Una nueva Diagonal

La unión del tranvía entre Verdaguer y Francesc Macià empezará en el verano de 2025 si Barcelona y Govern tienen presupuesto aprobado

El proyecto, que requerirá unos 40 meses de obras, modifica la entrada de los coches a Barcelona para evitar tantos cruces con el Tram en la plaza

Collboni supedita culminar la unión de los tranvías de Barcelona en 2027 a un acuerdo de presupuestos

El tranvía asalta la Diagonal 20 años después sin resolver el enigma sobre la conexión con Francesc Macià

Imagen virtual del tranvía, en el cruce de la Diagonal con Muntaner

Imagen virtual del tranvía, en el cruce de la Diagonal con Muntaner / Ajuntament de Barcelona

Carlos Márquez Daniel

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Años atrás, el debate se centraba en el invento en sí. A un lado del 'ring', los que defendían que el tranvía es fundamental para conectar Barcelona con los municipios del entorno. Al otro, los que consideraban que el Tram es una infraestructura demasiado rígida para una ciudad tan densa; una cicatriz fea e incómoda. Ahora, en agosto de 2024, la discusión se focaliza en la financiación. El pescado ya está vendido. Pero en el fondo, todo sigue siendo política: antes para convencer sobre el proyecto, ahora para poder pagarlo. El Ayuntamiento de Barcelona ya tiene listo el dibujo de la reurbanización de la segunda fase de la conexión del tranvía por la Diagonal, esto es, el tramo que va desde la calle de Girona hasta Francesc Macià. El gobierno municipal, que ha compartido los detalles este jueves, estima que antes de final de año se podrá llevar a cabo la aprobación inicial. Si todo va bien, y sobre todo, si se aprueban los presupuestos de la ciudad de cara a 2025, el consistorio prevé que las obras empiecen en el verano del año que viene.

El nuevo tranvía por la Diagonal empieza las pruebas de circulación

El nuevo tranvía por la Diagonal empieza las pruebas de circulación / JORDI OTIX

En paralelo, la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) deberá impulsar su propio proyecto de la infraestructura. Es decir, la ciudad se encarga de la parte urbanística, cosa que incluye la ampliación del colector que pasa por debajo de la Diagonal, y la ATM, de la tranviaria. Cuando los tres contratos estén aprobados definitivamente (colector, urbanización y vías), entonces se entrará en la etapa de la licitación de las obras, paso previo para poder iniciar unos trabajos que requerirán de unos 40 meses de piqueta. Un plazo muy similar al de la primera fase (Glòries-Verdaguer), que requirió 17 meses para el colector y dos años y medio (si se cumple la promesa de terminar en otoño de 2024) para la superficie.

Las cifras económicas de la operación son mayúsculas: 55 millones para la urbanización, 60 millones para doblar la capacidad del colector de aguas que vienen del norte de la ciudad y unos 100 millones para la nueva infraestructura. Este último presupuesto se podrá concretar en septiembre, cuando se espera que la ATM tenga cerrada la parte ejecutiva de su parte.

Magia socialista

Pero ojo, para que la ATM saque adelante la infraestructura de la fase 2 de la unión del tranvía por la Diagonal, el Govern, socio mayoritario de este ente público, también necesita tener al día sus cuentas. Si esto fuera un truco de magia, el PSC estaría tocando el violín como hacía Tamariz. Los socialistas gobiernan en la capital catalana y también tiene cerca el cetro de la Generalitat. En resumen: Si los habituales defensores del Tram (ERC y Comuns) no apoyan el presupuesto socialista en ambas Administraciones, ni tranvía ni 'tranvie'.

El TramBesòs, a su paso por Glòries.

El TramBesòs, a su paso por Glòries. / Marc Asensio Clupés

Si echan cuentas, si se cumple el deseo expresado por el gobierno municipal de ponerse a ello en el verano de 2025, en 2029 podría culminarse al fin la conexión del tranvía que en documentos de TMB ya aparecía a finales de los años 80, de manera que el Trambesòs y el Trambaix quedarían finalmente conectados más de dos décadas después de su estreno.

Doble acuerdo

En el pleno municipal del pasado viernes, el alcalde Jaume Collboni ya supeditó la segunda fase del tranvía a un doble acuerdo presupuestario, en la Generalitat y en el Ayuntamiento de Barcelona, que permita acometer la obra. En la primera fase entre Glòries y Verdaguer, colector a banda, el coste total será de unos 120 millones de euros que se terminarán pagando casi a partes iguales.

El nuevo tranvía por la Diagonal el día que empezó las pruebas de circulación, el pasado 15 de julio.

Las pruebas del tranvía del 15 de julio / JORDI OTIX

El alcalde respondía a la pregunta lanzada desde la bancada de Barcelona en Comú, que le exigía algo más de concreción ante un proyecto iniciado a bombo y platillo en los tiempos de Ada Colau. La primera teniente de alcalde, Laia Bonet, ha insistido este jueves en esta misma idea, llamando a la responsabilidad a los grupos de la oposición para que allanen el camino de las cuentas del año que viene si quieren ver el tranvía terminado tras 20 años de debate.

Las obras de la primera fase empezaron en marzo de 2022 con la idea, eso dijeron las autoridades, de que los tranvías empezaran a circular en marzo de 2024. La nueva promesa, después de que las primeras pruebas de paso del Trambesòs empezaran el 15 de julio, es que el pasaje podrá subirse al invento en otoño.

Glòries estrena la nueva parada de tranvía

El día del estreno de la nueva parada de Glòries / MANU MITRU

Las de la segunda fase, que sumarán las paradas de Diagonal/Cinc d'Oros, Balmes y Casanova, se plantean en tres fases. La más novedosa es la que va de Francesc Macià a la avenida de Sarrià. El tranvía circulará por la parte interior de la plaza, cosa que obliga a una reformulación de la entrada de coches desde el lado Llobregat. A la altura de la calle de Fra Luis de Granada, los vehículos que vayan por el tronco central se desviarán hacia el lateral del lado mar, de manera que solo los autobuses puedan seguir recto hasta Macia, donde se creará un intercambiador con el Tram, con dos andenes. De esta manera, los turismos colisionarán menos con el tranvía, puesto que solo cruzarán las vías los que vayan a buscar Pau Casals o el sentido contrario de la Diagonal. Nada se cambiará en el tronco central para los que vayan hacia el Llobregat.

Ojo con los autobuses

Entre Sant Joan y paseo de Gràcia se mantendrá el diseño que ya se ha aplicado entre Glòries y Verdaguer, esto es, ramal central para tranvía y carril bici, laterales para coche y aceras mucho más anchas que ahora. En este sentido, Bonet ha destacado que la fase 2 ganará 16.000 m2 de espacio peatonal y cerca de 19.000 m2 de zonas consideradas verdes. Entre la plaza de Cinc d'Oros y Macià se respetará en los laterales la reforma realizada en 2015 en tiempos del alcalde Xavier Trias. Pero el lateral viario volverá a tener dos carriles para vehículos y las bicis pasarán al centro con el Tram.

Buenas noticias para los defensores del tranvía, pero quizás no tanto para los del autobús, que a partir de Maciá, en sentido Besòs, pierde sus carriles que ahora tiene reservados en ambos sentidos y deberá compartir espacio con los vehículos privados. Se entierra del todo la opción que defendía Xavier Trias de crear una línea de autobuses eléctricos que cruce toda la Diagonal. Pasará, pero serán tranvías.