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Jordi Alberich

Jordi Alberich

Economista

Barcelona se mueve

BCN Fira District

BCN Fira District / Jordi Otix

A partir de su presentación en 2016 como proyecto urbanístico vinculado a la administración autonómica, el hoy llamado BCN FiraDistrict se ha desarrollado hasta convertirse en uno de los mayores parques empresariales de la ciudad. El atractivo de dicho polo económico se sustenta tanto en sus 135.000 metros cuadrados como en su ubicación estratégica, lindante con puerto, aeropuerto y Fira. Entre las compañías ya instaladas, destacanlaboratorios farmacéuticoss como Esteve y Ordesa, el grupo asegurador Axa o la tecnológica Cellnex, así como otras empresas de distintos sectores productivos, desde Ferrovial o Iberdrola a Wallbox o Arxada.

Al leer la larga relación de compañías ya presentes, se percibe la diversidad de actividades que se van a concentrar en el parque. Ello es muestra de uno de los grandes activos de nuestra economía que no tendemos a valorar: la notable diversidad de sectores en que somos competitivos globalmente, desde aquellos más tradicionales a los más innovadores, soportados en la revolución tecnológica.  Asimismo, dicha multiplicidad de actividades señala que no todo el futuro pasa por lo digital y las start up como, a menudo, tendemos a considerar. Por el contrario, nuestra principal fuente de riqueza estable se seguirá sustentando en ese denso tejido de empresas de sectores más tradicionales, que han sabido entender y adecuarse a las exigencias de este mundo tan abierto y competitivo.

Estamos, asimismo, ante un buen ejemplo de lo determinante que puede resultar la colaboración público-privada, pues BCNFiraDistrict es la consecuencia de una iniciativa de las administraciones públicas a la que, seguidamente, se incorporó el sector empresarial y cuyo ir de la mano ha dado el buen resultado que hoy percibimos. Recuperar este buen hacer y compromiso mutuo entre lo público y lo privado aparece como fundamental en esta economía tan incierta como exigente en la que nos vamos adentrando. Una manera de aportar lo mejor de unos y otros en cuestiones de interés general que, bajo la tutela de lo público, acostumbra a alcanzar resultados muy positivos. Pero la base de esa colaboración es la confianza mutua que, muy debilitada, hemos de ir recuperando en los próximos años.

Y, finalmente, nos encontramos con una nueva muestra del enorme potencial de la metrópoli barcelonesa y Catalunya en general. Si, de una vez, aparcamos definitivamente el procés y nos concentramos en la gestión de aquellas cuestiones que inciden directamente en el bienestar diario de los ciudadanos y en la mejora de nuestra competitividad empresarial, en poco tiempo podemos recuperar mucho de lo perdido en esta larga década de desorientación y desatención de lo realmente prioritario. Para ello resulta determinante formar gobierno de la Generalitat en las próximas semanas y evitar la vergüenza de vernos abocados a unas nuevas elecciones. Lo sabremos en poco.

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