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Martí Saballs Pons

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Director de Información Económica de Prensa Ibérica.

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Medalla de oro en 'escape room'

Su capacidad de escaparse haciendo frente a todas la circunstancias y enemigos públicos está marcando un hito

El expresidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont llega para intervenir en un acto de bienvenida organizado por entidades independentistas en el paseo Lluís Companys, a 8 de agosto de 2024, en Barcelona, Catalunya (España)

El expresidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont llega para intervenir en un acto de bienvenida organizado por entidades independentistas en el paseo Lluís Companys, a 8 de agosto de 2024, en Barcelona, Catalunya (España) / David Zorrakino - Europa Press

El Comité Olímpico Español tiene un desafío a la vista: proponer como nueva modalidad deportiva de los Juegos el escape room o sala de escape. Sería la oportunidad de lograr con toda seguridad una medalla de oro, que tan esquivas están siendo en París para la delegación española. Para representarnos, nadie mejor que el candidato perfecto: Carles Puigdemont. Su capacidad de escaparse haciendo frente a todas las circunstancias y enemigos públicos está marcando un hito. De vivir, el creador de 'Mortadelo y Filemón', Francisco Ibáñez, tendría motivos para generar un nuevo héroe del cómic.

El fenómeno Puigdemont, el esperpéntico y bochornoso espectáculo observado estos días ha generado perplejidad en todos los ámbitos. Incluso, dentro de sus incondicionales, que disfrutaban de sus paseos en barca por la costa mediterránea o conectados desde el móvil en rutas extranjeras. El 'ja n’hi ha prou' o hasta aquí hemos llegado ha acabado por instalarse. El papel de los Mossos d’Esquadra ha vuelto a ponerse en entredicho.

Recuperar la imagen de la Catalunya oficial, generar mayor reconocimiento en la Generalitat y lograr consensos que rompan definitivamente el ellos contra nosotros, será la principal tarea del nuevo president, Salvador Illa. Desde que a José Montilla le sucediera Artur Mas el 27 de diciembre de 2010, el Palau de Sant Jaume ha estado comandado por nacionalistas reconvertidos en independentistas. El dúo Illa/Pedro Sánchez ha logrado aquello que pocos hubieran esperado hace unos años: pactar con ERC, reconvertido en el partido pragmático del independentismo.

La reedición ligera, por ser parlamentaria y no de Govern, de un nuevo tripartito será un invento lleno de enredos. A su lado, el Dragon Khan del primer pacto PSC-ERC-ICV, puede convertirse en montaña rusa de feria. Objetivos como el cambio de sistema de financiación propuesto para Catalunya se antojan difíciles de cumplir, incluso constitucionalmente. Desde un punto de vista de modelo económico, las diferencias de criterio entre el PSC y sus aliados siguen siendo considerables.

Puigdemont buscará nuevos embustes y escapes. En sus manos está seguir apoyando el gobierno de Sánchez en Madrid. Siete diputados pueden volver a impedir la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Todo sea por mantener la ilusión olímpica.

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