Italia vende los dos pisos de su anterior consulado en Barcelona por tres millones de euros

Dos mástiles sin banderas y una cámara de seguridad siguen asomándose al chaflán de Mallorca con Pau Claris, en un cruce noble del Eixample. Las persianas se ven echadas tras las ventanas del principal y el primer piso, el dúplex en que se había alojado el consulado de Italia en Barcelona hasta que se mudó a la calle Aribau en 2021. Dos folios impresos en castellano e italiano -repletos de celo y muy arrugados- informan todavía del traslado de la legación que representa a la colonia más numerosa de extranjeros residentes en la ciudad, con 45.803 nacionales en 2023. Más de tres años después del cambio de dirección, las autoridades italianas tratan de deshacerse de su antigua sede, situada en una de las zonas más cotizadas de la capital catalana.

El Consulado General de Italia en Barcelona anunció este agosto que subasta las dos viviendas de la calle Mallorca. El precio de salida es de tres millones de euros por el dúplex; es decir, no se aceptarán ofertas inferiores a esa suma para traspasar ambos domicilios, que se venden juntos en un mismo lote.   

La delegación transalpina ha rebajado la valoración en algo más de medio millón de euros tras un intento fallido de transferir la sede al mejor postor el pasado mes de mayo. La primera subasta se declaró desierta al no presentarse ningún aspirante. Entonces, el importe para adquirir las viviendas debía superar los 3,5 millones de euros. Exactamente, debía rebasar un listón fijado en 3.552.203,03 euros. La cantidad se estableció por una tasación inmobiliaria del valor de mercado redactada el febrero pasado, según consta en el aviso con el que el consulado convocó la primera licitación para vender los domicilios, propiedades del Estado italiano.

Zona exclusiva

La cuantía elevada por la que Italia intenta sacudirse de dos inmuebles que ya no usa como oficina en Barcelona cuadra con los precios exclusivos que imperan en la Dreta de l’Eixample. El metro cuadrado de las viviendas de segunda mano de la zona figura como el cuarto más caro de la urbe, solo superado por Pedralbes, Les Tres Torres y Sant Gervasi-Galvany, según la Generalitat. El coste medio se ha incrementado un 21,82% desde principios de 2019 en el barrio.

A escasos metros de paseo de Gràcia, los pisos a la venta en ese entorno rozan el millón de euros, cuando no lo superan, incluso de forma holgada. En realidad, el importe del metro cuadrado a partir del que se puede competir por la anterior sede consular resulta más asequible que el que se estila en otros puntos de la Dreta de l’Eixample, que asciende de promedio a 6.050,80 euros, según estimaciones de la Generalitat a partir de las compraventas del primer trimestre de 2024.   

El dúplex que albergó la legación italiana mide 762 metros cuadrados. Siendo así, la cantidad mínima exigida en la segunda tentativa de subasta equivale a 3.937 euros por metro cuadrado. Es algo más barato que el importe medio de venta por vivienda usada en Barcelona, que se estima en 4.333,75 euros. El precio de salida de la primera convocatoria para transferir los domicilios alcanzaba los 4.661,68 euros por metro cuadrado. En ese caso, sí excedía el promedio de la capital.

“Finca regia”

El consulado de Italia publicita su propiedad en un tríptico, en que la define como una “oficina singular por su situación”, en un tramo “paralelo a paseo de Gràcia” ubicado “entre la Casa Batlló y La Pedrera”. El folleto la describe como un “dúplex con terraza” en una “finca regia”, compuesto por “dos viviendas interconectadas, de 381 metros cuadrados” cada una y “todo exterior”. 

Barcelona esperará para decidir si puja por los bloques habitados que el Clínic subasta

El anuncio de la subasta ahora en marcha aduce que “el Estado italiano es propietario de inmuebles no utilizados situados en España”. Añade que procura venderlos “con vistas a racionalizar y valorizar los activos inmobiliarios italianos” en el país.

El aviso detalla que, tras cerrarse el primer concurso sin ofertas, el Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de la primera ministra ultraderechista Giorgia Meloni emitió una resolución el pasado 12 de julio en que “se invita a la sede” consular de Barcelona “a realizar un segundo intento de venta pública, fijando el precio de salida de subasta en tres millones de euros”. Apostilla que esa cuantía es el “punto de partida para seleccionar el mejor ofertante”. 

El candidato que se imponga tendrá que abonar la suma íntegra cuando se efectúe el traspaso. Para ser admitido en la licitación, se debe depositar una fianza provisional de 300.000 euros. Al margen de particulares y compañías privadas que cumplan los requisitos que estipula la ley italiana, las administraciones públicas también pueden participar en la puja.

El plazo para presentarse en el concurso concluye el 25 de septiembre. EL PERIÓDICO ha contactado sin éxito con el Consulado General de Italia en Barcelona, que no ha respondido a las preguntas enviadas por este medio.

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