Amenaza para el río Besòs

Contrarreloj para retirar el vertido tóxico de Polinyà acumulado en la depuradora de La Llagosta

Los responsables de la planta advierten de que un episodio de lluvias abundantes o un nuevo vertido serían "desastrosos" porque no se podrían retener

Al menos 30 industrias de la cuenca del Besòs llevan años sin superar las inspecciones ambientales

Besòs y depuradora de La Llagosta, que sigue sin funcionar a pleno rendimiento tras el vertido tóxico del sábado

Besòs y depuradora de La Llagosta, que sigue sin funcionar a pleno rendimiento tras el vertido tóxico del sábado / MANU MITRU

Guillem Costa

Guillem Costa

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los problemas causados por el vertido tóxico originado por un incendio en una industria de Polinyà y que afectó al río Besòs durante el último fin de semana continúan. La depuradora de La Llagosta trabaja para recuperar su funcionamiento normal. La calidad del agua que se aboca al río es cada día mejor pero aún no se han alcanzado los niveles de antes del accidente.

En concreto, los responsable de la planta se dedican a inyectar nuevas bacterias procedentes de la depuradora de Montornès del Vallès. Estas bacterias son las encargadas de realizar el tratamiento biológico secundario y parte de ellas murieron tras el vertido. Pere Aguiló, director de operaciones del Consorci Besòs-Tordera, informa de que en los próximos días la estación de saneamiento habrá recobrado su ritmo habitual.

El problema es que 9.000 m3 de líquido corrosivo siguen almacenados en uno de los depósitos de retención de la depuradora de La Llagosta. Cuando se avisó del incidente, los jefes de la depuradora enviaron toda el agua residual contaminada a este tanque para intentar retenerla y evitar un mal peor, hasta que quedó lleno y el vertido dañó la depuradora y entró en el cauce del río. Ahora, el siguiente reto es vaciar este depósito cuanto antes.

Tanque bloqueado

"Tenerlo lleno es un problema, porque en caso de que haya un nuevo vertido tóxico o de que lleguen lluvias abundantes, las aguas residuales no se podrían enviar a este tanque y por lo tanto podrían dañar el medio ambiente", avisa Aguiló.

Pere Aguiló muestra el depósito de la depuradora de La Llagosta donde se acumula parte del vertido tóxico

Pere Aguiló muestra un depósito de la depuradora de La Llagosta. / MANU MITRU

Cuando hay un episodio de lluvias importante, como las redes de aguas pluviales y residuales no están separadas, las grandes cantidades de agua llegan a las depuradoras y no hay margen para tratarlas. Este problema sucede en muchos puntos de Catalunya y pone en jaque el buen estado del agua de las playas y los ríos. Cuando esto ocurre, se usan depósitos como el que continúa bloqueado en La Llagosta, al estar lleno de líquido corrosivo procedente de los polígonos de Polinyà, donde se declaró el incendio el pasado viernes.

¿Y quién se tiene que encargar del vaciado del depósito? La empresa Barnastock, la industria de la que procede el vertido contaminante. "Le hemos exigido que retire las sustancias corrosivas antes del 5 de agosto", detalla Aguiló. En estos momentos, el consorcio está negociando con los responsables de la compañía y la aseguradora para que se proceda a la eliminación de este vertido cuanto antes.

Las prisas se explican por el riesgo que supone para una depuradora como la de La Llagosta tener un depósito de tanta capacidad lleno de residuos químicos peligrosos. El Consorci Besòs-Tordera pretende resolverlo lo antes posible para liberar este tanque de emergencia. En paralelo, la ACA (Agència Catalana de l'Aigua) está pendiente de recibir los análisis exactos por parte de la empresa para conocer qué productos causaron el vertido.

Suscríbete para seguir leyendo