Psicología

¿Para ser feliz qué se necesita? Cinco cosas que incorporar a tu vida

Para ser feliz se necesita incorporar a nuestra vida nuevos elementos

¿Para ser feliz qué se necesita?

¿Para ser feliz qué se necesita? / 123RF

Ángel Rull

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La felicidad es un estado emocional que varía de una persona a otra y puede ser definido de múltiples maneras. En términos psicológicos, la felicidad suele referirse a un sentimiento general de bienestar y satisfacción con la vida. Incluye emociones positivas, como la alegría, el amor y la gratitud, así como una sensación de propósito y realización personal. Este estado puede ser influenciado por diversos factores, tanto internos como externos, que interactúan de manera compleja en nuestras vidas cotidianas.

Es importante destacar que la felicidad no es un estado constante. Todos y todas experimentamos altibajos emocionales debido a diversas circunstancias y eventos en nuestras vidas. Las pérdidas, los fracasos, las enfermedades y otros problemas pueden afectar temporalmente nuestra felicidad. Sin embargo, la capacidad de mantener un equilibrio emocional y una perspectiva positiva a largo plazo es lo que contribuye a un estado de felicidad más estable. Este equilibrio no implica la ausencia de emociones negativas, sino la habilidad para manejarlas de manera constructiva.

Además, la percepción de la felicidad puede cambiar con el tiempo y las experiencias personales. Lo que hace feliz a una persona en una etapa de su vida puede no ser lo mismo en otra. Por ejemplo, la realización profesional puede ser una fuente de felicidad significativa durante los años de juventud y mediana edad, mientras que, en la vejez, las relaciones familiares y la salud pueden convertirse en los pilares principales de la felicidad. Comprender que la felicidad es dinámica y que puede adaptarse a nuestras circunstancias es esencial para mantener una vida satisfactoria.

¿Se puede lograr aumentar nuestra felicidad?

Aumentar la felicidad es un objetivo alcanzable y respaldado por numerosos estudios en el campo de la psicología positiva. Martin Seligman, uno de los pioneros de esta rama de la psicología, sugiere que alrededor del 40% de nuestra felicidad puede ser influenciada por nuestras actividades y elecciones diarias. Esto significa que, aunque algunos factores de la felicidad estén fuera de nuestro control (como la genética y las circunstancias externas), aún tenemos un margen significativo de influencia a través de nuestras acciones. La clave está en identificar y practicar hábitos que fomenten el bienestar.

Cambiar hábitos, adoptar nuevas perspectivas y practicar ciertas actividades pueden contribuir a un aumento en nuestra sensación de bienestar. Es un proceso gradual que requiere compromiso y constancia, pero los beneficios son ampliamente reconocidos tanto a nivel emocional como físico. Por ejemplo, la práctica regular del ejercicio físico no solo mejora la salud del cuerpo, sino que también libera endorfinas, las llamadas "hormonas de la felicidad", que elevan el ánimo y reducen el estrés.

Además, es importante mencionar que la felicidad no depende únicamente de factores individuales. El entorno social y cultural también juega un papel crucial. Estar rodeado de una comunidad de apoyo, vivir en un ambiente seguro y tener acceso a recursos básicos como educación y atención médica son aspectos que pueden influir significativamente en nuestra felicidad. Por lo tanto, es esencial considerar tanto las acciones personales como el contexto en el que vivimos al buscar aumentar nuestra felicidad.

¿Qué consecuencias tiene?

Las consecuencias de aumentar nuestra felicidad son variadas y positivas. En primer lugar, la felicidad está vinculada a una mejor salud mental. Las personas felices tienden a experimentar menos síntomas de depresión y ansiedad, y poseen una mayor capacidad para manejar el estrés. Además, la felicidad también se asocia con beneficios físicos, como un sistema inmunológico más fuerte, una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares y una mayor esperanza de vida. Estos beneficios se traducen en una calidad de vida superior y una mayor longevidad.

