Psicología

Nueve pasos para conectar con el egoísmo en positivo

Pensar en uno mismo no es necesariamente algo negativo

Conectar con el egoísmo en positivo

Conectar con el egoísmo en positivo / 123RF

Ángel Rull

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El egoísmo en positivo es un concepto que puede parecer contradictorio a primera vista. Estamos acostumbrados a pensar en el egoísmo como un rasgo negativo, asociado a la falta de consideración por los demás y a la búsqueda de intereses personales a expensas de los demás. Sin embargo, el egoísmo en positivo propone una perspectiva diferente: se trata de cuidar de uno mismo de manera saludable, de priorizar nuestras necesidades y bienestar sin perjudicar a otros.

Este tipo de egoísmo no es una excusa para comportamientos egocéntricos o insensibles, sino más bien una invitación a equilibrar nuestras vidas, asegurándonos de que también nos cuidamos a nosotros mismos mientras cuidamos de los demás. Es una forma de autoafirmación y autocompasión que puede mejorar nuestras relaciones, nuestra salud mental y nuestra calidad de vida.

El egoísmo en positivo nos permite reconocer que nuestras necesidades y deseos son válidos. A menudo, las personas caen en la trampa de ignorar sus propios deseos por miedo a ser percibidas como egoístas. Sin embargo, validar nuestras propias necesidades no solo nos fortalece, sino que también nos ayuda a ser más genuinos y auténticos en nuestras interacciones con los demás.

¿Qué beneficios tiene?

El egoísmo en positivo tiene numerosos beneficios tanto para nuestra salud mental como para nuestras relaciones interpersonales. En primer lugar, nos ayuda a establecer límites saludables. Cuando aprendemos a decir "no" a lo que nos perjudica o no nos beneficia, protegemos nuestro tiempo y energía para dedicarlos a actividades y personas que realmente nos importan.

Además, practicar el egoísmo en positivo nos permite recargar nuestras energías. El autocuidado es esencial para evitar el agotamiento físico y emocional. Dedicarnos tiempo para descansar, disfrutar de nuestros hobbies y cuidar de nuestro cuerpo y mente nos hace más resilientes y capaces de enfrentar los retos diarios.

Otro beneficio es la mejora en la autoestima y la autoconfianza. Al reconocer y atender nuestras propias necesidades, nos valoramos más a nosotros mismos. Esto, a su vez, nos permite establecer relaciones más equilibradas y satisfactorias, ya que no dependemos exclusivamente de la aprobación o el apoyo de los demás para sentirnos bien. Sentirnos seguros en nuestra piel y en nuestras decisiones nos capacita para enfrentar las críticas y los obstáculos externos con mayor tranquilidad.

¿En qué se diferencia de otros tipos de egoísmo?

Es fundamental distinguir el egoísmo en positivo de otros tipos de egoísmo que son perjudiciales. El egoísmo negativo, por ejemplo, implica actuar de manera que se perjudica a los demás para obtener un beneficio personal. Este tipo de comportamiento crea conflictos, daña relaciones y, a largo plazo, puede llevar al aislamiento y la soledad.

Por otro lado, el egoísmo en positivo no busca el beneficio a expensas de los demás. Se basa en el principio de que, al cuidar de nosotros mismos de manera adecuada, también estamos en mejor posición para cuidar de otros. Es una práctica que promueve el equilibrio y la reciprocidad en las relaciones, en lugar de la explotación o la manipulación.

Mientras que el egoísmo negativo suele implicar una falta de empatía y una visión centrada únicamente en los propios deseos, el egoísmo en positivo promueve la empatía hacia uno mismo sin olvidar la empatía hacia los demás. No se trata de ser insensible o desconsiderado, sino de reconocer que nuestro bienestar es igualmente importante y que, al cuidarnos a nosotros mismos, podemos interactuar con los demás de manera más saludable y equilibrada.

