Incendio en Polinyà

La fiscalía abre investigación por el vertido tóxico en el Besòs que mató a más de 1.000 peces

La Agència Catalana de l'Aigua está pendiente de los análisis de laboratorio para saber qué sustancias contaminaron el agua y calibrar el alcance del accidente

El caso de Polinyà evidencia la necesidad de reducir el riesgo de vertido tóxico en el Besòs

Imagen del río Besòs tras el vertido.

Imagen del río Besòs tras el vertido. / El Periódico

Guillem Costa
J. G. Albalat
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La fiscalía de medio ambiente de Barcelona ha abierto diligencias tras el vertido tóxico en el río Besòs que causó la muerte de más de 1.000 ejemplares de peces. Según ha podido saber EL PERIÓDICO, el fiscal investiga de oficio este desastre ecológico, muy similar al de 2019, originado en un polígono de Montornès del Vallès. Todo empezó con un incendio en un polígono de la empresa Barnastock, especializada en la gestión de residuos industriales, en Polinyà (Vallès Occidental).

Tras las tareas de extinción, varios productos corrosivos llegaron a la red de alcantarillado y luego a la depuradora de La Llagosta, que no pudo retener todo el vertido contaminante. El episodio obligó a cerrar los accesos al parque fluvial del Besòs y a la playa del Fòrum, cercana a la desembocadura del río. De momento, la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) está analizando los resultados de los análisis, para saber con exactitud qué productos perjudicaron la calidad del agua del Besòs. La compañía, por su parte, aún no ha informado a los responsables de la depuradora de cuáles son los tóxicos que llegaron a la planta a través de los conductos de aguas residuales.

Denuncia ecologista

Pese a la falta de datos, la fiscalía ha optado por actuar de oficio e investigar el caso. A las pesquisas del fiscal, se añadirá al menos una denuncia que entidades como Ecologistas en Acción ya han decidido presentar. "Estemos recogiendo datos para presentar una denuncia ante la fiscalía", explica José Hurtado, responsable del área jurídica de la plataforma.

Hurtado critica no solo los casos como el de 2019 y el actual, más mediáticos por la gran mortandad de peces, sino también los pequeños incidentes que sufre la cuenca del Besòs: "Durante los últimos años, se han vivido vertidos menores, que también afectan a la calidad de este río". Tanto Ecologistas en Acción como la asociación Aigua és Vida exigen a compañías con plantas en el Besòs y a la Generalitat a tomar medidas preventivas para frenar casos como este,

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