Barcelona estudiará si el Primavera Sound superó el nivel de ruido permitido en el entorno del Fòrum

Las quejas por ruido a altas horas de la noche han vuelto a brotar en torno al Fòrum y en localidades al norte de Barcelona, incluso a más de 20 kilómetros de distancia, coincidiendo con los conciertos del Primavera Sound de la semana pasada, que alargaron las actuaciones hasta las seis de la mañana entre la madrugada del viernes y la del domingo. La indignación de vecinos desvelados por la música de los festivales al aire libre en el parque situado al final de la avenida Diagonal se repite año tras año en la capital y fuera de ella. 

Habitantes de los aledaños a la explanada donde se montaron los escenarios aseguran que el estrépito les incordió más que en ediciones anteriores. Atestiguan que, incluso, notaron vibraciones en casa. La única medición accesible para certificar hasta qué punto la música se convirtió en un estruendo irritante para los barrios del Besòs i el Maresme y Diagonal Mar es la del sonómetro que el Ayuntamiento de Barcelona tiene ubicado de forma permanente a la altura de la Rambla Prim con la Diagonal, frente a la entrada al Fòrum.

El sensor -colgado a la altura de un primer piso en un cruce envuelto de bloques y hoteles- detectó puntas de sonido en que se excedió el tope de contaminación acústica en varias ocasiones a altas horas del viernes al domingo. Cuadra con las tres jornadas seguidas con conciertos casi hasta el alba. Por su parte, los organizadores del Primavera Sound afirman a EL PERIÓDICO que sus mediciones "ponen de relieve que los niveles de ruido atribuibles a los diferentes escenarios del festival se mantienen dentro de los límites autorizados".  

El Ayuntamiento contesta que estudiará los registros. “Se analizarán con detenimiento todos los datos y las medidas que se han llevado a cabo para comprobar si se han respetado los niveles de ruido” durante el certamen, se compromete.

Tope de 61 decibelios

La ordenanza de medio ambiente de Barcelona dicta que no deben superarse los 55 decibelios en horario nocturno en vías como la Rambla Prim y la parte baja de la Diagonal, clasificadas como zonas B1 en el mapa de capacidad acústica de la ciudad. Concierne a calles en que las viviendas coexisten con infraestructuras de transporte. Los 55 decibelios que se exigen usualmente se superaron en todo momento entre las 23:00 h y las 06:00 h del jueves al viernes y del viernes al sábado. El límite también se franqueó durante la noche del sábado al domingo, salvo durante algunos minutos entre las 04:56 h y las 05:35 h.

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No obstante, esas desviaciones no transgreden el reglamento municipal, porque eleva el umbral en seis decibelios cuando se celebran actividades de ocio al aire libre. Por lo tanto, el patrón exigible al Primavera Sound y los demás espectáculos del Fòrum es que no propaguen más de 61 decibelios entre las 23.00 y las 07.00 horas a los domicilios del contorno.

Con base a los resultados consultados por EL PERIÓDICO, el aparato que el consistorio tiene colocado más cerca del Fòrum alcanzó cotas por encima de los 61 decibelios en diversos instantes mientras se tocaba en los escenarios. La pauta se rebasó justo al finalizar la primera jornada del certamen, entre las 23:00 y las 00:00 horas del pasado miércoles, a la salida de los conciertos. Tampoco se bajó del máximo autorizado entre las 23:09 h y las 23:40 h del jueves, lo que volvió a ocurrir entre las 02:12 y las 02:45 h del viernes, ya con cantantes y grupos exhibiéndose hasta las seis de la mañana. Pasó igual entre las 23:48 h del viernes y las 00:22 h del sábado y entre las 23:00 h y las 23:40 h del 1 de junio.

Las detecciones por encima de 61 decibelios se repitieron con más frecuencia en los tres días con actuaciones hasta el amanecer. El récord se anotó a las 23:00 h del sábado, con 74,6 decibelios. Las superaciones se mezclaron con rangos ajustados a la regulación durante casi toda la noche y la madrugada del viernes y el fin de semana. Las ocho horas ininterrumpidas de música nocturna de las tres jornadas se dividen en 144 franjas de 10 minutos: de todas ellas, solo en 16 intervalos no se sobrepasó nunca el extremo tolerado.

En todo caso, determinar si se ha infringido la ordenanza resulta mucho más complejo. La norma exige evaluaciones de 30 minutos y ponderadas con diferentes variables, combinadas en una compleja fórmula matemática. Corresponderá al Ayuntamiento resolver la operación.

"Atentado" o cumplimiento

La plataforma Stop Concerts cree que se ha cometido un “atentado contra la salud de las personas” por alterarse el descanso durante el Primavera Sound. “Estamos desbordados por la gran cantidad de afectados que nos han escrito en los últimos días. La queja es multitudinaria”, sostiene Enric Navarro, presidente de la entidad opuesta a que se concentren eventos multitudinarios en el Fòrum, donde se programan también la Feria de Abril, el Cruïlla o el Share Festival a partir del próximo viernes, entre otros.

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Stop Concerts no confía en que el malestar remita en las inminentes citas musicales. “Ya no hay diálogo posible con el Ayuntamiento. Será la Justicia la que hable”, zanja Navarro. La plataforma estudia denunciar la incomodidad que achaca a la acumulación de 'shows' entre la medianoche y al filo del amanecer en el parque, como ocurrió el pasado fin de semana. Navarro apunta que, mediante una aplicación de sonometría, chequearon que el ruido se disparó un día hacia las 19.30 horas a "101 decibelios" en las inmediaciones de la plataforma marina del Fòrum.

El Primavera Sound explica que toma sondeos "en continuo", basados en captaciones "desde varios puntos estratégicos en el exterior del recinto y la zona urbana, así como en el interior" del Fòrum. La organización destaca que transmite "diariamente" sus cálculos a la administración y que "cualquier indicio de desvío" se corrige de forma "inmediata". "Somos los primeros en querer conciliar el derecho al descanso de los vecinos de nuestro barrio con el derecho a que otros vecinos puedan disfrutar de música en directo", defiende.

A su vez, el certamen resalta que emplaza los instrumentos de control de sonido "lejos de cualquier fuente de ruido que pueda contaminar la medición". Por el contrario, señala que el sensor municipal está sometido "al ruido del tráfico", de los peatones y una terraza próxima. "Los valores que se registran son poco fiables y resultado de la suma de muchos más factores. En el caso de la Rambla Prim, el festival no es el foco predominante", postula.

Stop Concerts opone que la circulación quedó parcialmente cortada durante la tarde y la noche entre el miércoles y el sábado, por lo que rebate que los valores que el sonómetro municipal arroja se deban al tráfico. El Ayuntamiento responde que las cifras de sus sensores son “en bruto”. “Se deben analizar para establecer cuáles son las fuentes de ruido existentes”, matiza.

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