La nueva legislatura

Rull certifica que no hay candidato a la investidura y activará la cuenta atrás con un pleno el 26 de junio

Junts descarta que Puigdemont se presente aún a la investidura y deja en el aire su regreso

Illa no se presentará a la investidura hasta que logre el pacto con ERC y Comuns

El nuevo presidente del Parlament, Josep Rull, sentándose por primera vez su puesto de honor

El nuevo presidente del Parlament, Josep Rull, sentándose por primera vez su puesto de honor / ZOWY VOETEN

Gisela Boada
Carlota Camps
Sara González
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La semana que viene no habrá ningún debate de investidura. Así lo ha certificado este miércoles el presidente del Parlament, Josep Rull, tras finalizar la ronda de contactos con los grupos parlamentarios que debía servir para decidir qué candidato subiría al atril en esta primera investidura. La negativa por parte de Salvador Illa (PSC) y Carles Puigdemont (Junts) de postularse voluntariamente a esta primera votación, como ya habían apuntado los días previos, obligará a Rull a firmar una resolución para certificar la ausencia de candidato en este primer intento y activar el reloj de la repetición electoral. Es lo que se conoce como un acto equivalente a una investidura fallida, que ya se usó con la inhabilitación de Quim Torra, y que se escenificará en un pleno el próximo 26 de junio.

De ahora en adelante, los partidos tienen un máximo de dos meses para negociar y tratar de amarrar los apoyos necesarios para superar una investidura, con una fecha límite ya marcada en el calendario: el lunes 26 de agosto. Llegados a esa fecha, si no se ha proclamado un nuevo president, Pere Aragonés, que asume la presidencia en funciones, deberá convocar automáticamente nuevas elecciones. Estas se celebrarían 47 días después, concretamente, el domingo 13 de octubre.

Pero pese a no haber dado el paso en esta primera ocasión, tanto Illa como Puigdemont han expresado su voluntad de postularse más adelante. Y así también lo ha certificado el propio Rull en una comparecencia pública una vez acabada la ronda de contactos con los grupos, en la que se ha mostrado "convencido" de que durante el transcurso de los próximos dos meses habrá "capacidad de construir consensos, puentes y diálogo", para hacer posible que haya un debate de investidura.

El optimismo de Illa

También Illa ha querido trasladar optimismo y se ha mostrado convencido de que llegará a un pacto con ERC y Comuns que le permitirá llegar a la presidencia de la Generalitat, a pesar de la distancia evidente que de momento existe con los republicanos y que se ha podido constatar en las primeras reuniones con las discrepancias sobre el modelo de financiación encima de la mesa. Pero hasta que este acuerdo no llegue, Illa asegura que no quiere "hacer perder el tiempo". "Cuando tenga amarrada la mayoría progresista, lo comunicaré al presidente del Parlament para que tome la decisión oportuna", ha asegurado tras la reunión preceptiva, que se ha alargado unos 40 minutos.

Términos similares a los que ha usado Albert Batet, el líder parlamentario de Junts. "Tenemos la intención de ir a la investidura, pero no ahora", ha afirmado el posconvergente tras pasar por el despacho de Rull y comunicar también que Puigdemont quiere postularse, pero que no lo hará hasta que no tenga los apoyos suficientes para superar el debate. A la práctica, esto significa tener el 'sí' al menos de ERC y la abstención del PSC, una opción que los socialistas descartan tajantemente.

Pero que Puigdemont no se presente aún a la investidura, y que tampoco lo haga Illa, tienen otra derivada, y es que queda en el aire el regreso del expresident a Catalunya. Puigdemont se comprometió a asistir presencialmente al primer debate de investidura en el Parlament, independiente de quién fuera el candidato, pero al no haber ninguno que dé el paso por el momento, su regreso queda ahora en el aire.

La negativa de Illa y Puigdemont a someterse al debate ha recibido la reprimenda de ERC, que considera que negociar "no es excusa para esconderse". Así, con el objetivo de tratar de desgastar a socialistas y a posconvergentes, la portavoz del partido en el Parlament, Marta Vilalta, ha recordado que hace tres años el entonces candidato de ERC a la investidura, Pere Aragonès, se expuso sin tener tampoco los votos suficientes. Según la republicana, someterse al debate es un ejercicio de "trasparencia" y no hacerlo es una "falta de respeto hacia la ciudadanía", al mismo tiempo que ha pedido a Illa que, como mínimo, se tome "en serio" las negociaciones.

¿Elecciones: el 13 de octubre?

De momento, el 25 de junio, que era el día inicialmente previsto para celebrarse el pleno de investidura, el presidente de la Cámara convocará la junta de portavoces de los grupos parlamentarios, quienes tienen hasta este mismo jueves para inscribirse en el Parlament. Por este motivo, ha apuntado Rull, el pleno donde comunicará al conjunto del hemiciclo la resolución para empezar la cuenta atrás de la repetición electoral sin candidato será el día 26. Esto, además, garantiza que, de haber nuevas elecciones, estas serían el domingo 13 de octubre, y no el sábado 12, Día de la Hispanidad, que es cuando se hubieran celebrado de haberse iniciado el cómputo del tiempo el día 25 de junio.

Esta situación aboca a un escenario de negociaciones en pleno periodo de vacaciones estivales, por lo que fuentes del Parlament apuntan que se baraja la posibilidad de llegar a un pacto tácito con los grupos parlamentarios para garantizar un "paréntesis" entre el 8 y el 18 de agosto, una semana antes de agotarse el plazo para la convocatoria de nuevas elecciones. De hecho, entre el 1 y el 15 del mismo mes se consideran días inhábiles en la Cámara, por lo que debería consensuarse antes si se quisiera celebrar un pleno durante estas fechas.