A la espera de Puigdemont

Junts pondrá en marcha la maquinaria para su congreso el 3 de septiembre

La dirección posconvergente convoca un consejo nacional telemático para decidir el reglamento interno del conclave

Junts convoca su congreso a finales de octubre y contempla que Puigdemont asuma la presidencia

La disputa por el poder en Junts más allá de Puigdemont

El PSOE y Junts se emplazan a una reunión para redefinir sus relaciones tras la investidura de Illa y el revés del Supremo a Puigdemont

Manifestación independentista para recibir a Puigdemont.

Manifestación independentista para recibir a Puigdemont. / ZOWY VOETEN

Carlota Camps

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El mismo día que el nuevo Govern de Salvador Illa prometió el cargo, Junts anunció que avanzaba el congreso del partido -inicialmente previsto para 2026- al próximo 26 y 27 de octubre. Una coincidencia nada casual. De hecho, fue toda una declaración de intenciones. Los posconvergentes quieren marcar perfil ante el PSC, erigiéndose como la oposición al nuevo ejecutivo, y también vendiéndose como la "única" alternativa en el campo independentista. De aquí, también, que el conclave se celebre el último fin de semana de octubre, justo siete años después de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) y un mes antes de que lo hagan los republicanos, algo que les servirá para marcar el terreno y evitar "ir a rebufo".

Pero el calendario apremia y esto obligará a la dirección a poner en marcha toda la maquinaria desde la primera semana de septiembre. Tanto es así que se ha convocado ya un consejo nacional telemático el próximo 3 de septiembre por la tarde para aprobar el reglamento del congreso. Se trata de la normativa que regula todos los entresijos del conclave, desde los temas que se trataran y las posibles vías para presentar enmiendas a los textos, hasta los plazos para presentar candidaturas a la dirección.

A pesar de que desde la actual cúpula se intenta evitar ahondar en este punto, asegurando que su congreso va de "recomponer y relanzar la estrategia independentista" y no "de sillas", nadie duda de que también servirá para buscar un encaje orgánico para la figura de Carles Puigdemont. El expresident es el líder moral del partido desde que él mismo lo fundó hace ahora cuatro años. Sin embargo, en 2022 decidió dar un paso al lado en términos organizativos y se quedó solo con el título de europarlamentario. Fue entonces cuando Laura Borràs asumió la presidencia y Jordi Turull la secretaría general, tras un pacto entre sectores.

El papel de Puigdemont y Borràs

No obstante, la implicación de Puigdemont en los últimos tiempos, encabezando la negociación con el PSOE y postulándose a la presidencia de la Generalitat, ha dejado una situación anómala. El primero en ponerlo encima de la mesa fue el exalcalde de Barcelona Xavier Trias, que ya en abril apostó por celebrar un congreso extraordinario y nombrar a Puigdemont, de nuevo, como presidente del partido en sustitución de Borràs. "Los líderes tienen que actuar de líderes", advirtió.

Un revelo que se podría dar ahora, aunque oficialmente aún no se quiera abordar la cuestión, a la espera de que sea el propio expresident quien dé el paso y explique sus planes de futuro este próximo mes de septiembre. "Es evidente que se implicará en la dirección", explica uno de los diputados consultados por EL PERIÓDICO, que da por hecho que se intentará buscar un "encaje" para todo el mundo y especialmente para Borràs, que en los últimos tiempos ha ido perdiendo peso interno.

Entre las opciones que se barajan estaría que Puigdemont se convierta en el presidente del partido y que Borràs asuma la presidencia del consejo nacional, un cargo que actualmente ostenta Josep Rull, pero que podría dejar para centrarse en el Parlament; o también que se cree una figura de "presidente fundador" para el expresident. "Si Puigdemont quiere ser presidente, a Borràs la recolocarán. Puigdemont sabe que su situación es irregular, porque ahora lo decide todo un militante de base y no hay espacio para rendir cuentas", apunta otro miembro del partido.

¿Jefe de la oposición?

Alrededor de lo que aún hay dudas es sobre cuál será su papel en el Parlament. El expresident aseguró que no ejercería como jefe de la oposición en caso de no ganar las elecciones y que dejaría la primera línea política. Sin embargo, no pocos dirigentes del partido consideran que la situación "ha cambiado" y le piden que reconsidere su posición. "Puigdemont es el líder de Junts y ahora nos toca estar en la oposición", asegura un miembro del grupo parlamentario, que considera imprescindible que se le visibilice como líder de la alternativa desde la Cámara catalana, especialmente si finalmente el Tribunal Constitucional revierte la decisión del Supremo de rechazar aplicarle la amnistía y puede volver en un breve lapso de tiempo.

Pero más allá del papel de Puigdemont, el congreso también deberá marcar la acción política de Junts a partir de ahora en el Congreso de los Diputados. Actualmente, la principal valía de la formación, ausentes en la mayoría de instituciones catalanas, son sus siete diputados en Madrid, que, como señala uno de los consultados, tienen el poder de "derribar el Gobierno de España". La principal prueba de fuego será la negociación para los Presupuestos Generales del Estado, que coincidirá temporalmente con el congreso de los posconvergentes.

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