Psicología

"Solo tengo ganas de llorar y dormir": ¿puedo sufrir una depresión?

Las ganas de llorar y dormir pueden ser indicativos de una mala salud mental

"Solo tengo ganas de llorar y dormir"

"Solo tengo ganas de llorar y dormir" / 123RF

Ángel Rull

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La depresión es un trastorno mental caracterizado por una tristeza profunda y persistente, pérdida de interés o placer en actividades cotidianas, y una variedad de síntomas físicos y emocionales que pueden interferir con la capacidad de llevar una vida normal. No se trata solo de sentirse triste ocasionalmente, sino de una condición que afecta de manera significativa la funcionalidad diaria de quien la padece.

La depresión puede afectar a cualquier persona, sin importar su edad, género o situación socioeconómica. Es una condición multifacética con causas diversas, que incluyen factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos. Reconocer que la depresión es una enfermedad real y seria es el primer paso hacia su comprensión y tratamiento.

Este trastorno puede presentarse de diferentes maneras, dependiendo de la persona y su contexto. Algunas personas pueden experimentar síntomas muy evidentes, como el llanto constante y la incapacidad de disfrutar de la vida. Otras pueden tener síntomas más sutiles, como un cansancio persistente o una irritabilidad que no parece tener causa. Es crucial entender que la depresión no siempre se ve igual en todas las personas, lo que a veces complica su diagnóstico y tratamiento.

"Solo tengo ganas de llorar y dormir"

Cuando alguien expresa que solo tiene ganas de llorar y dormir, podría estar manifestando dos de los síntomas más comunes de la depresión: la tristeza persistente y la fatiga extrema. Estos sentimientos pueden surgir de diversas situaciones, como el estrés prolongado, la pérdida de un ser querido, problemas en las relaciones personales o dificultades laborales.

El llanto frecuente puede ser una forma de liberar emociones reprimidas, pero cuando se convierte en una constante, puede indicar que algo más profundo está ocurriendo. De igual manera, el deseo constante de dormir, incluso después de haber descansado adecuadamente, puede ser un signo de que el cuerpo y la mente están tratando de escapar de una realidad dolorosa o abrumadora. Este tipo de fatiga no se alivia con el sueño y puede dejar a la persona sintiéndose atrapada en un ciclo de cansancio y desesperanza.

Es crucial prestar atención a estos sentimientos y no subestimarlos. Aunque es normal tener días malos, cuando estos días se convierten en semanas o meses, es necesario considerar la posibilidad de una depresión. Ignorar estos signos puede llevar a un deterioro mayor de la salud mental y física, afectando áreas importantes de la vida, como el trabajo, las relaciones y el autocuidado. Es fundamental reconocer cuándo estos sentimientos dejan de ser una respuesta normal al estrés y se convierten en un problema crónico.

Además, el aislamiento social puede agravar estos sentimientos. Cuando una persona se siente abrumada por el deseo de llorar y dormir, es común que evite actividades sociales y se retire de su círculo de apoyo. Este aislamiento puede intensificar la sensación de soledad y desesperanza, creando un ciclo difícil de romper. Es importante mantener una comunicación abierta con amigos y familiares, incluso cuando se siente difícil, para evitar que la situación empeore.

¿Qué síntomas tiene una depresión?

Un sentimiento de vacío o desesperanza que no desaparece. Este sentimiento puede ser tan abrumador que la persona siente que no hay salida, afectando su capacidad para disfrutar de la vida y realizar actividades diarias.

Además, las actividades que antes eran placenteras ahora resultan indiferentes. Esto puede incluir hobbies, relaciones personales e incluso actividades que solían ser esenciales para el bienestar personal, como hacer ejercicio o pasar tiempo al aire libre.

También aparecen alteraciones del sueño, como insomnio o, por el contrario, dormir en exceso. Estos cambios en los patrones de sueño pueden tener un impacto significativo en la salud física y mental, exacerbando otros síntomas de la depresión y dificultando aún más el funcionamiento diario.

La fatiga y falta de energía es otro síntoma prominente. Sentirse cansado todo el tiempo, incluso sin haber realizado esfuerzos significativos, puede ser debilitante. Esta fatiga no se alivia con el descanso y puede hacer que incluso las tareas más simples parezcan imposibles de realizar. La dificultad para concentrarse también es común, lo que puede llevar a problemas en el trabajo o en lo académico, y aumentar el estrés y la frustración.

Los cambios en el apetito son frecuentes en la depresión. Algunas personas pueden perder el apetito y perder peso, mientras que otras pueden comer en exceso y ganar peso. Estos cambios pueden ser un mecanismo para enfrentar el estrés emocional, pero a largo plazo, pueden causar problemas de salud adicionales. Los sentimientos de culpa o inutilidad son comunes, y las personas pueden culparse a sí mismas por su condición, creyendo erróneamente que deberían ser capaces de superar la depresión por su cuenta.

En los casos más graves, la depresión puede llevar a pensamientos de muerte o suicidio. Estos pensamientos son un indicador de que la persona necesita ayuda inmediata. Es crucial tomar en serio cualquier indicio de autolesión o pensamientos suicidas y buscar apoyo adecuado. La depresión es una enfermedad seria, pero con el tratamiento adecuado, las personas pueden recuperarse y llevar una vida plena y satisfactoria.

¿Las ganas de llorar y dormir indican que podemos tener una depresión?

Si bien sentir ganas de llorar y dormir constantemente puede ser un indicador de depresión, no necesariamente significa que estamos sufriendo esta condición. Es fundamental considerar la duración, intensidad y la interferencia de estos sentimientos en nuestra vida cotidiana.

Si estos sentimientos persisten durante más de dos semanas, es una señal de alarma. Un día o dos de tristeza pueden ser normales, pero semanas o meses de llanto constante y necesidad de dormir son preocupantes. La depresión no se diagnostica basándose en un solo mal día; requiere una evaluación de la persistencia y la consistencia de los síntomas.

La severidad de estos sentimientos también es importante. Sentirse triste de vez en cuando es normal, pero una tristeza profunda y constante que impide realizar tareas diarias sugiere un problema más serio. La intensidad de los síntomas puede variar a lo largo del día o de la semana, pero la depresión se caracteriza por una presencia constante de estos sentimientos.

¿Estos sentimientos están afectando tu capacidad para trabajar, socializar o cuidar de ti misma? Si la respuesta es sí, es crucial prestar atención a estas señales. Cuando la depresión interfiere con la vida diaria, es un indicio claro de que es necesario abordar el problema. La interferencia en la vida diaria puede manifestarse de muchas formas, desde dificultades para levantarse de la cama hasta problemas para mantener relaciones sociales.

Además, es esencial recordar que la depresión puede manifestarse de diferentes maneras en diferentes personas. Algunas pueden no llorar en absoluto, pero experimentar otros síntomas como irritabilidad, cambios en el apetito o pensamientos negativos. La variabilidad de los síntomas hace que la depresión sea una condición compleja de diagnosticar y tratar, y cada persona puede tener una experiencia única con la enfermedad.

Como vemos, las ganas constantes de llorar y dormir pueden ser indicativas de una depresión, especialmente si estos sentimientos son persistentes, intensos y están interfiriendo con tu vida diaria. Reconocer estos síntomas es el primer paso para entender y enfrentar esta condición, recordando siempre que no estamos solos en este camino y que hay recursos disponibles para mejorar nuestro bienestar emocional. La depresión es una enfermedad seria, pero con el conocimiento adecuado y el apoyo necesario, es posible recuperarse y llevar una vida plena y satisfactoria.

* Ángel Rull, psicólogo.