Psicología

Resiliencia en el colectivo LGTBIQ+: ¿podemos fortalecernos en las vivencias?

Las adversidades pueden hacer que incremente nuestra fortaleza

Dos personas abrazándose

Dos personas abrazándose / 123RF

Ángel Rull

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La resiliencia es una habilidad crucial que permite a las personas afrontar situaciones adversas de manera efectiva y salir de ellas no solo intactas, sino fortalecidas y con una nueva perspectiva sobre la vida. En el contexto del colectivo LGTBIQ+, la resiliencia es particularmente significativa, dado que estas personas pueden enfrentarse a problemas únicos y recurrentes, como discriminación, rechazo social y familiar, y barreras en el acceso a servicios esenciales. Estos obstáculos, aunque son duros, pueden servir como catalizadores para el desarrollo de una robusta resiliencia psicológica.

Esta capacidad de resiliencia no implica la ausencia de dolor o dificultad, sino la habilidad de navegar por estos problemas de manera saludable. Es importante destacar que ser resiliente también incluye la capacidad de buscar ayuda y recursos cuando se necesita; no es simplemente una cuestión de "aguantar" solo. En la comunidad LGTBIQ+, esto puede significar desde encontrar un grupo de apoyo hasta buscar espacios seguros que afirmen su identidad y experiencias.

¿Qué beneficios tiene?

Desarrollar resiliencia proporciona beneficios tangibles en varios aspectos de la vida. En el plano personal, fomenta una mayor estabilidad emocional y reduce el impacto negativo del estrés y la ansiedad. Para las personas LGTBIQ+, esto es especialmente crucial dado que pueden enfrentar niveles significativos de estrés social y personal diariamente. La capacidad de mantenerse resiliente ayuda a mitigar estos efectos y a mantener un equilibrio emocional más saludable.

A nivel interpersonal, la resiliencia permite a las personas mantener y cultivar relaciones positivas. En el contexto LGTBIQ+, donde el apoyo de pares y la solidaridad son esenciales, ser capaz de recuperarse de los reveses y seguir invirtiendo en relaciones significativas puede resultar en una red de apoyo más sólida y empática. Esto no solo mejora la calidad de vida de la persona, sino que también fortalece la comunidad en su conjunto.

Por último, la resiliencia también conduce a un mayor bienestar físico. El estrés crónico tiene efectos demostrados sobre la salud física, incluyendo el sistema inmunitario y la salud cardiovascular. Al gestionar mejor el estrés y las emociones negativas, las personas resilientes pueden reducir estos riesgos para la salud, lo que resulta en una vida más larga y saludable.

¿Se puede trabajar la resiliencia?

La resiliencia es una capacidad dinámica que se puede desarrollar y fortalecer con prácticas conscientes y apoyo adecuado. No se nace siendo completamente resiliente; se aprende y se cultiva a través de experiencias y estrategias adecuadas. Para las personas del colectivo LGTBIQ+, trabajar en su resiliencia es especialmente valioso, dado que están frecuentemente expuestas a situaciones que pueden minar su salud mental y emocional.

Entre las estrategias efectivas para fomentar la resiliencia está la psicoeducación, que implica aprender sobre la salud mental y las formas de manejar el estrés, y la práctica de habilidades de afrontamiento específicas, como la regulación emocional y la resolución de problemas. Estas habilidades no solo ayudan a manejar los retos del momento, sino que también preparan a las personas para futuros obstáculos, equipándolas con las herramientas necesarias para manejar adversidades de manera efectiva.

Además, es importante que las personas LGTBIQ+ se involucren en actividades que promuevan el autocuidado y la autoaceptación. Esto puede incluir desde la meditación y el ejercicio físico hasta la participación en actividades comunitarias que refuercen su sentido de pertenencia y propósito. Estas prácticas no solo son beneficiosos en sí mismas, sino que también sirven como pilares de apoyo en momentos de crisis, permitiendo a las personas no sólo recuperarse de las adversidades, sino también tener una mayor fortaleza interna y un sentido de comunidad reforzado.

Pasos para potenciar la resiliencia en el colectivo LGTBIQ+

La resiliencia en el colectivo LGTBIQ+ no solo es beneficiosa para las personas, sino que también tiene un impacto positivo en la comunidad en general. Al desarrollar y mostrar resiliencia, los miembros de la comunidad pueden ofrecer un modelo a seguir para otros que podrían estar luchando, además de contribuir a la creación de una sociedad más inclusiva y comprensiva.

¿Cómo podríamos potenciar la resiliencia?

1. Reconocimiento y aceptación de emociones

Un aspecto crucial para construir la resiliencia es aprender a reconocer y aceptar las propias emociones sin juicio. Esto permite un manejo más saludable de las mismas, evitando que las emociones reprimidas se acumulen y causen mayor estrés o problemas de salud mental. Para las personas LGTBIQ+, esto puede ser especialmente complejo dada la estigmatización que aún enfrentan, pero también es profundamente liberador y sanador.

Fomentar un entorno donde se pueda hablar abiertamente sobre los sentimientos y experiencias ayuda a normalizar estas conversaciones dentro de la comunidad, ofreciendo apoyo y validación. Este proceso de compartir puede fortalecer los lazos comunitarios y promover una red de apoyo emocional más robusta.

La práctica de técnicas como la escritura reflexiva o la terapia artística también puede ser útil para expresar y procesar emociones de manera constructiva, facilitando una mejor comprensión de uno mismo y de los eventos vividos.

