Educación en Barcelona

Alumnos del Besòs se zambullen en un proyecto sobre diversidad religiosa: "Nos ha servido para aprender a respetarnos"

Los chavales de tercero de ESO del Sagrat Cor Besòs han visitado los centros de culto de las distintas religiones que conviven en el barrio y han entrevistado a sus referentes

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Alumnando que ha participado en el proyecto 'Descubre la diversidad de creencias de tu entorno'.

Alumnando que ha participado en el proyecto 'Descubre la diversidad de creencias de tu entorno'. / zowy voeten

Helena López

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Hamza resume en una frase el objetivo (cumplido) de la iniciativa. "Ha servido para que, en vez de burlarnos, nos pongamos en los pies del otro", dice. Lo hace, micro en mano, desde el escenario del auditorio del Centre Cívic del Besòs i el Maresme (Barcelona), lleno de adolescentes como él. Frente a sus compañeros de clase y experiencia. Chavales como Jerich, Samantha, Lesly y Mery. Alumnos, todos, de tercero de ESO del Sagrat Cor Besòs, escuela en la que, por segundo año consecutivo, se ha llevado a cabo el aprendizaje-servicio (APS) - servicio comunitario 'Descobreix la diversitat de creences al teu entorn', un proyecto que les ha servido para visitar los centros de culto de las distintas religiones que conviven en el barrio -y en la ciudad- y entrevistarse con sus referentes.

"Nos ha ayudado a conocernos, reconocernos y respetarnos y nos ha hecho más fuertes como grupo"

Lidia

— Alumna de 3º ESO

Es lunes por la mañana, llueve, quedan poquísimos días para que termine el curso, y, lo más importante, aunque tienen 14 y 15 años, aguantan las dos horas de acto de cierre de ‘Trenquem els prejudicis’ -apellido del proyecto- portándose notablemente bien. No solo se sienten interpelados; son protagonistas

Según los últimos datos del padrón, en Barcelona conviven personas de 177 nacionalidades distintas, muchas de ellas presentes en esta escuela de la calle Lluís Borrassà, en el margen norte de la ciudad, allá donde se funde con La Mina. 

Al lado de Hamza, la otra alumna sobre el escenario representando al grupo es Luisa Heredia, quien añade que este servicio comunitario "les ha llevado mucho tiempo" y les ha servido "para hacerse más fuertes como grupo". "Nos ha ayudado a conocernos, reconocernos y respetarnos", prosigue la joven, igual que Hamza en un correctísimo catalán, que no abandonan hasta que otro de los miembros de la mesa habla en castellano, abriendo la veda al cambio de lengua.

"La experiencia ha servido para que, en vez de burlarnos, nos pongamos en los pies del otro"

Hamza

— Alumno de 3º de ESO

Tras la presentación de un vídeo resumen del proyecto -en el que se muestran imágenes de las visitas a los distintos centros de culto- y de una mesa redonda, un juego-dinámica de grupo para demostrar cuánto saben de cada religión, a la que invitan a los niños de sexto de primaria del colegio, también en la platea.

"¿Lo hemos hecho todo bien? ¡¡Vamos!!", exclama satisfecho un niño después de acertar las preguntas de quién cree en la reencarnación, para quién es importante ir a la Meca o quién no cree en ningún Dios. En el turno abierto de palabra, Hugo -también de 3º de ESO- cuenta que le ha gustado conocer "a los pastores de todas las comunidades, saber a quién rezaban, cuál era su libro sagrado…".

Todo pasa bajo la mirada de Hel•ladi Sastre, coordinador de los APS en el colegio y entregado motor del proyecto, quien les escucha orgulloso.

Robert Hernández, técnico de interculturalidad del Besòs-Maresme, comparte escenario con Hamza y Luisa y les plantea una propuesta interesante: ahora que ya han conocido los espacios de culto, les invita a que sigan visitando otros espacios de encuentro de barrio, como las pistas de críquet del CEM Francesc Abad, en la misma calle que su escuela. Unas pistas únicas en Catalunya, subraya, donde chicas de origen paquistaní (pero no solo) del barrio juegan a críquet. "Son totalmente gratuitas", añade el técnico con el deseo de que este servicio comunitario sea solo el inicio de algo más.

El reto de la pública

Lorena Spinola, técnica de educación de la Oficina d'Afers Religiosos (OAR) del Ayuntamiento de Barcelona, apunta que el origen de este servicio comunitario es una maleta viajera con materiales sobre diversidad religiosa (en la que se inspira el juego final del acto), que tienen a disposición de los colegios desde 2018. Muy satisfecha y agradecida del trabajo hecho por Sastre en el Sagrat Cor Besòs, Spinola señala que el reto ahora es poder implantar este servicio comunitario en escuelas de otros barrios.

"La escuela concertada religiosa tiene sensibilidad hacia la diversidad religiosa. El reto es llegar a los centros públicos porque diversidad religiosa y cultural van de la mano"

Lorena Spinola

— Oficina d'Afers Religiosos del Ayuntamiento de Barcelona

"No solo escuelas diversas. Nos interesa cualquier escuela, y el reto es llegar a los institutos públicos [el Sagrat Cor es una escuela concertada religiosa]", indica. "La escuela concertada religiosa tiene una sensibilidad especial a la diversidad religiosa, entienden que no solo han de tratar el catolicismo; pero en los institutos públicos no suele haber esa voluntad por parte del claustro. Hay interés en tratar la diversidad cultural, pero la palabra 'religión' genera un cierto rechazo en la escuela laica", prosigue Spinola.

Ella entiende que es muy necesario romper ese tabú, porque la diversidad religiosa tiene mucho que ver con la diversidad cultural. "Van de la mano", insiste concluyendo que el camino a seguir debe ser formar a los profesores para hacerles perder el miedo a hablar del hecho religioso. "A todos los profesores en general, de todas las materias, no solo a los profesores de Religión", zanja.

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