El Govern acelera el agua regenerada y construirá una cuarta gran desalinizadora en la Costa Brava

El Govern encargará la construcción de una nueva desalinizadora fija en el norte de la Costa Brava. Además, también se acelerará la producción de agua regenerada. Mientras no se construyen las futuras potabilizadoras en el ámbito del Besòs, se trasladará el agua residual depurada de esta zona hacia el río Llobregat para regenerarla y suministrarla.

Estas son las dos grandes novedades en materia de gestión del agua presentadas por el ejecutivo de Salvador Illa, que se propone lograr que el 70% del agua producida no dependa de los pantanos en 2027. A día de hoy, esta autonomía respecto a los ríos y las precipitaciones se sitúa al 30%.

"Se trata de un nuevo camino ambicioso para garantizar el recurso ante un escenario de menos lluvias que prevén todos los estudios científicos", ha explicado la consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica y portavoz del Govern, Sílvia Paneque.

El calendario para las desalinizadoras de Blanes y Cunit se mantiene y estarán en 2029

En total, para disponer de más agua se invertirán 2.300 millones de euros, de los cuales 1.300 ya estaban previstos. Paneque ha anunciado que en septiembre se firmará el convenio con el Ministerio para la Transición Ecológica para la desalinizadora de la desembocadura del Tordera, en Blanes. El calendario para esta infraestructura y para la planta del Foix (Cubelles-Cunit) se mantiene y el horizonte es 2029.

Cuatro plantas

Sobre la desalinizadora flotante del puerto de Barcelona, una medida prevista por el anterior Govern de Esquerra Republicana, el ejecutivo todavía no ha tomado una decisión. "Primero, nos hemos centrado en las medidas estructurales, no en las de emergencia", ha precisado la consellera.

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El plan contempla la desalinizadora de El Prat de Llobregat, ya en funcionamiento, la de Blanes, la de Cubelles y una cuarta estación de tratamiento de agua salada en el norte de la Costa Brava. Aún se deben encargar los estudios para decidir dónde se instalará, pero esta infraestructura servirá para dar oxígeno a la cuenca de la Muga. De hecho, ya hacía semanas que se estudiaba una solución fija para resolver los problemas de abastecimiento del Alt Empordà, donde también se mantienen las desalinizadoras portátiles como fórmula temporal.

El grifo del Besòs

En paralelo a la desalinización, el Besòs es la gran columna vertebral que garantizará la producción de agua potable en un futuro. Paneque ha afirmado que se construirán las dos nuevas potabilizadoras (una en Montcada y la otra en el Bon Pastor) anunciadas meses atrás. Estas dos plantas, que convivirán con la de Trinitat, gestionada por Aigües de Barcelona, estarán explotadas por ATL.

No obstante, para acelerar el agua regenerada en el ámbito de este río metropolitano mientras no se ultiman estas dos infraestructuras (no estarán listas antes de 2030), se construirá una tubería que trasladará agua residual tratada del Besòs hacia el Llobregat para mezclarla con el río y captarla en Sant Joan Despí. Así, se podrá abastecer a Barcelona con agua residual del Besòs, pero regenerada y potabilizada en el Llobregat. "Una gran cantidad de agua prepotable termina en el mar, hemos de bombearla río arriba para aprovecharla", sostiene Paneque.

Otra acción será acelerar las mejoras de la potabilizadora del Ter (en Cardedeu), la de Abrera y la de Sant Joan Despí (estas dos sanean agua del Llobregat). En resumen, el Govern Illa recoge el guante de la planificación hídrica de su antecesor, pero agiliza algunas de las medidas y propone dos novedades: la desalinizadora del Alt Empordà y este modelo de regeneración que conectará el Besòs con el Llobregat.

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Paneque también ha comunicado que su Departament se centrará en encontrar respuestas al problema de las aguas residuales cuando llueve abundantemente. De forma habitual, el agua de la red de alcantarillado contamina el medio natural. Por este motivo se mejorarán las depuradoras para evitar que esto suceda.

¿Agua del Ebro?

Preguntada por la posible interconexión para trasladar agua del Ebro a Barcelona de forma puntual, en caso de emergencia, la consellera portavoz ha señalado que el Consell Executiu no ha debatido aún sobre esta cuestión, al ser una respuesta a la emergencia, pero no la ha descartado. Las decisiones sobre esta hipotética infraestructura y la desalinizadora flotante de Barcelona quedan para más adelante. Paneque ha recordado que, pese a no estar en emergencia, la sequía no ha terminado.