El caucho contaminante de campos de fútbol vertido en la playa de Cubelles llega a la fiscalía

El granulado de caucho está presente en una gran cantidad de campos de fútbol de césped artificial, sobre todo usados por equipos de chavales. Sin embargo, la Unión Europea ya ha advertido en más de una ocasión de los peligros de esta sustancia, que se deberá eliminar de los terrenos de juego en un plazo de ocho años, después de que se aprobara una moratoria sobre su retirada.

Este material no supone un problema para las personas si no lo ingieren, puesto que las sustancias que contiene (hidrocarburos, metales, plastificantes) se presentan en concentraciones muy bajas. Los problemas aparecen cuando el granulado de caucho entra en contacto con el medio ambiente. Y esto es precisamente lo que lleva tiempo ocurriendo en la playa de Cubelles (Garraf), cercana a un campo de fútbol, cuando llueve y el agua arrastra este material hasta el litoral.

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La novedad es que los últimos análisis realizados una investigadora de la Universidad de Santiago de Compostela, demuestran que el grado de contaminación, en alguno de los casos, supera los topes establecidos por la ley.

Playa familiar

Vecinos de la localidad recogieron muestras de este caucho, que se mezcla con la arena, procedente de una zona ajardinada cercana al campo de fútbol y de varios sacos llenos de este material que se retiraron. Además, también hay rollos de césped en desuso donde aún se concentra esta sustancia.

Tras ser analizadas por Llompart, las muestras evidenciaron que, en dos de los tres puntos estudiados, había presencia de sustancias como los hidrocarburos aromáticos policlínicos (HAP) en una concentración más alta de la permitida. Denuncian los vecinos que el ayuntamiento no ha procedido a retirar el granulado de caucho, que se puede ver a simple vista paseando por una playa de la Mota de Sant Pere, donde suelen ir familias dada la poca profundidad del mar en este punto.

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Ahora, la fiscalía deberá determinar si hay indicios de un delito medioambiental o contra la salud en los vertidos de este material que se acumula en Cubelles al menos desde 2016. Para acreditar un delito medioambiental, normalmente, se requiere reincidencia e intencionalidad. No obstante, será el fiscal quien deba tomar la decisión.

Los vertidos de caucho no afectan solo a esta playa en cuestión, sino también a la desembocadura del río Foix, un espacio protegido por la Red Natura 2000.

La Unión Europea aprobó en 2023 una restricción para la concentración de los hidrocarburos citados anteriormente en el caucho. El límite establecido para estos compuestos en materiales "en contacto intensivo" con la piel humana o la cavidad bucal es de 1 µg g-1, un umbral que se supera en algunas de las muestras analizadas. Además, la presencia de esta sustancia, sin estar todavía regulada por la UE, podría estar relacionada con la muerte de peces.

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