La OTAN refuerza la ayuda a Ucrania y se compromete a apoyarle en un "camino irreversible" hacia la integración

La OTAN ha aprovechado la cumbre en Washington que marca su 75 aniversario para reforzar su ayuda a Ucrania y mandar un mensaje contundente sobre su compromiso con esa asistencia y la unidad de los aliados transatlánticos en el apoyo a Kiev frente a la agresión de Rusia y las amenazas crecientes del Kremlin. Y aunque Volodímir Zelenski volverá a marcharse de esta cumbre sin cubrir el objetivo largamente perseguido de tener un calendario concreto que garantice a Ucrania una adhesión a la Alianza, sí tiene al menos una declaración conjunta que, con más contundencia que hasta ahora, compromete a la OTAN a apoyar a Ucrania en un "camino irreversible" hacia la integración. "El futuro de Ucrania está en la OTAN", dice el texto.

Los anuncios de la ayuda empezaron ya el martes. Por la noche el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizó el de una entrega de defensas aéreas adicionales por parte de EEUU, Alemania, Rumania, Países Bajos e Italia que tildó de "histórica". Concretamente, Washington Berlín y Bucarest enviarán a Ucrania cuatro baterías Patriot que se sumarán a las ya entregadas, y Amsterdam y Roma sumarán componentes para otra batería más. Además, Biden anunció la intención de Washington y los aliados, incluyendo España, de sumar en los próximos meses "docenas de sistemas tácticos de defensa aérea adicionales" y municiones.

Este miércoles también el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, avanzaba una noticia que ya se había anticipado y que confirmó después por la Casa Blanca en un comunicado conjunto de Biden con los líderes de Dinamarca y Países Bajos: con apoyo de EEUU, los dos países europeos han empezado ya la transferencia de cazas de combate F-16 a Ucrania, que podrán empezar a operar este verano. Concretamente Países Bajos donará 24 de los aviones fabricados por EEUU y Dinamarca, 19. Y se anunciaba también que Noruega y Bélgica sumarán donaciones de F-16 para finales de año.

Zelenski, que participaba en varias de las reuniones de este miércoles en Washington y mantenía también encuentros bilaterales con varios líderes, incluyendo el nuevo primer ministro británico, Keir Starmer, y el canciller alemán, Olaf Scholz, daba la bienvenida y el agradecimiento a las medidas y a entregas como las de los F-16, que desde el Kremlin se denunciaban como prueba de que "Washington está liderando una mafia de guerra".

"Confío en que nos ayudarán a proteger mejor a los ucranios de los brutales ataques rusos", decía el líder de Kiev sobre el traspaso de los cazas, y mencionaba específicamente el de esta semana contra un importante hospital infantil de Kiev.

Irreversible

Zelenski compartía en esos mensajes en X (Twitter) que sus equipos continuaban "trabajando en Washington para cerrar acuerdos que fortalezcan la capacidad defensiva de Ucrania". Y aunque se marchará de EEUU sin su ansiado calendario para la integración y sigue sin haber consenso sobre su membresía, el lenguaje del comunicado final apunta a cierto avance.

El texto asegura que el país "ha elevado su interoperabilidad e integración política con la Alianza". Aplaude las reformas "democráticas, económicas y de seguridad" desde la cumbre anterior. Y afirma: "seguiremos apoyando su camino irreversible a la plena integración Euro-Atlántica, incluyendo la membresía en la OTAN". Los 32 miembros también reietran que estarán en posición de realizar una invitación formar "cuando los aliados lo acuerden y se cumplan condiciones".

Era algo que ya había adelantado en unas declaraciones Alexander Stubb, presidente de Finlandia, que con su reciente adhesión sumada a la de Suecia ha ampliado la membresía hasta los actuales 32 países. Stubb decía que Putin solo entiende "el poder" y se declaraba "muy feliz" por la redacción, que veía como "un mensaje al Kremlin".

El texto también acusa a China de haberse convertido en un apoyo "decisivo" para Moscú con su "apoyo a gran escala a la base industrial de defensa" de Rusia, y señala igualmente a Irán y Corea del Norte de alimentar la guerra contra Ucrania con apoyo militar directo al Kremlin.

La declaración, además, incluye el compromiso de la OTAN de aportar a Kiev un mínimo de 40.000 millones de euros en asistencia militar en el próximo año.

Stoltenberg

En un coloquio paralelo a la cumbre este miércoles, antes del primer plenario dedicado a Ucrania, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguraba que "las acciones hablan más fuerte que las palabras" y decía que los compromisos de ayuda inmediata y de apoyo a largo plazo, los acuerdos bilaterales o movimientos como la instalación en Alemania de un nuevo mando que facilite y asegure el entrenamiento y la entrega de ayuda (con la Alianza asumiendo funciones que hasta ahora coordinaba EEUU),  constituyen un "puente" que pone a Ucrania "más cerca de la membresía".

Tras repasar las agresiones de Rusia desde la invasión de Crimea en 2014 hasta la invasión total en 2022, Stoltenberg también afirmaba que esa membresía deberá llegar en el momento en que se logre un alto el fuego. "Si hay un nuevo acuerdo tenemos que asegurar que Ucrania tiene las capacidades para detener futuras agresiones de Rusia y necesitan garantías de seguridad y la más fuerte sería el artículo 5", dijo en referencia a la piedra angular del Tratado de la OTAN que activa la defensa mutua. "La forma de garantizar que (Rusia) se detiene es la membresía en la OTAN", insistía Stoltenberg, que el 1 de octubre será relevado en el cargo por Mark Rutte.

El compromiso de EEUU

Aunque Ucrania y la amenaza de Rusia centran la agenda de cumbre de Washington sobre el cónclave planean otros elementos que desatan incertidumbre y ansiedad, y ninguno es posiblemente mayor que las dudas sobre qué puede pasar con la Alianza si en las elecciones de noviembre vuelve a la Casa Blanca Donald Trump. Esa es una de las razones por las que Biden, sumido en una grave crisis interna por las dudas sobre su candidatura, se ha esforzado por renovar el firme compromiso de Washington con la OTAN.

Además de discursos e intervenciones con ese mensaje, hay acciones concretas. Y la Casa Blanca ha emitido este miércoles un comunicado conjunto con Alemania en el que han anunciado que EEUU empezará en 2026 en el país europeo "episódicos" despliegues de misiles de largo alcance "como parte de la planificación de estacionamientos duraderos en el futuro" de este tipo de armamento, que incluirá armas hipersónicas" con un alcance signficativamente mayor que los misiles de tiera actualmente basados en Europa". El texto asegura que el paso "demuestra el compromiso de EEUU con la OTAN y sus contribuciones a la defensa integrada de Europa".