El Govern asegura que la colaboración con la OCDE persigue "revertir la desigualdad educativa de forma urgente"

El anuncio de la primera medida del nuevo Govern en materia educativa no se hizo esperar, como tampoco lo hicieron las críticas. Este lunes, primer día de clase del curso 2024-2025, el president Illa visitó junto a la consellera Niubó una escuela en Figueres, donde anunciaron que trabajaban en un convenio de colaboración con la OCDE -organismo detrás de las pruebas PISA- para que el ente les ayude a "identificar las medidas para mejorar las competencias básicas del alumnado de Catalunya", medida que ha sido aprobada este mismo martes por el Govern, que ha dado algunos detalles más de la medida, cuyo anuncio inicial levantó ampollas entre el profesorado. "No consideramos que deba ser el mundo empresarial y las grandes multinacionales quienes dictaminen cuáles deben ser las decisiones en educación", respondió pocas horas después del anuncio Iolanda Segura, portavoz del sindicato Ustec, el mayoritario en el sector.

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Según se detalla en el acuerdo de Govern aprobado este martes, el objetivo de este convenio es "asegurar que estas medidas promuevan la equidad y la inclusión, aborden las desigualdades y garanticen que todo el alumnado tenga acceso a oportunidades educativas de calidad. "Los datos [del último informe PISA] revelan deficiencias y desigualdades que es necesario abordar de manera rápida y urgente", señala el acuerdo de Govern.

En este sentido, el Govern ha aprobado que el Departament trabaje con la Organización para la Cooperación y el desarrollo Económico (OCDE) "con la voluntad de definir áreas clave donde incidir para mejorar el sistema educativo a corto, medio y largo plazo. Entre estas medidas, el Govern asegura priorizar "implantar herramientas y recursos para mejorar el rendimiento del alumnado en competencias básicas como la lectoescritura, las matemáticas o el razonamiento científico.

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Tras las críticas tras el anuncio inicial -el Govern tiene sobre la mesa una batería de medidas ya elaborada trabajadas por un grupo de expertos que, pese a ser nombrados por el anterior Govern, contaban con su apoyo- el Govern ha detallado este martes que este proceso "debe contar con la participación activa del conjunto de la comunidad educativa para asegurar que las reformas responden a las necesidades reales de los centros educativos y el alumnado y que se genera un consenso amplio sobre las acciones a emprender".

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"Este enfoque participativo no solo refuerza la legitimidad de las reformas, sino que aumentará las posibilidades de éxito a largo plazo", consideran desde Govern, que aseguran también que esta nueva línea de trabajo con la OCDE va "en paralelo" a las acciones emprendidas por el anterior Govern "para abordar y revertir los déficits detectados a raíz del Informe PISA 2022, entre las cuales ya se ha puesto de manifiesto la necesidad de reducir la segregación escolar, avanzando hacia una educación más inclusiva, fortalecer el liderazgo pedagógico y mejorar la formación docente, entre otros".

Este anuncio del Govern se hace solo días después de que el pasado viernes, en la rueda de prensa de inicio de curso, la consellera dijera que en octubre se reuniría con el grupo de expertos local que elaboró la batería de medidas para remontar PISA.