Los programas de mentoring permiten un intercambio de conocimiento en las organizaciones que consigue desarrollar la mejor versión de mentores y mentees. Esto ayuda a que aumente el sentido de pertenencia y las empresas logren retener talento.

Durante nuestra trayectoria profesional, nos cruzamos con personas que nos ayudan a desarrollar todo nuestro potencial y nos orientan con sus conocimientos y experiencia para avanzar en nuestra carrera. Esto se conoce como “mentoring” y aunque parece un término moderno, nada más lejos de la realidad, su origen se remonta a la Grecia Mitológica. En la obra de Homero, ‘La Odisea’, Ulises (rey de Ítaca), encarga la educación de su hijo a Mentor Alcímida. Influencia de ello, la Real Academia Española recoge el término ‘mentor’ como guía o consejero.

En la última década estamos viendo como las empresas están implantando programas de mentoring dentro de su estrategia para sacar el máximo partido a su talento interno. Pero, aunque ahora, el término se ha popularizado, impulsar la carrera de otros a través de mentores se lleva haciendo desde hace muchos años. Hurbert de Givenchy consideraba un maestro y un mentor al diseñador español Balenciaga por todo lo que aprendió de él. También, cuando Mark Zuckerberg comenzaba su andadura empresarial con Facebook se reunía para charlar con Steve Jobs, fundador de Apple y quizás uno de los visionarios tecnológicos más importantes de nuestro siglo. Al fallecer Jobs, Zuckerberg le dedicó su gratitud con estas palabras: “Gracias por ser un mentor y un amigo”.

En todos los sectores hay personas con más experiencia que pueden ayudar a otros en su desarrollo profesional y convertirles en mentee (aquel asesorado por un mentor). Vanessa Carrera, fundadora y directora de Insighters y consultora especializada en el desarrollo de personas, líderes y equipos, nos explica los beneficios del mentoring “fomenta valores como la colaboración, el aprendizaje mutuo, el respeto y la comunicación”. Eso sí, cabe destacar que para que los programas de mentoring tengan éxito, deben estar pensados y diseñados para las personas y tener claro el propósito que se quiere conseguir, ya sea formar a futuros líderes, transmitir conocimientos técnicos en un área específica, impulsar el talento femenino de la compañía o incidir en alguna soft skills como el trabajo en equipo, la gestión de conflictos o mejorar las habilidades de comunicación.

Construir una relación de confianza

Conseguir una buena conexión entre mentor y mentee es fundamental, hay que encontrar dos perfiles que encajen y hagan “match”. En ‘esta relación’, el mentor “tiene que ser generoso y estar dispuesto a compartir sus conocimientos en el área en el que el mentee quiera desarrollarse”, detalla Vanessa Carrera. Además, la experta señala varias características que debería tener un buen mentor: buena escucha, habilidades de comunicación, actitud abierta al aprendizaje y proactividad.

Tamara Lemaire, responsable de Coaching y Mentoring de Repsol revela que, si se consigue una buena conexión entre ambas partes, “se crea un vínculo especial por el tipo de conversación que se genera en un entorno de confidencialidad y confianza que les permite hablar con transparencia”. Esta relación que se forja aporta un enriquecimiento mutuo y nace de una predisposición totalmente voluntaria por ambas partes. Claramente, el mentee aprende de los conocimientos y experiencia de su mentor, pero los mentores crecen como personas y como profesionales. Los mentee, al sentirse acompañados, tienen mayor confianza ante sus nuevos desafíos y pueden sentirse más motivados.

Beneficios para la empresa

Las ventajas del mentoring no se limitan a las figuras del mentee y el mentor, es una práctica que también beneficia a las empresas. Tal y como añade Vanessa Carrera, “facilita la transmisión de información y la colaboración, y puede ayudar a transmitir los valores de la organización”. Por su parte, Tamara Lemaire asegura que “mejoran el rendimiento, el compromiso y retenemos talento dentro de la compañía”.

Aunque el gran protagonista es el mentee, la experta de la multienergética señala que “el cimiento de la fuerza transformadora y constructiva es el mentor”. Y es que, desde Repsol tienen claro que “la mayor riqueza que tenemos como compañía es nuestro talento humano” y aprovechan esta ventaja competitiva para poder sacar la mejor versión de sus empleados sea cual sea el momento de su carrera profesional que estén viviendo y los retos a los que se enfrenten. Ejemplo de ello, cuentan con el programa WeLead_Flash Mentoring, diseñado para los recién promocionados a líder. Uno de los grandes triunfos, tal y como señala Tamara Lemaire, es que, a la hora de buscar mentores, “nuestros líderes han mostrado su generosidad y compromiso con la compañía y cuando los hemos llamado para decirles ‘hemos pensado en ti para dar ejemplo’, la respuesta ha sido un ‘sí’ en voz alta”.

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Conseguir que sean un éxito

La formación del mentor es importante para el éxito del programa. Vanessa Carrera declara que “hay que preparar a los mentores para que tengan conversaciones potenciadoras, sepan estructurar las reuniones con el mentee y aprendan a dar feedback constructivo y útil”. En el caso de Repsol, Tamara Lemaire asegura que uno de los aspectos que más valoran es que se sienten acompañados durante el proceso, además aprecian que “les reconocemos el rol de mentor, les certificamos y les damos herramientas”. Para ella, un claro ejemplo de éxito es que los mentores repiten.

En muchas ocasiones, aunque las sesiones que se han marcado en un comienzo han terminado, mentor y mentee continúan en contacto. Además, admite que “en nuestros programas los mezclamos por completo, a no ser que sean habilidades técnicas, pero por ejemplo ponemos un perfil de finanzas con un geólogo”. Esto supone una oportunidad de conectar con otras áreas de la compañía y crear una red de networking, que, de otra forma, no hubiera sido posible.

Gracias a los programas de mentoring, empresas como Repsol consiguen aumentar el compromiso y el sentido de pertenencia, lo que impacta positivamente en los resultados de la organización, además de identificar a líderes potenciales y darles las herramientas para que desarrollen su mejor versión.

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