Sequía en Catalunya

Estado de los embalses en Catalunya, hoy: así está la reserva de agua en los pantanos, en tiempo real

Los cinco pantanos del sistema Ter-Llobregat, que abastece al área metropolitana y parte de las comarcas gerundenses, están al 35,97%

El Govern advierte de que la sequía no ha terminado: "Si no llueve, la emergencia volverá en 2025"

Cinglera i Pantà de Sau

Cinglera i Pantà de Sau / El Periódico

Montse Baraza

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Las reservas de agua en los embalses de las cuencas internas catalanas han retrocedido este mes de julio, que ha sido eminentemente seco, después de cuatro meses en los que las lluvias permitieron remontar la situación. Según datos de la Agencia Catalana del Agua (ACA), los nueve pantanos encaran el mes de agosto al 33,9% de su capacidad, con 235,90 hm3 de agua. A finales de junio, las reservas se acercaban al 40%.

La escasa lluvia del mes de julio ha frenado pues la inercia positiva que llevaban embalses como la Baells -vuelve a caer por debajo del 50%-, la Llosa del Cavall o Foix (del 67% al 60%). Sau está al 26% cuando había remontado hasta el 43%, aunque parte del bajón se debe a la transferencia hacia el pantano vecino de Susqueda, el único que ha ganado reservas en el último mes: del 35,4% al 41%.

Pese a este ligero retroceso, el nivel de reservas con el que los pantanos de las cuencas internas encaran lo que resta de verano y el otoño es superior al que presentaba hace un año. A 31 de julio de 2023 el nivel de los embalses era del 27,5%, más de seis puntos por debajo del nivel actual.

En cuanto a los cinco pantanos del sistema Ter-Llobregat, que abastece agua a 202 municipios catalanes incluida Barcelona y su área metropolitana, y parte de las comarcas gerundenses, están al 35,97% de su capacidad, con 220 hm3 de agua acumulada en su conjunto. En relación a hace un mes, cuando rozaban el 40% de su capacidad con un 39,3% de las reservas, la caída es algo más de tres puntos.

Y es que este julio, a diferencia de los meses de junio, mayo y abril, ha sido "seco o muy seco", sobre todo en el prelitoral norte, en la Catalunya Central y en puntos de la llanura de Lleida. Sólo ha sido lluvioso en la sierra de la Albera, en la vertiente sur del Pirineo más occidental y en puntos de la depresión Central, según apunta el Servei Meteorològic de Catalunya.

El mes empezó con el paso de un sistema frontal que regó gran parte de Catalunya el mismo día 1, aunque las mayores cantidades cayeron en el sur y en poniente. Entre los días 5 y 7 de julio se vivió el episodio de precipitación más destacado, con fuertes tormentas y acumulaciones abundantes de precipitación en la vertiente sur del Pirineo con registros por encima de los 60 mm. Pero desde entonces la lluvia apenas ha hecho acto de presencia. Esto sumado a las altas temperaturas registradas en la segunda mitad del mes, el final del deshielo y el aumento del consumo de agua propio de la época han contribuido a la frenada del crecimiento de las reservas de agua en los pantanos, y un inicio de retranqueo.

La situación podría cambiar en las próximas horas: la previsión es que esta tarde de viernes se produzcan fuertes lluvias y tormentas que, en algunos casos, podrían dejar hasta 40 litros por metro cuadrado en menos de 30 minutos. Según los pronósticos del Servei Meteorològic de Catalunya, tras una semana de calor extremo y temperaturas de récord, en las próximas horas la situación atmosférica podría cambiar radicalmente. Este viernes se esperan lluvias generalizadas que podrán llegar acompañadas de temporales, tormentas eléctricas, fuertes rachas de viento y hasta granizo. Ante esta previsión, las autoridades han activado alertas amarillas y naranjas en casi todas las comarcas catalanas por riesgo de inundaciones.

El pasado 23 de julio, tras la mejoría de las reservas, el Govern anunció tres cambios de fase que suponen una rebaja de restricciones por sequía. La cabecera del Llobregat (con pueblos como la Pobla de Lillet) pasó del estado de 'alerta' a 'prealerta'. La cabecera del Ter (con ciudades como Vic y Ripoll) y el área del Llobregat Mitjà (destacan Berga y Moià), que estaban en excepcionalidad, entraron en 'alerta'.

De todos modos, el Govern ya ha advertido de que "la sequía no ha terminado". "La sequía no ha terminado. Ha llovido, sí. Pero basta con mirar un mapa para entender que la crisis hídrica sigue aquí", recuerda Samuel Reyes, el director de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA). ¿Y cuándo se dará por terminada la sequía? Cuando los embalses superen el 60% de su capacidad o cuando todas las comarcas de Catalunya estén pintadas de verde o azul. De momento, la mayoría siguen pintadas de amarillo y naranja.

Reyes ha avisado de que, si no llegan lluvias durante lo que queda de verano y en otoño tampoco, el sistema Ter Llobregat, el que abastece a casi seis millones de catalanes, podría volver al estado de excepcionalidad. No obstante, la temida emergencia no volvería hasta 2025.