Psicología

Ocho consejos para ser más feliz

Los consejos para ser más feliz nos ayudan a alcanzar una plenitud estable

Consejos para ser más feliz

Consejos para ser más feliz / 123RF

Ángel Rull

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La felicidad es un concepto complejo y subjetivo que puede variar enormemente de una persona a otra. En términos generales, ser feliz implica experimentar una sensación de bienestar, satisfacción y realización en la vida. Es un estado emocional positivo que abarca desde la alegría y el contento hasta la paz y la serenidad. La felicidad no es un estado constante ni permanente, sino una serie de momentos y experiencias que nos proporcionan placer y satisfacción.

La percepción de la felicidad también puede estar influenciada por factores culturales y sociales. En algunas culturas, la felicidad se asocia con el éxito y los logros, mientras que en otras se relaciona más con la armonía y el equilibrio. A pesar de estas diferencias, la búsqueda de la felicidad es una constante universal que refleja nuestro deseo innato de vivir una vida plena y significativa.

¿Se puede ser más feliz?

A menudo nos preguntamos si es posible incrementar nuestro nivel de felicidad. Aunque factores genéticos y circunstancias de vida influyen en nuestro bienestar, existe una parte significativa que podemos controlar mediante nuestras acciones y actitudes. La investigación en psicología positiva ha demostrado que ciertos hábitos y comportamientos pueden contribuir a un mayor nivel de felicidad. Esto significa que, independientemente de nuestra situación actual, podemos adoptar estrategias para mejorar nuestro bienestar y alcanzar una mayor satisfacción personal.

La psicología positiva se centra en estudiar las cualidades y prácticas que permiten a las personas prosperar. A través de diversas investigaciones, se ha descubierto que aproximadamente el 40% de nuestra felicidad está bajo nuestro control, mientras que el 50% se debe a factores genéticos y el 10% a circunstancias externas. Esto indica que, aunque no podemos cambiar ciertos aspectos de nuestra vida, sí tenemos un margen significativo para influir en nuestra felicidad a través de nuestras acciones y decisiones diarias.

Existen múltiples enfoques para aumentar la felicidad, que van desde cambiar nuestra mentalidad hasta adoptar hábitos saludables y fortalecer nuestras relaciones. Practicar la gratitud, por ejemplo, puede ayudarnos a enfocarnos en los aspectos positivos de nuestra vida, mientras que establecer metas significativas nos proporciona un sentido de propósito. Además, aprender a gestionar el estrés y cuidar de nuestro cuerpo son estrategias fundamentales para mantener un equilibrio emocional y físico que favorezca nuestra felicidad a largo plazo.

¿Qué nos aporta?

La felicidad tiene múltiples beneficios que van más allá de simplemente sentirse bien. Numerosos estudios han mostrado que las personas felices tienden a tener mejor salud física, incluyendo un sistema inmunológico más fuerte, menores niveles de estrés y una mayor longevidad. En el ámbito psicológico, la felicidad está asociada con una mayor resiliencia, mejores relaciones interpersonales y una mayor capacidad para afrontar adversidades. Además, un estado emocional positivo puede mejorar la productividad y la creatividad, facilitando el logro de metas y el desarrollo personal.

La conexión entre felicidad y salud física es especialmente notable. Las personas felices suelen cuidarse mejor, adoptando hábitos saludables como una alimentación equilibrada, ejercicio regular y sueño adecuado. Además, la felicidad se asocia con la liberación de hormonas y neurotransmisores que fortalecen el sistema inmunológico y reducen la inflamación, lo que contribuye a una mayor resistencia a enfermedades y una recuperación más rápida.

En el ámbito social, la felicidad actúa como un imán, atrayendo relaciones positivas y fortaleciendo los vínculos existentes. Las personas felices tienden a ser más empáticas y comprensivas, lo que mejora la calidad de sus interacciones y las hace más capaces de ofrecer y recibir apoyo. Esto crea un ciclo virtuoso donde las relaciones satisfactorias alimentan la felicidad y viceversa, estableciendo una red de apoyo emocional que es crucial en momentos de adversidad.

