Opinión | En clave europea

Eliseo Oliveras

La OTAN, Ucrania y la realidad

La OTAN refuerza la ayuda a Ucrania y se compromete a apoyarle en un "camino irreversible" hacia la integración

Biden tiene otro lapsus y presenta a Zelenski como "presidente Putin" en cumbre de la OTAN

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La cumbre de la OTAN en Washington proclamó el 10 de julio "el camino irreversible" de Ucrania hacia su integración en la Alianza Atlántica, añadiendo la fórmula acuñada en la cumbre de 2023: "cuando los aliados lo acuerden y se cumplan las condiciones". El término "irreversible" supone una peligrosa escalada que puede prolongar indefinidamente la guerra en Ucrania y aumenta el riesgo de que la OTAN llegue a una guerra directa con Rusia, en la que Europa sería el principal campo de batalla.

Para cualquier dirigente ruso el ingreso de Ucrania en la OTAN constituye una amenaza militar existencial, ya que coloca la frontera de la Alianza Atlántica a sólo 450 kilómetros de Moscú. Por ello, la insistencia en el "camino irreversible" de Ucrania hacia la OTAN incentiva a Rusia a mantener la guerra todos los años que hagan falta para impedir ese ingreso.

Las amenazas económicas a China incluidas en la declaración de la OTAN suponen otra grave escalada geopolítica. A pesar de las desastrosas intervenciones en Irak, Libia y Afganistán y sus funestas secuelas, la OTAN parece seguir en la irrealidad de que puede imponer su voluntad al resto del mundo y soslaya que los ciudadanos europeos no quieren ir a la guerra.

"Desmoronamiento de la propia Alianza Atlántica"

A principios de julio, más de 60 especialistas norteamericanos en política exterior advirtieron en una carta abierta, publicada por el diario británico 'The Guardian' y otros medios, que las reiteradas promesas de integración de Ucrania en la OTAN engañan a los ucranianos, prolongarán la guerra y acrecientan el riesgo de guerra directa con Rusia e incluso de "desmoronamiento de la propia Alianza Atlántica", que no podrá cumplir el compromiso de defender a Ucrania.

La carta destacaba que "Estados Unidos no debe ir a una guerra contra Rusia por Ucrania hoy, ni comprometerse a ir a la guerra contra Rusia por Ucrania en el futuro" y recordaba que los líderes de los países aliados carecen del apoyo de sus ciudadanos para ir a la guerra contra Rusia. La carta estaba firmada por especialistas de las principales universidades norteamericanas y de destacados 'think tanks', como Carnegie Endowment for International Peace y Council on Foreign Relations.

La OTAN en su declaración de Washington eleva aún más el riesgo de escalada al afirmar en el punto 13 que los aliados pueden considerar que las denominadas operaciones hibridas alcanzan en algún momento el nivel equivalente a un ataque armado y "podrían llevar al Consejo de Atlántico Norte a invocar el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, que activa la defensa mutua colectiva, es decir, entrar en guerra.

Rechazo de la ciudadanía

La inmensa mayoría de los ciudadanos europeos, incluso en los países más antirrusos (Polonia, Bálticos), rechaza totalmente el envío de tropas nacionales a Ucrania, como detalla el informe del proatlantista Consejo Europea de Relaciones Exteriores (ECFR), elaborado por Ivan Krastev y Mark Leonard. El apoyo al envío de tropas sólo supera el 20% en Estonia y Suecia.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha sido el único en insistir en la posibilidad de enviar tropas a Ucrania. Su coalición sólo logró el 24% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones legislativas el 7 de julio y gracias a los votos regalados por la izquierda para frenar al ultra Agrupamiento Nacional (RN). En la primera vuelta se quedó en el 21%.

Uno de los riesgos inmediatos de Ucrania es caer en el impago de la deuda externa privada por la presión de los financieros occidentales propietarios de 22.000 millones de euros en bonos, como BlackRock, Pimco, Fidelity y AllianceBernstein. La suspensión de dos años del pago de la deuda privada expira el 1 de agosto y los acreedores rechazan la quita del 60% que pide Kiev, por lo que Ucrania podría estar en situación oficial de impago (default) en septiembre. Esto complicaría la continuidad de los préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Unión Europea (UE).

Otro grave problema de Kiev es su dificultad para generar tropas. Unos 850.000 varones en edad de combatir han abandonado ya Ucrania, según Eurostat, y la mayoría de los jóvenes que quedan en el país hacen la posible para no ser reclutados. La OTAN y la UE llevan dos años repitiendo que las sanciones impedirán a Rusia continuar la guerra. Pero tras el choque inicial su industria militar es aún más potente, indican los informes, la economía rusa se ha recuperado y, según el FMI, crece el triple que la europea: el 3,6% y 3,2% en Rusia en 2023 y 2024, frente al 0,4% y 0,8 % de la eurozona.

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