Las sequías obligan a avanzar hacia el consumo directo de agua regenerada

El agua regenerada es agua residual, procedente de la red de alcantarillado, saneada con un tratamiento extra. Pero antes de que esta agua sea apta para el consumo, se mezcla con el caudal del Llobregat. Una vez se ha diluido, fluyendo por un tramo del río, se capta en la estación de Sant Joan Despí, donde se potabiliza.

Sin embargo, cada vez está más cerca la posibilidad de beber esta agua de forma directa. Es decir, sin paso previo por el río. "En otros lugares del mundo, como en Sudáfrica y California, ya está permitido, mientras que en Australia se están realizando pruebas", explica Antoni Munné, jefe del departamento de control y calidad del agua de la ACA (Agència Catalana de l'Aigua). "Aquí, tarde o temprano, también lo veremos, en menos de 10 años", asegura.

Astronautas

Para que esto suceda, las directivas europeas tendrán que cambiar. Hoy por hoy, el suministro de agua residual tratada no está permitido. Pero las sequías crónicas, cada día más presentes en Europa, y no solo en los países más meridionales, obligan a buscar alternativas. El agua regenerada es una de ellas: "De momento, la ley sobre saneamiento urbano habla de aplicar tratamientos avanzados, pero en los próximos años, casi todas las depuradoras los incluirán".

El 30% del agua que se consume en Catalunya ya es regenerada o desalinizada

En Figueres ya se está trabajando para replicar el modelo del Llobregat, que también llegará al Besòs cuando se construyan nuevas potabilizadoras en la zona y los procesos de las depuradoras existentes se perfeccionen. Pero el uso generalizado del agua regenerada, si la directiva europea se modifica y se permite su uso directo, se podría acelerar en poco tiempo. Lo que se haría es sanear el agua residual a través de varios procesos y luego potabilizarla para suministrarla a las ciudades. En la estación espacial MIR, por ejemplo, ya regeneran agua residual para que los astronautas la consuman.

Un solo tóxico

En septiembre, técnicos de la agencia visitarán California para intercambiar conocimiento. Se preparan por si en los próximos años se debe desarrollar este sistema (sin dilución en el río). También detallarán a los norteamericanos cómo se ideó el modelo barcelonés de agua regenerada liderado por la ACA y Aigües de Barcelona, un caso único en España.

"Nuestro método está creando escuela, por este motivo vamos a Estados Unidos a contarlo", dice Munné. Pero no todo es ciencia y tecnología: "Además de la capacidad técnica de innovación, están el aspecto social y la gestión del riesgo, y en estos ámbitos hemos acertado". Munné avisa de que es importante sensibilizar a la gente para que nadie tenga miedo de consumir agua del grifo, sabiendo que es agua residual saneada y potabilizada.

Garantizar la seguridad

"Cuando empezamos a diseñar el modelo, debíamos garantizar la seguridad del recurso y lo hicimos con un proceso muy minucioso", sostiene el técnico de la ACA. Se realizó un escrutinio pormenorizado de todos los elementos que podían aparecer en el agua: fármacos, raticidas, sustancias tóxicas...

En total, se enumeraron 1.000 compuestos. De estos, solo 300 podían aparecer, pero en una concentración no preocupante. Finalmente, se detectaban unos 100 compuestos, pero solo uno de estos se acercaba al límite de riesgo. "Hablamos con las industrias que vertían esta sustancia y modificamos la autorización para que abocaran menos cantidad", recuerda Munné. De esta forma, se logró producir agua regenerada segura.

En Figueres, se está aplicando una nueva tecnología a la hora de analizar la calidad. "La inteligencia artificial lo acelera todo, con una muestra de agua, podrás saber qué hay exactamente y si existe algún peligro", pronostica Munné.

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