Catalunya planifica infraestructuras para que el 90% del agua no dependa de los pantanos en 2030

¿Está preparada Catalunya para una nueva arremetida de la sequía? ¿Hay infraestructuras suficientes para garantizar el suministro de agua en caso de una crisis hídrica igual o peor que la que apenas empezamos a dejar atrás? El actual Govern, ahora en funciones, está convencido de que, durante los últimos meses, ha puesto los cimientos para asegurar el agua ante un futuro de sequías crónicas. Según varios documentos de trabajo del Departament d'Acció Climàtica, la ACA (Agència Catalana de l'Aigua) y ATL (ente de abastecimiento de agua Ter Llobregat) a los que ha accedido EL PERIÓDICO, el objetivo de Catalunya es que, en 2030, casi el 90% del agua consumida en el sistema Ter-Llobregat no dependa del estado de los embalses.

El Ejecutivo de Aragonès asegura que deja sentadas las bases para poder afrontar futuras sequías

Esto no significa que el 90% del agua que se utilice no proceda de los pantanos, puesto que si están llenos, se recurrirá a ellos en mayor proporción. Sin embargo, la idea es que en caso de escasez, solo el 10% del recurso esté condicionado al estado de los embalses. A día de hoy, casi un 70% del agua que se gasta en las localidades abastecidas por los ríos Ter y Llobregat está ligada a los pantanos. En el conjunto de las cuencas internas, dentro de seis años, el porcentaje de recurso que no dependería de los pantanos rozaría el 50% según las previsiones del Govern.

Actualmente, un 70% del agua que se consume en los municipios abastecidos por el Ter y el Llobregat está ligada a los pantanos

¿Cómo se prevé lograr este objetivo? De forma principal, a través del aumento del agua desalinizada y regenerada, pero también redoblando la potabilización de agua procedente de ríos como el Besòs o de nuevos pozos. El PSC, partido que aspira a gobernar en Catalunya durante la nueva legislatura, coincide en varios de los proyectos citados en estos documentos. No obstante, los socialistas no ven tan claras algunas de las inversiones anunciadas por el Ejecutivo de Pere Aragonès, como es el caso de la desalinizadora flotante en el puerto de Barcelona. La apuesta por el agua regenerada es una de las cuestiones que genera más consenso entre los principales partidos políticos catalanes, también en Junts.

¿Qué está en marcha?

Algunas de las obras planificadas ya están en marcha o como mínimo en licitación. Otras todavía no han empezado a tramitarse, pero ya tienen un presupuesto comprometido. En concreto, la ACA tiene 690 millones presupuestados para mejoras de infraestructuras hídricas existentes y para la construcción de nuevas plantas de cara al periodo 2024-2028.

Los más de 130 millones destinados a los municipios para que arreglen y reparen sus redes de distribución están ya adjudicados. El siguiente paso es que los ayuntamientos empiecen las obras. De hecho, el remanente de la ACA no comprometido (la hucha de dinero acumulado por la agencia) ha ido bajando y se sitúa hoy en 20 millones de euros, cuando a finales de 2022 era de casi 350 millones.

Este año, estarán listos nuevos pozos cerca de Ter, Onyar, Llobregat y Peralada y las estaciones de agua regenerada de Sant Feliu y L'Escala

ATL, en paralelo, ha empezado a actuar para conectar a la red de agua a 10 municipios que hasta ahora dependían de pozos. También ha adjudicado las obras de mejora de la potabilizadora del Ter, en Cardedeu, y ha sacado a información pública la ampliación de la del Llobregat, en Abrera.

A lo largo de este año, estarán listos los nuevos pozos cerca del Ter, el Onyar, el Llobregat y Peralada, además de las estaciones de agua regenerada de Sant Feliu de Llobregat y L'Escala. En teoría, se anunció la entrada en funcionamiento de 12 desalinizadoras portátiles en el Alt Empordà que, según ha adelantado la cadena SER y ha confirmado este diario, no estarán listas en julio. De momento, no está claro si todas ellas serán necesarias, después de la mejora del estado de las reservas del pantano Darnius Boadella.

¿Qué quedará por hacer?

Las dos grandes nuevas desalinizadoras (Tordera y Foix) aprobadas por el Consejo de Ministros se prevén para 2028 y 2029 y son dos de los principales proyectos que aportarán resiliencia hídrica a Catalunya. Su construcción está ahora bajo responsabilidad del Ministerio para la Transición Ecológica, que licitará en breve la planta 'Tordera II', la primera que se acometerá.

Las potabilizadoras del Besòs y la regeneración del agua de este río dependerán ya del futuro Govern

Los siguientes proyectos, aunque estén dibujados por la actual dirección de la ACA y ATL, requerirán el visto bueno del nuevo Govern. En 2025, la idea es acabar la ampliación de la ETAP Besòs, la potabilizadora gestionada por Aigües de Barcelona. También se deberán encauzar las futuras potabilizadoras que tratarán agua del Besòs (ETAP Montcada y ETAP Bon Pastor). La ACA está ultimando seis pozos que deben servir para extraer el agua que tratarán estas plantas. Si esto se consigue hacer realidad, Barcelona beberá más agua de los acuíferos del río Besòs, puesto que coexistirán tres estaciones de potabilización en poco espacio (una público-privada y las otras dos públicas). Las potabilizadoras del Besòs aportarán unos 80 hm3 de agua.

Queda por definir cómo se ejecutará la regeneración de agua en este río. Aigües de Barcelona siempre ha mostrado predisposición a llevar a cabo un procedimiento similar al que se realiza en el Llobregat. Pero estas obras no están incluidas en el documento que maneja el actual Govern.

Regeneración, en 2026

A partir de 2026, se debería redoblar la red de plantas de regeneración de agua. Este año, si se sigue lo calendarizado por la ACA, entrará en funcionamiento la estación regeneradora de Sabadell, un proyecto ya acordado con el ayuntamiento. Es en este mismo año cuando la fuga de agua de Badalona ha de estar solucionada del todo.

A partir de 2027, se calcula que se terminarán las estaciones regeneradoras de Valls, Cadaqués, Llançà, Pineda de Mar, Terrassa, Reus, Caldes de Montbui, Vilanova del Vallès, Pineda de Mar, Terrassa y Santa Maria de Palautordera. Sumando todo esto, entre 2026 y 2027, más de 40 hm3 deberían añadirse a las cuencas internas.

En 2028, se completará la mejora de la estación de tratamiento de agua del Ter, en Cardedeu, y estará lista la desalinizadora de Blanes. En 2029 se debería añadir la de Cunit-Cubelles. En resumen, será en los últimos cuatro años fechados (2026-2029) cuando se dispondrá de más producción de agua nueva.

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