Consejos para ser más feliz

La felicidad no solo depende de las circunstancias externas, sino también de nuestra actitud y perspectiva ante la vida. Las investigaciones han demostrado que las personas que adoptan una visión optimista y positiva tienden a experimentar niveles más altos de felicidad. Esto sugiere que, aunque no siempre podemos controlar lo que nos sucede, sí podemos controlar cómo respondemos a esas situaciones, lo cual tiene un impacto significativo en nuestro bienestar emocional.

Sigue estos ocho consejos para ser más feliz:

1. Practica la gratitud

La gratitud es una herramienta poderosa para aumentar la felicidad. Tomarte unos minutos cada día para reflexionar sobre lo que aprecias en tu vida puede cambiar tu perspectiva y mejorar tu estado de ánimo. Mantener un diario de gratitud, donde anotes tres cosas por las que te sientes agradecido, es una práctica simple pero efectiva.

2. Cuida tus relaciones

Las relaciones interpersonales son una fuente crucial de felicidad. Dedicar tiempo y esfuerzo a cultivar y mantener relaciones significativas con amigos, familiares y seres queridos puede proporcionar un gran bienestar emocional. Escuchar, apoyar y compartir momentos con los demás fortalece los vínculos y contribuye a una vida más plena.

3. Practica mindfulness

El mindfulness, o atención plena, es una técnica que consiste en centrar la atención en el momento presente de manera consciente y sin juzgar. Esta práctica puede ayudarte a reducir el estrés y aumentar tu satisfacción diaria. Puedes incorporar el mindfulness en tu vida a través de la meditación, la respiración consciente o simplemente prestando atención a tus actividades cotidianas.

4. Establece metas y propósitos

Tener metas y propósitos claros puede darte una sensación de dirección y significado en la vida. Asegúrate de que tus objetivos sean realistas y alcanzables, y divídelos en pasos pequeños y manejables. Celebrar tus logros, por pequeños que sean, puede proporcionarte una sensación de progreso y satisfacción.

5. Realiza actividades que disfrutes

Dedicar tiempo a actividades que te gustan y te apasionan es esencial para tu bienestar. Ya sea leer, pintar, hacer deporte o cualquier otra afición, estas actividades pueden proporcionar momentos de alegría y satisfacción. Identifica lo que te hace feliz y haz un esfuerzo consciente por integrar estas actividades en tu rutina diaria.

6. Mantén una actitud positiva

Cultivar una actitud positiva puede ayudarte a enfrentar los problemas con mayor resiliencia y optimismo. Trata de enfocarte en los aspectos positivos de las situaciones y busca el aprendizaje en las experiencias difíciles. Rodearte de personas positivas y evitar el pesimismo también puede influir significativamente en tu estado de ánimo.

7. Cuida tu cuerpo

El bienestar físico está estrechamente relacionado con el bienestar emocional. Mantener una alimentación equilibrada, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente son prácticas esenciales para mantener un cuerpo y una mente saludables. Escuchar las necesidades de tu cuerpo y darle el cuidado que merece puede aumentar significativamente tu sensación de bienestar.

8. Ayuda a los demás

Ayudar a los demás puede tener un impacto positivo tanto en tu vida como en la de quienes te rodean. Actos de bondad, ya sean grandes o pequeños, pueden aumentar tu sensación de propósito y conexión con los demás. Voluntariado, apoyo a amigos o simplemente realizar gestos amables en tu día a día puede ser una fuente de gran satisfacción.

La búsqueda de la felicidad es un viaje personal y continuo. Aunque no existe una fórmula mágica para ser feliz, adoptar estos consejos puede ayudarte a crear una vida más plena y satisfactoria. La clave está en tomar conciencia de tus propias necesidades y trabajar activamente para satisfacerlas, cultivando hábitos y actitudes que promuevan tu bienestar. Recuerda que la felicidad no es un destino, sino un proceso que se construye día a día.

* Ángel Rull, psicólogo.