2. Buscar redes de apoyo

Las redes de apoyo juegan un papel fundamental en la resiliencia. Estas redes incluyen no solo amigos y familia, sino también grupos de apoyo comunitario y recursos en línea que pueden ofrecer consejos y solidaridad. Para muchos en el colectivo LGTBIQ+, estas redes son a menudo salvavidas que ofrecen apoyo en momentos críticos.

Es esencial buscar activamente y mantener conexiones dentro de comunidades que afirmen y celebren la identidad LGTBIQ+. Estar rodeado de personas que entienden y comparten experiencias similares puede reducir significativamente el sentimiento de aislamiento y promover un sentido de pertenencia.

Participar en actividades comunitarias y eventos también puede ayudar a fortalecer estas redes, proporcionando oportunidades regulares para conectar y construir relaciones duraderas que fomenten la resiliencia personal y colectiva.

3. Establecer y mantener límites claros

Es vital para cualquier persona, especialmente para aquellas dentro del colectivo LGTBIQ+, aprender a establecer y mantener límites claros. Esto ayuda a proteger el bienestar emocional y físico y asegura que las interacciones personales y profesionales sean respetuosas y enriquecedoras.

Establecer límites puede incluir aprender a decir "no" a situaciones que se sienten inseguras o incómodas, así como expresar claramente las necesidades y expectativas en las relaciones. También es importante limitar la exposición a ambientes negativos o tóxicos siempre que sea posible.

Mantener estos límites requiere un continuo autoexamen y a veces la disposición a ajustarlos según cambian las circunstancias personales o las dinámicas de las relaciones. La comunicación clara y directa es una herramienta esencial en este proceso.

4. Fomentar pensamientos positivos

Cultivar una mentalidad positiva es otro pilar fundamental de la resiliencia. Esto no implica ignorar las realidades difíciles o suprimir emociones negativas, sino más bien enfocarse en encontrar y valorar los aspectos positivos de la vida y de uno mismo.

Las técnicas como la gratitud diaria o la visualización positiva pueden ser útiles para reforzar esta mentalidad. Estas prácticas ayudan a reorientar la atención hacia lo que es esperanzador y fortalecedor, reduciendo el impacto de los pensamientos negativos.

Además, reconocer y celebrar las propias fortalezas y logros puede fomentar una mayor confianza y autoestima. Esto es especialmente importante en una sociedad donde las identidades LGTBIQ+ pueden ser sistemáticamente desvalorizadas.

5. Desarrollar habilidades de afrontamiento

Aprender y practicar estrategias efectivas de afrontamiento es crucial para manejar el estrés y responder a las adversidades de manera saludable. Estas habilidades pueden incluir desde técnicas de relajación como la respiración diafragmática y la meditación, hasta métodos más activos como el ejercicio físico. Cada persona puede encontrar diferentes técnicas útiles, y es importante explorar y adaptar aquellas que mejor se ajusten a las necesidades individuales.

La práctica regular de estas técnicas puede ayudar a construir un "músculo" de afrontamiento que hace que sea más fácil manejar situaciones difíciles cuando surgen. Para miembros del colectivo LGTBIQ+, esto también incluye estrategias para enfrentar el rechazo o la discriminación de manera efectiva y saludable.

Además, educarse sobre el manejo del estrés y las emociones puede proporcionar una mayor comprensión de cómo las reacciones personales y los patrones de pensamiento influyen en el bienestar emocional. Esto puede conducir a un cambio consciente hacia respuestas más resilientes y adaptativas.

6. Celebrar los logros propios

Celebrar los propios logros, no importa cuán pequeños sean, es vital para construir y mantener la autoestima. Esto es particularmente importante en un entorno que a menudo puede ser desalentador o directamente hostil hacia las identidades LGTBIQ+.

Al reconocer y celebrar los éxitos, se refuerza la noción de que las contribuciones y existencias son valiosas y merecen ser celebradas. Esto puede ser tan simple como tomar un momento para reflexionar sobre los obstáculos superados o compartir estos éxitos con amigos y seres queridos que proporcionan reconocimiento y apoyo.

Además, implementar una rutina de reconocimiento personal puede ayudar a mantener un registro de los logros y progresos, lo cual es útil para los momentos de duda o cuando se enfrentan situaciones adversas. Esto no solo eleva el ánimo, sino que también sirve como un recordatorio tangible de la capacidad personal para superar obstáculos y crecer a través de ellos.

7. Mantener la esperanza

La esperanza es un componente esencial de la resiliencia, especialmente para aquellos en el colectivo LGTBIQ+. Mantener una perspectiva esperanzadora permite visualizar un futuro en el que las circunstancias pueden mejorar y en el que se pueden alcanzar metas personales y colectivas.

Cultivar la esperanza puede involucrar mantenerse informado sobre los avances positivos dentro de la comunidad LGTBIQ+ y participar en actividades que promuevan el cambio y la inclusión. Esto ayuda a ver que el progreso es posible y que cada acción cuenta hacia la construcción de un mundo más equitativo y acogedor.

También es beneficioso conectarse con historias de otros que han enfrentado y superado adversidades similares. Estas historias no solo proporcionan inspiración, sino que también son una fuente de aprendizaje sobre cómo otros han navegado por sus propios caminos hacia la resiliencia.

El desarrollo de la resiliencia en el colectivo LGTBIQ+ es un proceso continuo que requiere intención, dedicación y apoyo. A través de la adopción de estos pasos y la integración de estrategias resilientes en la vida diaria, las personas pueden no solo manejar mejor las adversidades, sino también enriquecer su experiencia de vida y contribuir a la creación de una comunidad más fuerte y solidaria.

* Ángel Rull, psicólogo.