Estreno en BCN

La Zaranda regresa al Romea con el quijotesco 'Manual para armar un sueño'

La respetada compañía recurre a personajes clásicos y a historias personales para crear una ficción muy real sobre la vida y el mundo del teatro

¿Ha cambiado el perfil del público teatral?

Un momento de 'Manual para armar un sueño', de La Zaranda.

Un momento de 'Manual para armar un sueño', de La Zaranda. / Raúl Sánchez

Marta Cervera

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A lo largo de los últimos 45 años la respetada compañía teatral La Zaranda. Teatro inestable de ninguna parte ha dejado claro su elevado compromiso con el arte teatral. Sus espectáculos, que han girado por numerosos países y han recalado en los últimos años en el Teatre Romea, donde a partir de este miércoles y hasta el 16 de junio presenta su último espectáculo: 'Manual para armar un sueño'.

Se trata de una coproducción de Teatro La Zaranda, el Teatro Español de Madrid, el Teatre Romea de Barcelona y el Teatro de Rojas de Toledo. Desde hace mucho tiempo esta compañía de origen andaluz ha dejado de tener su sede burocrática en su comunidad. En los últimos años ha contado principalmente con el apoyo de las salas donde actúa regularmente, aquellas donde el público aprecia su teatro.

Para Eusebio Calonge, autor de un texto, su última obra muestra "el viaje tras un sueño que nunca se alcanza" como el del Quijote. Este personaje de Cervantes y el de Segismundo de Calderón les ayudan a explicar su visión del teatro como metáfora de la vida explicada con una buena dosis de corrosivo humor. "Soy un pesimista con fe en el futuro", confiesa.

Teatro y vida

Paco de la Zaranda es el director y actor de la obra que también interpretan Gaspar Campuzano y Enrique Bustos. Algunos superan los 70 años, pero su pasión por el teatro y su experiencia contribuyen a dar profundidad a una obra donde unos actores repasan su carrera, un camino plagado de puertas y tentaciones, de buenas y de malas decisiones, como las que toma todo ser humano a lo largo de su existencia.

La obra es una metáfora de la vida a través del teatro. "En el arte la búsqueda lo es todo. En esta obra nos aproximamos a los mitos de la literatura dramática, pero no hacemos arqueología porque queríamos esos mitos vivitos y coleando, sin olor a naftalina, ni grandilocuencia o impostación de voz. No los tratamos con solemnidad sino que los adaptamos a nuestra propia situación, la de un mundo donde el ser humano está perdido, donde el actor debe enfrentarse a la tampa de la fama". Y añade: "Ahora que ya estamos de salida queríamos mostrar a los jóvenes cuáles han sido nuestros propios errores: la vanidad, la envidia o caer en esos falsos mecenas que son los bancos".

"En esta obra nos aproximamos a los mitos de la literatura dramática pero no hacemos arqueología"

La Zaranda siempre ha buscado la dignidad del propio oficio, el teatro como arte y hecho creativo y no comercial. "Ese ha sido nuestro punto de arranque y nuestra constante. Todos queremos tener espectadores pero el teatro comercial solo se piensa desde la taquilla: no miran por el espectador sino por las butacas", recuerda Calonge.

Montaje luminoso

Desde que en 1978 La Zaranda iniciara su andadura con 'Julio Mariscal, evocación poética', el grupo ha llevado a los escenarios 22 creaciones más, entre las que destaca 'Futuros difuntos', que les valió el Premio Nacional de Teatro de 2010, 'Ni sombra de lo que fuimos' o 'El grito en el cielo'. Celebraron el 40 aniversario con 'Ahora todo es noche (Liquidación de existencias)', un título pesimista pero con un fondo de esperanza.

Ahora celebrarán los 45 con 'Manual para un sueño'. "Este es un montaje más luminoso porque aunque a medida que cumplimos años parece que el mundo va a peor y asistimos a una liquidación valores. Al menos en nuestra parcela, la del teatro, hay que tener fe. Creo que este arte tomará nuevas formas. Nosotros llevamos la antorcha lo mejor supimos, pero ahora ya hay gente que busca responder las mismas preguntas eternas con gran contundencia", señala.

Un momento de 'Manual para armar un sueño', de La Zaranda.

Un momento de 'Manual para armar un sueño', de La Zaranda. / Raúl Sánchez

Hoy en día las cosas son muy diferentes a cuando empezaron. "Ya no existe el vuelva usted mañana de Larra. Hoy la burocracia es mucho más abstracta", apunta Calonge. A la compañía le preocupa relativamente la renovación del público. "Aunque atravesamos un cambio tecnológico brutal las pasiones humanas son las mismas. El mundo puede cambiar, pero las preguntas eternas que se hacen desde los clásicos griegos a los personajes de Beckett, Vladimir y Estragón, siguen ahí. Y mientras esa duda exista, mientras nos sigamos haciendo preguntas, habrá teatro".

¿Qué queda del sueño inicial de La Zaranda cuando montaron su primer espectáculo? "El mundo ha cambiado. Cuando empezábamos, en Catalunya había muchas compañías independientes que triunfaban, en Andalucía también había muchos colectivos. Era una época de ebullición. Todos queríamos investigar, crear y vivir del oficio. Ahora estamos en el mundo de la producción, que es radicalmente distinto porque ya no importa la indagación y el desarrollo profesional de los actores, sino vender entradas. Evidentemente, el actor siempre intentará hacer su mejor trabajo pero no es lo mismo si ya no se asumen los retos, la búsqueda y el riesgo de crear una obra de arte".