Proceso judicial

La fiscalía pide hasta tres años y tres meses de prisión para dos bomberos por la muerte de un compañero en Vilanova i la Geltrú

La acusación sostiene que los dos imputados no se dieron cuenta de que el fallecido se había descolgado del grupo hasta más de 20 minutos después de salir de la nave

Mandos de los Bombers: "Entre tú y yo: tengo en la cabeza el caso de Joan Liébana"

Manifestación en recuerdo del bombero fallecido Joan Liébana en la plaza de Sant Jaume, en octubre de 2021.

Manifestación en recuerdo del bombero fallecido Joan Liébana en la plaza de Sant Jaume, en octubre de 2021. / GUILLEM SANCHÉZ

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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El 17 de junio de 2021, en torno a las 13.56 horas, se recibió en el Parque de Bomberos de Vilanova i la Geltrú (Garraf) el aviso de un incendio en un taller de coches de esta localidad. Dos vehículos se dirigieron al lugar para combatir las llamas. En una de las dotaciones iba el bombero Joan Liébana, que tenía 30 años. Después de entrar en la nave se descolgó del grupo y ningún compañero se dio cuenta de su ausencia al salir de la nave. Quedó atrapado y falleció. La Fiscalía de Barcelona solicita ahora tres años y tres meses de cárcel para un cabo del cuerpo de Bomberos de la Generalitat, M. F. C., y dos años de prisión para el binomio del fallecido, I. B. B., según el escrito al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO.

La fiscal Natalia Fernández atribuye a los dos bomberos investigados el delito de homicidio imprudente y a uno de ellos, el cabo, otro delito contra la seguridad de los trabajadores. No solo reclama la pena de prisión, sino la inhabilitación profesional por el mismo periodo de tiempo y una indemnización de 131.000 euros a la familia de Liébaba. En la causa figuran como responsable civil directo la compañía de seguros Fiatc (que en caso de condena se hará cargo de la indemnización) y como civil subsidiaria, la Generalitat.

El incendio ocurrido en junio de 2021 en el taller de Vilanova i la Geltrú.

El incendio ocurrido en junio de 2021 en el taller de Vilanova i la Geltrú. / El Periódico

La acusación pública sostiene que I. B. B., el binomio de Liébana, un bombero experimentado, no realizó "comprobación alguna" de la posición de su compañero, "ni se cercioró de que se hubiera agarrado a la manguera, ni que bajara las escaleras, ni que saliera de la nave con él". Por ello, entiende que "incumplió las más elementales normas de seguridad y cuidado, más en este caso dado el gravísimo peligro que corrían".

En cuanto al otro imputado, el cabo M. F. C., asegura que "no efectuó comprobación alguna, ni se cercioró de que todos los bomberos a los que había dado la orden de entrar en la nave habían salido". Tampoco mandó que se montase la mesa de control, lo que "imposibilitó conocer a cualquier otro bombero" o a los mandos que tomaron el relevo que Liébana permanecía en el interior de la nave. El cuerpo sin vida fue hallado más de 20 minutos después de que el equipo de bomberos saliera del inmueble.

Visibilidad nula

El escrito relata que cuando los bomberos acudieron a la nave, vieron que salía mucho humo. Tras conectar la manguera, el cabo imputado ordenó a Liébana y a su compañero I. B. B. que entraran en la nave con todo el equipo. Pero al no localizar el foco del incendio, salieron. Informaron al cabo y este, ante la gran cantidad de humo y las altas temperaturas, ordenó que volvieran a acceder al local acompañados de otros dos bomberos. Los cuatro ascendieron por las escaleras a la planta superior.

"La visibilidad era nula y la temperatura muy elevada, siendo imposible la supervivencia dentro de la nave" sin los equipos de protección, precisa la fiscal. La entrada de los dos binomios se realizó sin que se hubiera montado la mesa de control, por lo que los cuatro bomberos no pudieron dejar sus etiquetas identificativas y no se pudo cronometrar el tiempo que estaban en el interior.

Al alcanzar el altillo, los bomberos se encontraron con un distribuidor que conducía a tres estancias. Allí, el acusado I. B. B. pidió intercambiar la posición a Liébana. En ese momento y "por causas que se desconocen", argumenta la fiscal, Liébana "no se aferró a la manguera y debido a la falta absoluta de visibilidad, perdió la posición de sus compañeros y la referencia de su posición espacial". Los bomberos restantes avanzaron sin él, con el acusado I. B. B. como "punta de lanza", hasta el lugar donde creyeron que estaba el foco del incendio, donde I. B. B. efectuó dos rociadas con la manguera. En ese instante, llegó el cabo M. F. C., agarrado de la manguera, y, ante la falta de visibilidad y las "altísimas temperaturas", ordenó de "viva voz" dar la vuelta y salir. Y así hicieron, sin percatarse de que Liébana se había quedado dentro de la nave.

La acusación subraya que Liébana se "quedó solo" en el altillo sin "posibilidad ninguna de recuperar la posición de sus compañeros y perdida toda referencia del lugar donde se hallaba". Trató de salir por sus medios y se apoyó "en las paredes en busca de una puerta" que le condujera a la escalera. Sus esfuerzos fueron en vano. Por las "altísimas" temperaturas y "probablemente el agotamiento de las reservas de aire" en las bombonas, este bombero "cayó desvanecido" y falleció. Fue encontrado por otros bomberos las 15.15 horas, más de 20 minutos después de que los acusados hubieran salido de la nave.

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