Opinión |
Feminismo
Ana Bernal-Triviño

Ana Bernal-Triviño

Profesora de la UOC y periodista.

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Vuelve el estigma de la solterona sin hijos

Una joven acaricia a dos gatos domésticos.

Una joven acaricia a dos gatos domésticos. / unsplash

Parece cosa de antaño pero el machismo de 2024 no cambia tanto. Andan desatados sin pudor en opinar. Y es que vuelven reflexiones del estigma de la solterona sin hijos. Hace semanas, en Whatsapp y en Telegram, grupos machistas difundieron la historia de una mujer “solterona a la que solo querían los gatos”. Al final era un bulo, una declaración descontextualizada de un documental sobre la soledad entre la población suiza. Y encima la señora en cuestión estaba casada. Pero ya era un gancho para que aquí asociaciones machistas vendieran la moto de las solteras como resultado del feminismo y de sus leyes, que las aboca “a la soledad absoluta”.

Y ahora, el segundo melón, no tener hijos. Resurgió el debate con un artículo que no era de una asociación machista. El fondo podría ser bueno, como una reflexión sobre el tiempo limitado para ser madres. El problema era que el aviso llegaba por una clínica de reproducción asistida. La autora indicaba frenos para la maternidad como el trabajo, la falta de corresponsabilidad, la vivienda… pero el médico corrigió y apuntaba que las mujeres habían primado su “placer” como viajar, tener 'hobbies' o consumir. Y entonces a los 40 llegan tarde. Se menciona así al hedonismo de buscar placer y al “individualismo desaforado” de las mujeres, que complica encontrar una pareja

Aquí es cuando la reflexión remueve porque entonces significa que a pesar de que hablemos de feminismo y de los frenos de la maternidad, otras siempre serán etiquetadas de malas por querer disfrutar de la vida. Sin tener, por otro lado, ni idea de qué han padecido antes de los cuarenta esas mujeres. O que si les cuesta mantenerse ellas solas, cómo mantener a una criatura antes. A no ser que importen poco las condiciones de vida de la infancia. Quizás ellas, las señaladas de egoistas hedonistas, piensan más en esas condiciones que el de la clínica. 

Pero, en cualquier caso, ¿qué pasa si hay mujeres que quieren disfrutar de viajar o tener 'hobbies'? ¿Por qué no se les juzga igual a ellos en su paternidad retrasada? Así vuelve el estigma de la solterona sin hijos. Entre unos y otros lo consiguen, poniendo falta a las mujeres que no cumplen a tiempo y que piensan en ellas mismas.

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