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Partidos políticos
Sergi Sol

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Periodista

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Tres congresos y un funeral

En buena medida, de PSOE, Junts y ERC depende que se precipite al abismo la actual legislatura en España o que se prorrogue, a cuenta de la espera desesperada de Feijóo y sus socios de Vox

Las incógnitas del congreso de Junts: el papel de Puigdemont, la OPA a ERC y la relación con Sánchez

Junqueras presentará su candidatura para liderar ERC el 21 de septiembre

El secretari general de Junts, Jordi Turull, i el president d’ERC, Oriol Junqueras.  | ANDREU DALMAU / EFE

El secretari general de Junts, Jordi Turull, i el president d’ERC, Oriol Junqueras. | ANDREU DALMAU / EFE

Tres formaciones políticas celebrarán este otoño sus congresos. Todos ellos adelantados y todos con cierta o mucha combustión interna. Son, por este orden, PSOE, Junts y ERC. Y no se juegan poco. Porque, en buena medida, de ellos depende que se precipite al abismo la actual legislatura en España o que se prorrogue a cuenta de la espera desesperada de Feijóo y sus socios de Vox.

A efectos de liderazgo, las cuentas nítidas solo le salen a Puigdemont, que pese a lo dicho y redicho no tiene intención alguna de jubilarse. Monarca absoluto en su partido, aunque formalmente pase por ser un militante de base. Todo parece indicar que Puigdemont podría recuperar –si así lo desea- la presidencia de Junts a costa de Laura Borràs. A la que podrían relegar a una vicepresidencia, mientras Jordi Turull –ahora consolidado en el núcleo duro de Puigdemont- acrecentaría su rol como secretario general.

Menos fácil lo tiene Oriol Junqueras, que presentó la dimisión tras la debacle de la candidatura liderada por Pere Aragonès en las elecciones catalanas. Tiene que lidiar con una contestación interna que es mayoritaria en la ejecutiva de ERC, aunque de momento no se ha formalizado candidatura alternativa alguna. Habrá que ver si la militancia de base está más alineada con Junqueras o con la actual dirección, donde el 'junquerismo' es claramente minoritario como lo era en el Govern Aragonès.

Finalmente está Pedro Sánchez, que ha visto cómo los dinosaurios y algún que otro barón territorial le montaban un tercer grado a cuenta de la amnistía. Una contestación que ahora parece cobrar enteros con el pacto suscrito entre Salvador Illa y Marta Rovira para mejorar una financiación que, en Catalunya, la mayoría (empezando por la patronal de Sánchez Llibre) cree que es insostenible (por precaria), mientras en España se niega la mayor e incluso se insinúa que Catalunya ya goza de una situación financiera privilegiada.

De estos congresos va a salir más de un damnificado interno. Pero lo más trascendente es hasta qué punto pueden precipitar una situación insostenible para el Gato Sánchez, por lo de las siete vidas que a ciencia cierta no se sabe si ya las ha agotado o no. Con el PP al acecho y Vox relamiéndose. 

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