Además, el egoísmo en positivo no fomenta la competitividad ni el deseo de estar por encima de los demás. En lugar de ver la vida como una competición en la que solo uno puede ganar, este enfoque nos anima a buscar soluciones y relaciones en las que todas las partes involucradas puedan beneficiarse. Es un cambio de perspectiva que promueve la colaboración y la armonía en lugar de la rivalidad y el conflicto.

Pasos para conectar con el egoísmo en positivo

El egoísmo en positivo fomenta una mayor responsabilidad personal. Al tomar el control de nuestras necesidades y bienestar, asumimos la responsabilidad de nuestra felicidad y satisfacción, lo cual nos empodera y nos hace menos dependientes de las circunstancias externas o de las acciones de otras personas. Este sentido de responsabilidad personal es un pilar fundamental para desarrollar una vida plena y satisfactoria.

Sigue estos nueve pasos para conectar con el egoísmo en positivo:

1. Reconoce tus necesidades

El primer paso para practicar el egoísmo en positivo es reconocer tus propias necesidades. Esto incluye necesidades físicas, emocionales, mentales y espirituales. Tómate un tiempo para reflexionar sobre lo que realmente necesitas para sentirte bien y ser feliz.

2. Establece límites claros

Aprender a establecer y mantener límites es esencial. Esto puede implicar decir "no" a compromisos que te agotan, evitar relaciones tóxicas o reservar tiempo para ti mismo. Establecer límites te protege y te permite enfocarte en lo que realmente importa.

3. Practica la autocompasión

Ser amable contigo mismo es crucial. La autocompasión implica tratarte con la misma amabilidad y comprensión con la que tratarías a un amigo cercano. Esto incluye perdonarte por tus errores y reconocer tus logros.

4. Prioriza tu bienestar

Haz del autocuidado una prioridad diaria. Esto puede incluir actividades como ejercicio regular, una dieta equilibrada, descanso adecuado y tiempo para relajarte. Recuerda que cuidar de tu bienestar no es un lujo, sino una necesidad.

5. Escucha tus emociones

Presta atención a tus emociones y permítete sentirlas sin juzgarte. Las emociones son señales importantes que nos indican cómo estamos y qué necesitamos. Escuchar y validar tus emociones te ayudará a tomar decisiones más conscientes y saludables.

6. Desarrolla una rutina de autocuidado

Crea una rutina diaria o semanal que incluya actividades de autocuidado. Puede ser tan simple como leer un libro, meditar, caminar al aire libre o disfrutar de un baño relajante. Lo importante es que estas actividades te nutren y te recarguen.

7. Busca el equilibrio en tus relaciones

Es vital encontrar un equilibrio entre dar y recibir en tus relaciones. Asegúrate de que no estás siempre poniendo las necesidades de los demás por delante de las tuyas. Las relaciones saludables se basan en la reciprocidad y el respeto mutuo.

8. Aprende a delegar

No intentes hacerlo todo tú solo. Delegar tareas y responsabilidades, tanto en el trabajo como en el hogar, te permitirá liberar tiempo y energía para dedicarte a ti mismo. Confía en los demás y acepta ayuda cuando la necesites.

9. Reflexiona y ajusta regularmente

El autocuidado es un proceso continuo. Tómate un tiempo regularmente para reflexionar sobre tus prácticas de autocuidado y ajustar lo que sea necesario. Las necesidades cambian con el tiempo, y es importante adaptarse a ellas para mantener el equilibrio y el bienestar.

Como podemos ver, el egoísmo en positivo es una herramienta valiosa para mejorar nuestra calidad de vida. Al reconocer y atender nuestras propias necesidades de manera saludable, no solo nos beneficiamos a nosotros mismos, sino también a las personas que nos rodean. Practicar el egoísmo en positivo nos permite ser más felices, saludables y estar en mejor disposición para cuidar y apoyar a los demás. Implementar estos nueve pasos en nuestra vida diaria puede ayudarnos a encontrar un equilibrio saludable y a vivir de manera más plena y satisfactoria.

* Ángel Rull, psicólogo.