Campeones de Catalunya de Fútbol Sala

El 'dream team' del IE La Mina: el equipo de alevines creado contra el absentismo escolar que ha tumbado al Barça

El combo creado por un maestro del instituto-escuela para arraigar al alumnado a la escuela ganó el sábado el campeonato de Catalunya tras imponerse 4-3 al Barça Escola

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Los campeones de La Mina, el sábado en Tortosa.

Los campeones de La Mina, el sábado en Tortosa.

Helena López

Helena López

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A sus 12 años, Javi Heredia cuenta con voz dulce y un más que notable catalán la emoción que sienten tras ganar el sábado la final del campeonato de Catalunya de fútbol sala ni más ni menos que contra el Barça Escola. "Fue un partido muy difícil, nos costó muchísimo, pero supimos aguantar y trabajar como equipo y ganamos 4-3", relata este alumno de sexto de primaria del IE La Mina, uno de los siete jugadores del asombroso equipo de la escuela. "Cuando el árbitro pitó el final del partido nos pusimos muy contentos y empezamos a cantar '¡campeones!' de alegría, pero primero saludamos y dimos la enhorabuena al Barça, porque hay que saber jugar, perder y ganar, y lo primero es el compañerismo", prosigue el pequeño, tan buen orador como jugador.

"La gran victoria fue llenar un sábado por la mañana un autobús de 55 plazas con los jugadores, las familias y los maestros para pasar el día en Tortosa a jugar el campeonato"

Marta de Campo y Genaro Lagaria

— Docentes del IE La Mina

Relata su experiencia tras el emocionante pasillo que les ha dedicado toda la comunidad educativa del centro este lunes a los flamantes campeones. "No pensaba que llegaríamos tan lejos; para todo el equipo es un honor representar al barrio y que todo el mundo sepa que el equipo de fútbol sala del IE La Mina ha ganado el campeonato de Catalunya y que por ser gitano o marroquí no eres peor ni mejor que nadie", remacha el pequeño futbolista.

Genaro Llagaria es el orgulloso tutor de Javi, además de su entrenador de fútbol sala. Entregado maestro del IE La Mina desde hace seis años, formó el equipo "principalmente para mejorar la asistencia de los niños y las niñas a la escuela; para fomentar unos hábitos saludables y que los alumnos que quisieran jugar no pasaran tanto tiempo en la calle y pudieran hacer la actividad fuera del horario escolar".

Entrenan dos días a la semana y los partidos son los viernes por la tarde, así que ocupan tres tardes a la semana. "Este curso hemos hecho un equipo alevín con siete niños y hemos tenido la suerte de jugar la final contra el Barça Escola, una experiencia maravillosa para nuestros niños", relata el maestro, quien confiesa que, "con el carácter del barrio de La Mina, sabíamos que teníamos nuestra oportunidad si jugábamos como sabíamos y poniéndole todas las ganas".

Ganar una final al Barça es ganar una final al Barça y a nadie le amarga un dulce, pero sobra decir que en esta historia la histórica victoria del sábado en Tortosa es solo la golosa anécdota. El gran éxito de este equipo, posible solo gracias a la épica implicación de los docentesGenaro entrena a los niños tres tardes por semana después de llevar su tutoría– llegó ya antes de jugar el partido: logrando llenar un autobús de 55 plazas un sábado para la mañana para pasar el día en Tortosa, con los jugadores, sus familias y sus maestros (Marta del Campo, la directora de la escuela, no solo subió al autocar, sino que les hizo de reportera durante todo el día, inmortalizando cada partido).

El reflejo más bonito

"Ese es el reflejo más bonito y más sentido de lo que somos el instituto escuela, que realmente somos una gran familia. Me siento muy orgulloso de formar parte de esta escuela y de este equipo; es una experiencia maravillosa poder compartir tiempo con estos niños y sus familias fuera del horario escolar", prosigue Genaro, quien añade que "son familias muy agradecidas: si les das un poco y ven que te preocupas por sus hijos, te lo dan todo".

El maestro y la directora coinciden en que, para la escuela, "lo más importante es la actitud y el buen comportamiento que estos niños y sus familias tienen cada partido". "Normalmente recibimos felicitaciones, y, antes de ganar la liga, recibimos el premio a los valores, para nosotros el mejor de todos", apuntan. 

Antes de llegar al campeonato nacional ganaron el territorial, donde se alzaron también con un reconocimiento a los valores del equipo y las familias

Antes de llegar a la final con el Barça ganaron la liga de los centros del Consell Esportiu del Barcelonès Nord, al que pertenecen. Fue una primera victoria ya muy sonada: no perdieron un solo partido en toda la liga, siendo uno de los consejos deportivos más fuertes, ya que compitieron contra clubs de Santa Coloma y Badalona, la cuna del fútbol sala catalán.

Vínculo con la escuela

"Tener un equipo de fútbol sala en el colegio y que el entrenador sea el maestro es un hecho muy importante, porque genera un vínculo fuerte con la institución educativa; al profesor lo ven cada día y saben que lo primero es la escuela y que el fútbol va después", subraya la directora del instituto escuela, quien celebra cómo a través del futbol sala logran también relacionarse de manera más intensa con las familias, que acuden a animar los partidos en casa y fuera.

A ojos de la directora, el hecho de ganar al Barça también ha sido muy importante para ellos porque "no se puede comparar el entorno donde deben de vivir los niños de ese equipo con el que viven los nuestros, un equipo del barrio de La Mina con niños gitanos muy trabajadores y luchadores: por eso han ganado", zanja del Campo, emocionada por el esfuerzo de sus alumnos y, con la misma intensidad, por el compromiso y el entusiasmo de su entrenador, "un maestro con muchas ganas de mejorar la vida de los niños" y cuyo trabajo en la escuela es "extraordinario". Mucho más que ganarle al Barça.

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