A nivel social, las personas felices suelen tener relaciones más satisfactorias y saludables. La felicidad fomenta la empatía, la compasión y la conexión con los demás, lo que fortalece los vínculos interpersonales. Las relaciones positivas, a su vez, actúan como un círculo virtuoso que refuerza nuestra felicidad, creando un ambiente de apoyo y comprensión mutua. Esto es particularmente evidente en relaciones familiares y de amistad, donde la felicidad compartida mejora la calidad de las interacciones y el bienestar colectivo.

En el ámbito laboral, la felicidad se traduce en una mayor productividad, creatividad y satisfacción con el trabajo. Las personas felices suelen mostrar más entusiasmo y compromiso en sus tareas, lo que se refleja en un mejor rendimiento y éxito profesional. Además, un ambiente de trabajo positivo y feliz puede reducir las tasas de ausentismo y rotación, creando una cultura organizacional más fuerte y cohesionada. Empresas que valoran y promueven la felicidad entre sus empleados tienden a ser más innovadoras y competitivas.

¿Para ser feliz qué se necesita?

La búsqueda de la felicidad es un objetivo común para muchas personas en la sociedad actual. A menudo nos preguntamos qué se necesita para ser verdaderamente felices y cómo podemos incorporar prácticas en nuestra vida diaria que nos acerquen a ese estado deseado.

Incorpora estas cinco cosas a tu vida para ser feliz:

1. Cultivar la gratitud

Practicar la gratitud consiste en enfocarse en las cosas positivas de la vida y apreciarlas. Puedes comenzar un diario de gratitud, donde cada día anotes tres cosas por las que te sientas agradecido o agradecida. Esta práctica sencilla puede cambiar tu perspectiva y ayudarte a concentrarte en lo bueno, lo cual es fundamental para sentirse feliz. Además, expresar gratitud a las personas que te rodean fortalece las relaciones y crea un ambiente positivo.

2. Fortalecer las relaciones interpersonales

Las relaciones sociales son un componente crucial de la felicidad. Dedica tiempo a tus seres queridos, ya sea tu familia, amigos o pareja. Escucha activamente, comparte experiencias y muestra aprecio por las personas que te rodean. Estas conexiones significativas son una fuente importante de apoyo emocional y alegría. La calidad de nuestras relaciones puede tener un impacto directo en nuestra felicidad y bienestar.

3. Practicar el autocuidado

El autocuidado implica atender tanto tu bienestar físico como emocional. Esto incluye mantener una alimentación equilibrada, hacer ejercicio regularmente, dormir lo suficiente y dedicar tiempo a actividades que disfrutes y te relajen. Cuidarte a ti mismo o a ti misma es esencial para mantener un estado de ánimo positivo y una buena salud general. El autocuidado no es un lujo, sino una necesidad fundamental para el bienestar.

4. Encontrar un propósito

Tener un sentido de propósito en la vida puede aumentar significativamente tu felicidad. Esto no necesariamente implica grandes gestos; puede ser algo tan simple como encontrar satisfacción en tu trabajo, dedicarte a un hobby que te apasione o contribuir de alguna manera a tu comunidad. Sentirse útil y tener objetivos claros proporciona un sentido de dirección y logro. El propósito le da sentido a nuestras acciones y nos motiva a seguir adelante.

5. Practicar la meditación y la atención plena

La meditación y la atención plena son prácticas que ayudan a reducir el estrés y a aumentar la conciencia del momento presente. Al incorporar estas prácticas en tu rutina diaria, puedes mejorar tu capacidad para manejar las emociones negativas y disfrutar más plenamente de las experiencias positivas. Dedicar unos minutos al día a la meditación puede tener un impacto significativo en tu bienestar general.

Como vemos, la felicidad es un estado que puede ser cultivado y mejorado a través de diversas prácticas y hábitos diarios. Al incorporar la gratitud, fortalecer las relaciones interpersonales, practicar el autocuidado, encontrar un propósito y practicar la meditación y la atención plena, puedes aumentar tu sensación de bienestar y llevar una vida más plena y satisfactoria. Recuerda que cada pequeño paso cuenta y que la búsqueda de la felicidad es un viaje continuo y personal.

* Ángel Rull, psicólogo.