Investigación del Observatorio de Bienestar Animal

Escándalo del pollo contaminado: todas las bandejas analizadas en Barcelona contienen bacterias resistentes

El Observatorio de Bienestar Animal analizó seis muestras compradas en una gran superficie de la calle Pujades y todas dieron positivo en bacterias resistentes a los antibióticos

Pollos contaminados: ¿por qué contienen bacterias resistentes a los antibióticos?

El 70% del pollo de una gran cadena de supermercados está contaminado con bacterias resistentes

El 70% del pollo de una gran cadena de supermercados está contaminado con bacterias resistentes / VÍDEO: EL PERIÓDICO

Patricia Martín

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Varias protectoras, entre ellas el Observatorio de Bienestar Animal (OBA), han difundido esta semana una investigación que destapa que más del 70% de la carne de pollo que se vende en Lidl está contaminada con bacterias resistentes a los antibióticos. Las protectoras han optado por investigar a Lidl porque es el mayor supermercado de Europa por facturación y número de establecimientos y porque carece de una política acreditada que evite el hacinamiento de los animales, según las entidades. En total, en España se han analizado 24 bandejas de pollo, seis de ellas adquiridas en Barcelona y todas ellas dieron positivo en bacterias resistentes a los antibióticos.

El resto de bandejas de carne fueron adquiridas en Madrid y Valencia y la contaminación no es tan extendida. En Madrid, dos de las 13 dieron negativo y en Valencia tres de las cinco también fueron negativas. Según ha informado OBA este jueves, las seis muestras analizadas de Barcelona fueron adquiridas en el supermercado que Lidl tiene en el número 15 de la calle Pujades, en el barrio de Poblenou.

El laboratorio encargado de realizar el análisis es un centro alemán, avalado por el organismo de acreditación DAkkS y ubicado en Colonia, que también analizó bandejas de pollo, de la marca propia de Lidl, de otros países europeos como Alemania, Italia, Gran Bretaña y Polonia. No obstante, los productos españoles son los más contaminados, dado que se han detectado bacterias resistentes a los antibióticos en el 71% de las muestras, frente a un tercio de los productos de Alemania y un 58% del Reino Unido.

Lidl niega la acusación

Lidl ha negado la acusación y dice contar con certificados de análisis realizados por la propia cadena de supermercados y por sus proveedores, que "contradicen categóricamente la información del estudio". Mientras que OBA sostiene que ha trasladado sus hallazgos a los Ministerios de Derechos Sociales y Consumo y Agricultura, Pesca y Alimentación, respectivamente.

Sin embargo, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), dependiente de Consumo, ha indicado que "no ha recibido ninguna notificación" sobre la investigación de las entidades animalistas y que "con los resultados aportados del análisis de los productos, en el caso de España, no se puede concluir que haya incumplimiento del reglamento relativo a los criterios microbiológicos aplicables a los productos alimenticios".

No obstante, la ministra de Sanidad, Mónica García, se ha pronunciado públicamente y ha indicado que "las bacterias resistentes a los antibióticos son un problema global" y ha emplazado a todas los actores implicados a realizar un "esfuerzo colectivo" para acabar con esta situación, que la OMS ha calificado como uno de los problemas más importantes de salud.

Los gérmenes resistentes pueden causar infecciones en el tracto urinario, neumonía o sepsis, aunque el consumo de carne con patógenos no produce inmediatamente una enfermedad, sino que el riesgo depende de cómo se manipule o cocine, cuanto más cruda, más peligro.

"Pollos hacinados"

El Observatorio de Bienestar Animal achaca la contaminación del pollo de Lidl con bacterias perjudiciales y resistentes a los antibióticos a que los proveedores de la gran cadena de supermercados "crían pollos hacinados entre excrementos, lo que supone un paraíso para la propagación de patógenos". Julia Elizalde, manager de campañas de la oenegé, lamenta que, ante la investigación, la "única respuesta" por parte de Lidl haya sido "negar los resultados del informe". "Lidl continúa sin disponer de una política pública que evite el hacinamiento de pollos y, por tanto, el uso excesivo de antibióticos que terminan en nuestras neveras", sentencia Elizalde.

Sin embargo, la empresa investigada ha subrayado que "las bacterias que la carne de pollo pueda contener no son consecuencia del método de cría" de sus proveedores en particular, "sino que representan un reto general para toda la industria de la carne avícola".

Asimismo, ha considerado que la investigación es una "acción para desprestigiar la imagen de la empresa con información falsa y/o no contrastada", teniendo en cuenta que "los artículos supuestamente analizados son producidos por proveedores que suministran carne de pollo a una gran mayoría de las cadenas de distribución españolas". Lidl estudia emprender acciones legales contra OBA.