El Ejecutivo de Salvador Illa

Los deberes del nuevo Govern con Barcelona: 1.700 pisos públicos, tranvía, Hospital del Mar, juzgados o el BIST

El ayuntamiento espera la aprobación de los presupuestos de la Generalitat para desencallar varios proyectos de la ciudad que dependen de esas cuentas

Collboni afirma que Barcelona perderá 650 millones por no aprobarse los presupuestos de la Generalitat

Collboni señala a los Comuns tras descartar el Govern 1.700 pisos en Barcelona por la falta de presupuestos

Jaume Collboni y Salvador Illa, en un acto del Cercle d'Economia, en mayo pasado.

Jaume Collboni y Salvador Illa, en un acto del Cercle d'Economia, en mayo pasado. / Ferran Nadeu

Toni Sust

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Cuando el ya expresident de la Generalitat, Pere Aragonès, convocó el pasado 13 de marzo elecciones autonómicas anticipadas por la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con la oposición para aprobar los presupuestos catalanes para el 2024, el Ayuntamiento de Barcelona vivió con inquietud esa decisión, que le afectaba directamente.

La noticia suponía una amenaza seria de como mínimo retrasos en varios proyectos de la ciudad vinculados con la gestión y la inversión del Govern. El alcalde, Jaume Collboni, puso una cifra a las inquietudes del consistorio un día más tarde, el 14 de marzo: “Nuestra estimación es que Barcelona dejará de recibir del ámbito competencial de la Generalitat 650 millones de euros”.

Partidas concretas

Collboni, que denunció la “irresponsabilidad” de los Comuns sin citarlos, hizo una pequeña lista de las cuestiones que quedaban amenazadas. La más clara, porque así lo señaló el propio Govern por boca de su ‘consellera’ de Territori, Ester Capella, fue el proyecto de construcción de 1.700 pisos por parte de Incasòl en solares cedidos por el ayuntamiento.

La propuesta de la cesión de 27 solares de titularidad municipal al Gobierno catalán para la construcción de vivienda protegida fue uno de los pasos relevantes que el gobierno municipal del PSC dio en los primeros meses del actual mandato, en agosto de 2023.

Los detalles del acuerdo

En octubre, el alcalde oficializó con Aragonès la cesión de los solares y los detalles quedaron reflejados en el convenio firmado en enero por el alcalde y la ‘consellera’ Capella. La previsión es que los derechos de los terrenos pasen a ser durante 75 años del Incasòl, y que este organismo invertiría 221 millones para construir las viviendas.

En febrero, Capella precisó que la previsión de la Generalitat era empezar las obras para construir 637 viviendas en 11 solares de los 27 cedidos por el ayuntamiento a partir del primer semestre del 2026. Todo quedó parado al no aprobarse las cuentas autonómicas, y ahora el proceso debería volver a la vida.

El metro y la unión del tranvía

Collboni citó como otro de los proyectos amenazados la ampliación del Hospital del Mar, que vive su segunda fase y que debe concluir en 2030. Asimismo, la falta de nuevos presupuestos se convirtió en una amenaza para la construcción del tramo central de la L9 de metro. Aunque, finalmente, es el desgaste de la tuneladora lo que ha obligado a asumir una demora mínima de dos años.

El alcalde advirtió la semana pasada a los Comuns, en el pleno municipal de julio, que para completar la unión del tranvía por la Diagonal antes del fin de mandato, como exigen los de Ada Colau, se requiere que la Generalitat tenga nuevos presupuestos. Y lo ha confirmado de nuevo al presentar el proyecto ejecutivo de la obra: si hay cuentas a los dos lados de la plaza Sant Jaume, habrá obras dentro de un año en el 'tramo noble' de Francesc Macià a Verdaguer. Hasta que no las haya, los operarios no irán a la avenida.

La nueva Audiencia de Barcelona

En el frente judicial, dos aspectos quedaron comprometidos por la prórroga presupuestaria autonómica. Por un lado, el proyecto de la nueva Audiencia de Barcelona, en el solar de Lluís Companys, cuya construcción empezará, si el proceso sigue el curso previsto, a finales de 2026.

El otro aspecto fue citado por Collboni en su comparecencia del 14 de abril: se trata de la creación de siete nuevos juzgados en Barcelona, que si bien serán de titularidad estatal precisan de recursos económicos del Govern para su puesta en marcha y funcionamiento.

El BIST

Otro proyecto de la lista que la falta de cuentas autonómicas puso en cuestión, y muy destacado, es la sede del Barcelona Institute of Science and Technology (BIST). Tanto es así que la semana pasada el consistorio y la Generalitat participaron en un acto para garantizar su continuidad.

El pasado jueves, las dos administraciones aseguraron que seguirán las obras del edificio del BIST, uno de los centros integrados en la remodelación del Mercat del Peix, que aspira a convertirse en un polo científico. Enmarcado en el plan estratégico 'Ciutadella del Coneixement', agrupará en sus instalaciones a 900 profesionales dedicados a la investigación médica de precisión.

El edificio se ubicará en el antiguo Mercat del Peix, donde se está construyendo un nuevo campus de la Universitat Pompeu Fabra, y contará con 25.000 metros cuadrados. El jueves, Collboni se reunió con el ‘conseller’ de Recerca i Universitats, Joaquim Nadal, e integrantes del BIST precisamente para avalar la continuidad de la iniciativa, sobre cuya continuidad se generaron dudas. El ayuntamiento se comprometió a avalar que la reforma prosiga, a la espera del nuevo Govern.

La “oportunidad perdida”

“No puedo más que lamentar la oportunidad perdida ayer en el Parlament”, afirmó Collboni en marzo pasado. Ahora el alcalde confía en que el nuevo Govern, con un presidente socialista como Salvador Illa, al que conoce muy bien, se convierta en un socio decisivo para el Ejecutivo local.

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