Operación de la Policía Nacional

Cae una red que explotaba personas en plantaciones de marihuana en Barcelona, Tarragona y Castellón

Hay 28 detenidos, entre ellos los cuatro líderes, nueve plantaciones desarticuladas y se han intervenido varias armas y más de 13.000 plantas

Los narcos reclutan pistoleros con armas de guerra para proteger la droga en Catalunya

Plantas de marihuana.

Plantas de marihuana. / POLICÍA NACIONAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Golpe a una red criminal que se dedicaba a la trata de seres humanos para luego explotarlos en plantaciones de marihuana, donde se dedicaban al mantenimiento y cuidado de las instalaciones. Agentes de Policía Nacional han liberado a dos personas que se encontraban recluidas en dos plantaciones de marihuana, desmantelando un total de nueve plantaciones y deteniendo a 28 personas, entre ellos los cuatro cabecillas, a quienes se les atribuyen delitos de trata de seres humanos, entre otros delitos graves. 

Las plantaciones intervenidas se encontraban en Castellbisbal, Molins de Rei, Barcelona, Tarragona y Castellón. En el operativo, se han intervenido, entre otras cosas, dos armas largas y una corta y 13.218 plantas de marihuana. Se calcula que la defraudación de fluido eléctrico asciende a 1,9 millones de euros. La Policía da por desarticulada la organización.

Las víctimas vivían en condiciones precarias, tenían prohibido salir de la plantación y tener contacto con nadie externo

El modus operandi de la organización criminal consistía en alquilar naves industriales a nombre de empresas sin ningún tipo de actividad, a cargo de las que estaban dos testaferros sin actividad laboral alguna ni recursos económicos, para posteriormente montar en el interior macro plantaciones de marihuana.

La banda modificó el modus operandi: de trabajar en naves industriales pasó a operar en chalets en urbanizaciones aisladas

La organización estaba perfectamente estructurada, con la jerarquía y los roles de cada miembro muy definidos, siendo el cabecilla un ciudadano español que se ocupaba de localizar las naves industriales, gestionar los alquileres y comprar todo el material necesario para la plantación. Por encima de él, tendría a los líderes de la red, que eran quienes daban órdenes.

Por debajo del cabecilla, se encontraban los miembros encargados de localizar a posibles víctimas en su país de origen para destinarles a las tareas de cuidado y vigilancia de las plantaciones. Tareas de 24 horas. En este escalón se encontrarían los “controladores”, encargados de vigilar a la víctima y proporcionarle todo lo necesario, acudiendo cada dos o tres semanas a la plantación in situ.

Más de un año de investigación

La investigación se inició en febrero de 2023 cuando se localizaron dos plantaciones de marihuana ubicadas en naves industriales en las localidades de Castellbisbal y Molins de Rei. Una vez en el interior de una de ellas, se localizó a la persona que custodiaba dicha plantación, y una vez los agentes actuantes se entrevistaron con él, ciertas características hicieron ver que quizá se trataría de una posible víctima de trata de seres humanos.

La investigación arrancó a raíz de dos plantaciones localizadas en Castellbisbal y Molins de Rei

Esta persona, una vez entrevistada, manifestó que se encontraba recluida y que había sido engañada en su país de origen por un compatriota. Éste último le prometió trabajo en España en un lavado de coches, trabajo que aceptó ya que su mujer e hijo dependían económicamente de él. Una vez le facilitaron el traslado desde su país de origen a España, le recogieron en el aeropuerto y lo trasladaron directamente a una nave industrial donde en el interior, se encontraba una plantación de marihuana. 

Las dos víctimas liberadas vivían en la plantación, sin poder salir al exterior, sin luz natural ni ventilación y comiendo lo que les daba la banda

En ese momento le retiraron sus pertenencias, incluido el pasaporte y el teléfono móvil y le dijeron que debía ocuparse del cuidado de la plantación, facilitándole un teléfono con un único contacto grabado, que era quien le explicaría el cuidado de la plantación y los trabajos a realizar en ella, siempre bajo la amenaza de hacer daño a su familia si no accedía. Esta persona llevaba tres meses encerrada en la plantación cuando la Policía nacional le pudo liberar.

Se calcula que la defraudación de fluido eléctrico asciende a 1,9 millones de euros

En la segunda plantación registrada, se localizó a otra persona de similares características y de la misma nacionalidad, sin embargo, le captaron en otra ciudad europea y en este caso, sí que le manifestaron que tenía que hacerse cargo del cuidado de una plantación de marihuana, si bien, le dijeron que en España esta actividad era legal.

Esta segunda víctima estuvo recluida durante dos meses en una plantación de marihuana, sin contacto con el exterior y con la retirada de su pasaporte. Una vez se recolectó toda la marihuana, fue trasladado a otra plantación de la organización, donde fue liberado por la Policía Nacional.

Destacar que las dos víctimas liberadas vivían en el interior de la plantación, sin poder salir al exterior, sin luz natural ni ventilación y comiendo únicamente lo que les proporcionaba algún miembro de la organización.

Otras 7 plantaciones en BCN, Tarragona y Castellón

Tras analizar la documentación encontrada en las dos plantaciones desmanteladas y con las declaraciones de las víctimas, se pudieron localizar otras seis plantaciones, ubicadas en Barcelona, Tarragona y Castellón, las cuales fueron también desmanteladas y no se localizaron a otras víctimas.

Tras desmantelar las seis plantaciones de marihuana, quedaba pendiente localizar y detener a los líderes de la organización; se pudo observar un cambio en el modus operandi, ya que ahora utilizaban chalets en urbanizaciones aisladas para continuar su actividad delincuencial y no ser detectados.

Finalmente y tras varios meses de investigación, a finales de este mes de junio se consiguió desmantelar esta organización criminal con la detención de todos sus miembros, realizando la entrada y registro simultáneos en siete inmuebles, tres domicilios particulares y cuatro chalets, en cuyo interior se encontraban sendas plantaciones de marihuana totalmente equipadas.

Cuatro de los 28 detenidos han entrado en prisión. A todos los arrestados se les imputan los delitos de trata de seres humanos, pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, falsedad documental, contra el derecho de los ciudadanos extranjeros y defraudación de fluido eléctrico.

Tras gestiones posteriores, se pudo averiguar que uno de los principales líderes de la organización fue condenado en el año 2002 a 25 años de prisión en Albania por cruce y asistencia ilegal de las fronteras del Estado, ingresando en prisión en ese país.

Así mismo, se pudo averiguar que dicha organización criminal tenía vínculos con otra investigada anteriormente por la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, en la que se detuvo a un total de 123 personas por el favorecimiento masivo a la inmigración ilegal de ciudadanos albaneses, entre otros delitos.