Crisis hídrica

Las restricciones por sequía en Catalunya han permitido ahorrar toda el agua que cabe en el pantano de Sau

Según la ACA, sin límites al consumo ni medidas como la regeneración y la desalinización, las cuencas internas habrían estado casi 300 días con los embalses vacíos

El Govern advierte de que la sequía no ha terminado: "Si no llueve, la emergencia volverá en 2025"

Estación regeneradora de El Prat de Llobregat.

Estación regeneradora de El Prat de Llobregat. / Joan Cortadellas

Guillem Costa

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Pese a que la situación no se ha normalizado del todo, Catalunya ya no vive los peores momentos de esta sequía. Todavía no se puede cantar victoria, porque todo dependerá de si llueve lo suficiente en otoño, pero las restricciones más severas han quedado atrás. ¿Pero fueron realmente eficaces estas medidas que limitaron el consumo de agua de industrias, agricultores y ayuntamientos? ¿Fue útil la polémica decisión de saltarse los caudales ecológicos mínimos de los ríos y así mantener más agua en los embalses?

En las próximas semanas se dará un paso adelante para hacer realidad la regeneración de agua en el Besòs

Los responsables de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) esgrimen que sí y lo sostienen con datos. El coto a los regantes permitió ahorrar 52,2 hectómetros cúbicos. El tope a los usos urbanos, con las controvertidas sanciones a los ayuntamientos, sirvieron para dejar de consumir unos 13,5 hectómetros cúbicos. Y por último, la medida que más agua permitió economizar fue precisamente la flexibilización de los caudales ambientales, que establecen el mínimo de agua que debe circular por los ríos con el objetivo de preservar los ecosistemas fluviales. Esta resolución, en su día, indignó a colectivos ecologistas, que llevaron ante la fiscalía al director de la ACA, Samuel Reyes. La investigación acabó archivada. "Esta medida permitió salvar 95,1 hectómetros cúbicos", defiende ahora Reyes, quien considera que los problemas para el medio ambiente no fueron graves.

En total, si se suman estas tres medidas, se obtienen 161 hectómetros cúbicos, una cantidad que se acerca al total de agua que cabe en el pantano de Sau. A las restricciones, es decir, al control de la demanda, se debe agregar el aumento de la oferta de agua. Durante los episodios más preocupantes de esta crisis hídrica, las desalinizadoras trabajaron al máximo (de hecho lo siguen haciendo hoy). Además, también batió récords el total de agua regenerada producido por la planta de El Prat de Llobregat y bombeada hacia Sant Joan Despí para mezclarse con el río y luego potabilizarse.

El coto a los regantes, el tope a los usos urbanos y la flexibilización de los caudales han permitido ahorrar 161 hectómetros cúbicos

Estos dos recursos no habituales y que han llegado a cientos de miles de hogares se usaron para reservar casi 229 hectómetros cúbicos de agua en los embalses. La intención del Govern es seguir tirando del agua regenerada y desalinizada, aun con el incremento de agua almacenada en los embalses tras las precipitaciones.

Plantas públicas

Reyes ha defendido la aplicación del Plan Especial de Sequía de la Generalitat: "Es un documento quirúrgico que sirve para tomar medidas concretas que perjudiquen al mínimo de gente posible". Los próximos pasos, que tanto la ACA como la empresa pública ATL (el ente de abastecimiento de agua Ter Llobregat) ya han empezado a dar, consisten en sentar las bases para disponer de infraestructuras que ofrezcan más resiliencia ante futuras sequías o en caso de que la actual se tuerza de nuevo.

De todas las inversiones que debe acometer la Generalitat a través de estos dos órganos (ACA y ATL) y que EL PERIÓDICO adelantó hace unos días, destaca el impulso para redoblar la potabilización de agua en el Besòs. La idea, que genera consenso entre los partidos políticos mayoritarios y también entre varias entidades en defensa de una buena gestión del agua, es que este río metropolitano se convierta definitivamente en el segundo grifo de Barcelona.

Para lograrlo, se han construido ya seis pozos cerca del Besòs para preparar la futura captación de las dos nuevas potabilizadoras previstas. El dinero para estas plantas, que serán públicas y gestionará la ACA o ATL, aún no está asegurado. Pero fuentes de la agencia señalan que se está trabajando en ello. En septiembre, se podría licitar el proyecto para la potabilizadora de Montcada (que costará 60 millones de euros).

La del Bon Pastor, que ascenderá a los 130 millones de euros, tardará más tiempo. Estas dos estaciones tratarán agua del acuífero del Besòs y coexistirán con la potabilizadora de Trinitat, gestionada por Aigües de Barcelona, que ya realiza este proceso desde hace años.

El colofón llegará cuando la potabilización se combine con la regeneración de agua que se tendrá que realizar en la depuradora de Sant Adrià de Besòs, comandada por el AMB (Área Metropolitana de Barcelona y Aigües de Barcelona). En las próximas semanas, se darán los primeros pasos para que este proceso pionero y exitoso en el Llobregat se replique en el Besòs en 2030.

Incógnita turística

Durante los últimos meses, la ACA ha conseguido estabilizar su remanente, es decir, la hucha de dinero que se había acumulado en sus arcas y que no estaba destinado a ninguna inversión en concreto. Una gran parte de este monto irá destinada a las subvenciones para que los ayuntamientos reparen sus redes de distribución de agua. La receta se basa en mezclar soluciones distintas: potenciar la regeneración, tratar agua del Besòs, desalinizar más (las futuras plantas dependen del Ministerio para la Transición Ecológica) y también lograr que las tuberías de Catalunya sean eficientes y apenas tengan fugas.

El turismo gasta uno de cada cuatro litros de agua en Baleares, según la UIB

El turismo gasta uno de cada cuatro litros de agua en Baleares, según la UIB / El Periódico

De momento, los límites de consumo para los municipios que están en fase de excepcionalidad siguen vigentes. La ACA, en los últimos tres meses, ha expedido 111 expedientes sancionadores, aunque el importe de las multas son menores (muchas de ellos alrededor de los 1.000 euros). El tope al consumo turístico, para las localidades que consumen más de lo permitido y que están en emergencia o excepcionalidad, también sigue activado.

Reyes destaca que el turismo gasta aproximadamente unos 70 hectómetros cúbicos de agua al año en Catalunya. Aun así, la ACA admite que estos datos son inexactos. Durante la Taula Nacional de l'Aigua se debía trabajar para conocer al detalle el gasto de agua por sectores. Sin embargo, muchos ayuntamientos no han enviado sus cifras y hoy por hoy, sigue siendo imposible saber con exactitud cuál es el consumo del turismo o de otras actividades económicas.

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