Investigación judicial

El juez ordena revisar de nuevo si falló el respirador del bombero fallecido en Vilanova i la Geltrú

Mandos del cuerpo fueron sorprendidos por los Mossos expresando en privado que les preocupaba que el el accidente mortal del pasado mes de junio estuviera relacionado con la crisis de los ERA

El incendio del taller de Vilanova i la Geltrú.

El incendio del taller de Vilanova i la Geltrú.

J. G. Albalat
Guillem Sánchez
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El juzgado de Vilanova i la Geltrú que investiga la muerte del bombero de la Generalitat Joan Liébana en un incendio en dicha localidad ha acordado la ampliación del informe pericial para determinar si el equipo de respiración asistida (ERA) de la víctima, era defectuoso, según las fuentes judiciales consultadas por EL PERIÓDICO. En la causa hay al menos dos compañeros del fallecido imputados por homicidio por imprudencia: transcurrió una hora desde que el resto de bomberos que había entrado junto a Liébana saliera del taller en llamas hasta que otro funcionario, accidentalmente, halló su cuerpo. El togado que instruye las pesquisas también ha tomado declaración a varios testigos que han relatado lo que sucedió ese día, una tragedia que todavía planea sobre los Bombers.

Las escuchas

Los Mossos d’Esquadra remitieron al juzgado de Barcelona que investiga un caso de presunta corrupción en el cuerpo de Bombers de la Generalitat un atestado con las conversaciones telefónicas registradas, por orden judicial, a algunos de los mandos de los Bombers por este asunto. Los agentes constataron que en esas grabaciones dos responsables del cuerpo mostraban su inquietud ante la posibilidad de que la muerte de Liébana el 17 de junio del 2020 estuviera vinculada al fallo en los equipos de respiración que se había convertido en una problemática generalizada.

“Entre tú y yo; tengo en la cabeza el caso Liébana”, admitió Màxim del Valle –ya cesado a raíz–, cuando era jefe del Servei Tècnic de los Bombers, en una conversación que mantuvo el 22 de diciembre del 2021 con un superior, Antonio Ramos, en alusión a la problemática generalizada que presentaban esos equipos. En días sucesivos, del Valle manifiesta esa hipótesis en otras charlas con otros responsables del cuerpo.

Los agentes que investigan el caso de presunta corrupción indicaron al juzgado de Barcelona que si lo consideraba pertinente remitiera su atestado a su homólogo de Vilanova i la Geltrú, que es quien intenta aclarar la muerte de Liébana. Las fuentes consultadas aseguran que este último togado ha solicitado, a la misma empresa que ya examinó el equipo de respiración del bombero fallecido, que amplíe su informe y determine si la hipótesis del fallo en los respiradores es posible. Desde la Conselleria de Interior hasta otras fuentes aseguran que la posibilidad de que Liébana falleciera realmente por un fallo del equipo es remota.

Grave anomalía

Algunos equipos de aire que utilizan los Bombers de la Generalitat han presentado una grave anomalía: el manómetro (el instrumento que informa al bombero de cuánto aire dispone durante un servicio) se congela por causas desconocidas. El problema no interrumpe el suministro de oxígeno, pero si engaña al bombero, que obedeciendo a un manómetro congelado cree que todavía dispone de reserva y puede quedarse sin aire de forma repentina. La incógnita es si en nuevo peritaje del equipo de Liébana podrá aclarar este extremo, ya que el fallo surge cuando se introduce humedad en el respirador y el manómetro se bloquea.

La Fiscalía de Barcelona tiene abierta otra investigación sobre el fallo en estos aparatos a raíz de una denuncia presentada por los sindicatos del Bombers para esclarecer si la Conselleria de Interior ha cometido un delito contra la seguridad de los trabajadores, al haber puesto en “peligro la vida de los bomberos” por no facilitarles nuevos aparatos de aire. Las fuentes consultadas aseguran que estas pesquisas todavía son incipientes y que todavía no se ha llegado a una conclusión. Antes, deberán analizarse la información solicitada a la Generalitat respecto a estos respiradores y analizar si realmente se ha puesto en riesgo la seguridad de los trabajadores

La Generalitat ha comprado 400 nuevos equipos y 700 bombonas de oxígeno. También ha externalizado el servicio de mantenimiento de estos equipos para garantizar el buen estado de los compresores –máquinas que recargan– y también para cuidar de la trazabilidad de las botellas. Ambas cosas, requisitos indispensables para que no se repita la crisis actual.

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