Cuarto verano de clausura

La reapertura de la playa contaminada de Sant Adrià se retrasa hasta el invierno como mínimo

El tramo de costa vallado desde 2021 por la detección de metales pesados cancerígenos se someterá a partir de septiembre a la tercera operación de limpieza que se practica en poco más de un año

La llegada de dos nuevos cables submarinos de datos a la playa del Litoral de Sant Adrià compromete su reapertura

Cartel colgado en la valla que cierra la playa contaminada de Sant Adrià de Besòs.

Cartel colgado en la valla que cierra la playa contaminada de Sant Adrià de Besòs. / RICARD CUGAT

Jordi Ribalaygue

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Pese a los huecos por los que más de un bañista sigue colándose sin temor a ser multado, la valla que rodea la playa del Litoral de Sant Adrià de Besòs sigue vetando el acceso al tramo de costa de la ciudad del área metropolitana de Barcelona, cerrada desde mayo de 2021. La localidad vecina a la capital cumple el cuarto verano de penitencia, privada de su principal línea de mar por la detección de metales pesados potencialmente cancerígenos a ras de arena, y a la espera de si se logra borrar el rastro de los vertidos que la industria dejó bajo tierra durante las décadas en que invadió el litoral. 

La tercera operación de descontaminación que se acometerá en poco más de un año en Sant Adrià empezará cuando el verano agonice, si no ya con el otoño recién empezado. Si nada más se retrasa en una historia repleta de vaivenes, las tareas de limpieza se retomarán avanzado septiembre y deben finalizar al cabo de 81 días, si no se dan pausas a lo largo de 11 semanas seguidas. De ser así, acabarán a finales de año, en torno a Navidad. 

En todo caso, la reapertura no será inmediata una vez que se den por concluidos los trabajos, que dependen de nuevo del Gobierno de España por ser el titular de la línea de costa. Los análisis que se tendrán que practicar para examinar el estado de la arena decidirán si el cercado se levanta. Solo pasará si no se hallan sustancias tóxicas en la superficie que amenacen a la salud. 

El Ministerio de Transición Ecológica ha encomendado ya a la empresa pública Emgrisa que efectúe una nueva limpieza superficial. Las tareas se presupuestan en 560.061,79 euros, que asume el ejecutivo central. Sumado al resto de contratos y encargos, la factura para recuperar la playa de Sant Adrià se eleva a un coste de 1.815.716,09 euros en total para el Estado, de acuerdo a los datos del perfil de contratación de la Dirección General de la Costa y el Mar.  

Anuncios con cautela

La alcaldesa de la localidad, Filo Cañete, informó en una audiencia con vecinos de la ciudad el pasado junio que, “si todo va bien, rápido y los informes llegan a tiempo”, el ministerio confiaba en que las nuevas obras para limpiar la playa quizá comenzaran “a finales de julio o principios de agosto”. Lo dijo con muchas reservas, subrayando que no tenía la certeza de que fuera a ser así, consciente del riesgo de generar una expectativa que acabase de nuevo en chasco. Cañete se disculpó porque el gobierno local anunciara que la costa reabriría en julio de 2023, un pronóstico que se truncó. 

Una zanja durante las obras de descontaminación de 2023 en la playa del Litoral de Sant Adrià de Besòs.

Una zanja durante las obras de descontaminación de 2023 en la playa del Litoral de Sant Adrià de Besòs. / RICARD CUGAT

El Ayuntamiento apunta ahora que, según los últimos contactos que ha mantenido con Madrid, los trabajos en la playa “comiencen durante la segunda quincena de septiembre”. En todo caso, el consistorio insiste en mostrarse cauteloso y puntualiza que no puede asegurar que las previsiones del ministerio vayan a cumplirse este vez. Transición Ecológica señala que Emgrisa ya practica labores preliminares sobre el terreno, como “la toma de muestras de arenas para enviar al laboratorio” y “la definición de las zonas de playa donde se tiene que actuar”.  

Las borrascas Ciarán -en noviembre de 2023- y Nelson -durante la pasada Semana Santa- engulleron parte de la orilla de Sant Adrià e hicieron aflorar contaminación otra vez, cuando ya se habían logrado retirar los primeros desechos tóxicos, dos años después de emerger al removerse el subsuelo para extender cables de fibra óptica. El Ayuntamiento denunció a la empresa que extendió el cableado de telecomunicaciones submarino, AFR-IX, por supuestas infracciones en la excavación. Un juzgado de Badalona archivó el caso en julio al no apreciar delito medioambiental

AFR-IX ha solicitado permiso para desplegar dos cables más bajo la playa del Litoral en 2025. La descontaminación no será completa, al no descender por debajo de los 80 centímetros de profundidad, un estrato donde se descarta que exista peligro mientras los residuos permanezcan sepultados. No obstante, los antecedentes recuerdan que los temporales y las obras amenazan con hacer que broten y provocar que la clausura se prolongue aún más.

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