Negociaciones para la investidura

Los 5 nudos que tiene que deshacer Salvador Illa para pactar con ERC y los Comuns

¿Cuándo será el debate de investidura en Catalunya? ¿Habrá repetición de elecciones? Calendario y fechas clave

El fiscal general del Estado ordena amnistiar a Puigdemont y Junqueras por la malversación del 1-O

El posible pacto en Barcelona aviva la tensión en ERC sobre la investidura de Salvador Illa

El líder del PSC, Salvador Illa, en el Parlament

El líder del PSC, Salvador Illa, en el Parlament / ZOWY VOETEN

Quim Bertomeu
Sara González
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Salvador Illa y Carles Puigdemont tienen hasta el miércoles por la noche para deshojar la margarita y decidir si se presentan o no al pleno de investidura del 25 de junio. ERC tiene la llave del pacto y, por ahora, alega que no hay tiempo material para entregarla a nadie. Sin embargo, el presidenciable del PSC no se achica y se dispone, utilizando como palanca las concesiones que pueda hacer Pedro Sánchez desde la Moncloa y con el margen hasta finales de agosto, a intentar un acuerdo con los republicanos y los Comuns que sumaría mayoría absoluta. Para lograrlo hay muchos nudos, y no pequeños, de por medio que los socialistas deben deshacer, especialmente los que tienen que ver con la financiación y el referéndum.

Financiación 'singular'

Financiación 'singular'

ERC ha puesto como condición 'sine qua non' para investir a Illa que se comprometa a una "financiación singular" para Catalunya, una suerte de concierto económico como el vasco. Un sistema por el que Catalunya recaude y gestione "todos los impuestos" que se pagan en la comunidad. El PSC está dispuesto a hablar de financiación con el vistobueno de Pedro Sánchez, aunque hasta ahora ha rechazado un modelo que suponga la salida del régimen común como el que plantea Esquerra. La propuesta de Illa se enmarca dentro del Estatut vigente: consorcio tributario gestionado a medias entre la Generalitat y el Estado que pueda recaudar todos los impuestos y principio de ordinalidad, además de la condonación de la deuda ya pactada entre el PSOE y ERC. Así, todas las partes comparten que hay que mejorar la financiación catalana, la cuestión es si sabrán encontrar un término medio que satisfaga a todos.

El muro ante el referéndum

El muro ante el referéndum

La segunda condición que fijó ERC para desencallar la investidura es el referéndum. Los republicanos no plantean tanto que el PSC asuma la celebración de la votación con las condiciones exactas -fecha, pregunta y quórum-, pero sí exigen que se reanude la mesa de diálogo con esta discusión encima de la Mesa. Lo que busca ERC es que, pese a perder la Generalitat, se mantenga el instrumento de negociación que se fundó en su día para abordar el conflicto político. El margen para entenderse en esta cuestión debería ser más amplio. El PSC siempre se ha mostrado en contra del referéndum, pero no de la mesa de negociación. Además, Esquerra esgrime que sigue teniendo en vigor unos acuerdos con el PSOE -los de la investidura de Pedro Sánchez- que daban una nueva oportunidad al diálogo.

Los antagonismos ante los macroproyectos

Los antagonismos ante los macroproyectos

Pese a que los Comuns son el flanco fácil del pacto, hay escollos importantes por salvar con el grupo de Jéssica Albiach, que mantiene el veto al Hard Rock y a proyectos como la ampliación del aeropuerto de El Prat, considerada clave para Salvador Illa. Por el macrocasino no se aprobaron los presupuestos de 2024 -por lo menos ese fue el argumento esgrimido públicamente- que hicieron saltar por los aires la anterior legislatura. Pero el Hard Rock sigue ahí, el PSC lo defiende a capa y espada, y los Comuns mantienen el pulso para que desaparezca del mapa. La pista de aterrizaje, que ERC avalaría, podría ser una subida de impuestos a los casinos que pudiera desincentivar a los inversores.

El temor de ERC al acuerdo con el PSC

El temor de ERC al acuerdo con el PSC

Si ERC se decide a convertir en presidente a Illa, no sería la primera vez que vota a un presidente socialista. Hay dos precedentes en el Parlament (Pasqual Maragall y José Montilla) y dos en el Congreso (José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez). Sin embargo, no es una decisión fácil de tomar. Los republicanos temen que el desgaste como organización sea inasumible. En primer lugar, porque Junts aproveche para lanzar una campaña para intentar captar al electorado republicano más soberanista descontento con el pacto. En segundo lugar, porque la ERC de Oriol Junqueras y Marta Rovira siempre aspiró a destronar al PSC y convertirse en el partido hegemónico de izquierdas en Catalunya. Esta estrategia sería incompatible con facilitar la presidencia a Illa. Como la decisión es difícil de tomar, la última palabra la tendrá la militancia, que decidirá si inviste a Illa o no a través de una consulta interna.

Las rencillas entre ERC y Comuns

Las rencillas entre ERC y Comuns

No solo hay desconfianzas entre el PSC y ERC. Los republicanos tienen también muchas rencillas con el partido de Ada Colau. Las relaciones se envenenaron especialmente cuando los Comuns maniobraron en 2019 para arrebatarle la alcaldía de Barcelona a Ernest Maragall de la mano del PSC y de Manuel Valls. La torna llegó en otoño de 2021: Junts rompió el Govern y Albiach se ofreció para entrar, pero Pere Aragonès le dio un portazo. Lejos de apaciguarse las relaciones, los Comuns repitieron la jugada con la alcaldía de Jaume Collboni y los votos del PP para impedir un gobierno municipal de Xavier Trias y los republicanos. Y, a su vez, ERC ha acabado tejiendo un acuerdo con el PSC en Barcelona que excluye a Colau, cuyo partido en el Parlament tumbó los presupuestos que hizo implosionar el Govern de Aragonès.

Suscríbete para seguir leyendo