Agua [del que forman parte los colegios de ingenieros y economistas] proponen esta desalinizadora para resolver los problemas de escasez de la cuenca del río Muga", ha afirmado Paneque.

¿Tubería temporal?

El objetivo del Govern es que en 2027 el 70% del agua que se suministre no esté ligada a las lluvias. Y para lograrlo, además de las desalinizadoras, el ejecutivo de ha comprometio a acortar plazos de algunas inversiones ya previstas. Uno de los pilares del modelo dibujado será la regeneración. "Debemos girar 180 grados los emisarios de las depuradoras que envían el agua al mar para que la devuelvan al medio natural en forma de agua regenerada y así se pueda potabilizar", ha señalado Paneque.

El horizonte para desarrollar este engranaje de agua regenerada en el río Besòs se sitúa más allá de 2030, en concreto, en 2033. Pero mientras no se ponga en marcha, se construirá una tubería para trasladar aguas residuales de la zona del Besòs hasta la depuradora de El Prat de Llobregat. En estos momentos, según aseguran a EL PERIÓDICO fuentes conocedoras del proyecto, hay tres recorridos posibles para esta cañería, que tardaría un año en construirse. Todavía se debe decidir cuál de ellos será el definitivo.

Y otra pregunta en el aire: ¿cuándo se bombee agua regenerada en el cauce del río Besòs, dejará de funcionar esta conexión? De momento, no hay una respuesta firme, pero es una posibilidad. A lo largo de las próximas semanas, se presentarán los entresijos de esta novedad que debe permitir que se potabilice más agua regenerada antes de llegar al año 2033. "Este calendario nos parecía excesivo, por esta razón hemos buscado una alternativa para no tener que esperar tanto", ha explicado Paneque.

La sequía persiste

Tanto para las futuras desalinizadoras como para este método que facilitará la producción de agua potable, la consellera confía en la tradición industrial y tecnológica de Catalunya: "No tenemos nada que envidiar a otras zonas del mundo que han conseguido culminar esta transición hídrica y tener el agua asegurada". Paneque ha recordado que el cambio estructural causado por la crisis climática se mantendrá. "Las lluvias de verano no nos pueden llevar a perder de vista la situación", ha advertido, en referencia a la situación de los embalses. Llueva o no en otoño, el Govern ve como una prioridad la resiliencia hídrica.

Y en esta hoja de ruta, las desalinizadoras tendrán un papel clave: "Son absolutamente necesarias en un contexto de pérdida de pluviometría que no es puntual". La consellera también ha contado que se seguirá apostando por la gestión forestal pensada desde un punto de vista de las reservas en los pantanos. Es decir, se talarán árboles de forma puntual en las cabeceras de los ríos para disponer de más agua en los embalses.