Aina Puerto: "La cultura popular en las fiestas de Sants está garantizada"

Las Fiestas de Sants 2024 comienzan este sábado 24 de agosto, en el marco de una edición que trae algunas novedades y recupera también tradiciones perdidas. Lo relata Aina Puerto, la nueva presidenta de la Federació de la Festa Major de Sants. Como vecina de la calle Sagunt de toda la vida y miembro de esta comisión desde los 18 años, cuenta con una buena trayectoria de participación en la organización de la principal celebración del barrio. Joven y preparada, Puerto se estrena en el cargo tras relevar al expresidente de la federación, Toni Devesa. La incorporación de Aina como presidenta ha marcado el inicio de una etapa renovada, caracterizada por el énfasis en la representación femenina, la participación joven y la colaboración entre diferentes generaciones.

¿Cómo será esta edición de la fiesta mayor de Sants y qué novedades trae? ¿Hay algún elemento singular respecto a ediciones pasadas?

Tendremos mucha afluencia, eso seguro, pues este año la fiesta cae muy tarde y no coincide ningún día con las fiestas de Gracia. Otro reto es el cambio de localización de la feria, que estará en la intersección entre Rambla Badal con Rambla Brasil. En esta nueva ubicación, a diferencia de la anterior junto a la Estación de Sants, tenemos vecinos más cerca. Ha sido una decisión urbanística por las obras, no depende de nosotros. Nos sabe mal, pero la federación no podemos hacer nada al respecto.

La Fiesta Mayor de Sants 2024 calienta motores.

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Las fiestas de Gracia se han quedado sin apenas actividades de cultura popular por una crisis entre 'colles'. ¿Corre algún peligro la programación tradicional en Sants?

La cultura popular en las fiestas de Sants está garantizada. Justamente este año hay otra novedad importante que lo asegura: el regreso de la cercavila, que no se realizaba desde la pandemia. Será antes del pregón del sábado 24, a las 18:30 en la plaza de Bonet i Muixí, y participarán las 'colles' de cultura popular. Podremos ver desde los gigantes de la calle Vallespir y los 'diables' hasta el dragón de la 'colla' china y bailes bolivianos. Habrá todo tipo de cultura popular e intercultural de nuestro barrio. Además, cada calle tendrá sus propias actividades de sardanas, habaneras, castellers…

El pregonero es Jesús Rodríguez, periodista de La Directa, recién regresado de un exilio en Suiza por su imputación en la causa contra Tsunami Democràtic. ¿Por qué han decidido hacer una apuesta con tanta carga política?

Buscábamos una persona referente en el barrio y, además, queríamos hablar del periodismo de calidad y de la censura. Aunque no era la primera propuesta para hacer el pregón, por todo lo que ha sucedido este año con su figura, la Federación decidimos apostar por él. Además, Jesús es un buen vínculo entre el asociacionismo, las fiestas alternativas y la federación. El mundo del asociacionismo con la militancia de base y la federación ha sido un buen mix. El barrio está muy unido con su pregonero. ¡Este año tendremos un pregón chulo, unitario y muy potente!

La pasada edición las fiestas se autoaplicaron una restricción total de actividades con agua por la sequía. ¿La mantendrán? ¿Habrá alguna más?

Este año el agua sigue sin contemplarse como actividad, aunque haya disminuido el nivel de sequía. Sin embargo, en esta edición recuperamos el fuego. Por ejemplo, para las brasas. ¡No tendremos que utilizar planchas para las comidas populares! También habrá fuego para los 'diables', que podrán actuar sin problema.

Este 2024 hay solo once calles decoradas. ¿Cómo valora la evolución del número de comisiones participantes? ¿Prevé que aumente a medio plazo?

Sí, hay una calle menos que participa, Robrenyo. Estaba formada por una comisión joven y con poca gente. No se veían con fuerzas, estaban cansados. Es una lástima porque, poco a poco, se van perdiendo calles y no se están recuperando. Tenemos como reto, de cara a otras ediciones, recuperar calles para que la fiesta no muera. El desafío está en encontrar vecinos que quieran participar y que no sean entidades privadas las que organicen las actividades. Estamos buscando herramientas y estrategias para incentivar la participación vecinal, pero nos mantenemos optimistas, sobre todo porque las comisiones, más que nunca, están formadas por gente joven.

¿Qué aportación supone el trabajo voluntario de tantos vecinos para decorar las calles?

La aportación vecinal es clave. Sin participación y sin que la gente se involucre, la fiesta mayor no tiene ninguna gracia. Las fiestas mayores molestan cuando no las conoces. Si vienes y participas, seguro que te acaban molestando mucho menos. Al final, es clave venir y conocer a la gente.

¿Ha participado en la decoración de su calle este año?

¡Sí! Un poquito. Aunque he de decir que no es mi punto fuerte [ríe]. Yo soy más de dar soporte moral y pintar algo fácil.

¿Cómo viven los vecinos de Sants, como usted, la masificación de las fiestas?

Es un reto recurrente que debemos abordar, sobre todo porque el barrio cada vez está más gentrificado. Con las redes sociales es muy difícil que el barrio no se haga popular. Sants, por otra parte, está muy dividido ahora: no es el mismo Sants el de Alcolea y Vallespir que el de la Farga y Fénix. Este año, el hecho de que la feria esté en otra ubicación puede ayudar a que estas calles, las de arriba, no estén tan saturadas. Pero la masificación es un hecho, y si no empezamos a poner medidas, en un tiempo seremos como Gràcia.

Si las fiestas de barrio mueren, no será por la masificación, sino porque no habrá gente en las comisiones"

¿Le da miedo que el barrio pierda su esencia?

Totalmente. Por ejemplo, la falta de gente en las comisiones se debe a que hay muchos vecinos que no está arraigados al barrio. Si las fiestas de barrio mueren, no será por la masificación, sino porque no habrá gente en las comisiones.

En relación a la prevención de conductas y agresiones machistas, ¿hay un incremento de puntos lila u otras herramientas?

Aumentan las parejas itinerantes por los distintos escenarios de la fiesta. En cambio, los puntos lilas funcionan más o menos como el año pasado. Por ejemplo, hay uno fijo en el espacio de Castellers, en la estación de Sants. Aunque no todas las calles disponen de un punto lila, la federación lo incentivamos y ofrecemos formación para que los vecinos tengan conciencia y conocimiento sobre cómo actuar.

Muchos barrios y municipios celebran fiestas en verano, ¿qué hace únicas las de Sants?

El decorado y todo lo que implica su creación. La red y la cohesión que se crea entre los vecinos. También la diversidad que se encuentra en la cantidad de calles decoradas y el microclima que hay en ellas. Aunque algunas queden muy lejos de otras, cada espacio crea un rincón de bullicio, un punto de vida que irradia todo el barrio. Por otro lado, la historia y la larga trayectoria de las fiestas: las han vivido los mayores y ahora las vive la gente joven. La historia crea memoria. Y, por último, la cultura popular, que intentamos que esté siempre presente. Por eso, la Taula intercultural del barrio vela para que haya representación de todo tipo de asociaciones culturales en la cercavila y en los actos unitarios. Las fiestas de Sants significan, para muchos, 'casa'. Por eso intentamos luchar para mantener este sentimiento.

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