La investidura en Catalunya

El Govern de Illa será monocolor pero los Comuns no descartan entrar en el futuro

El grupo de Jéssica Albiach considera que el debate de presupuestos les dará más elementos para tomar la decisión: "Queremos ver qué PSC gobierna"

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Salvador Illa y Jéssica Albiach, durante la firma del pacto de investidura este sábado en Cornellà

Salvador Illa y Jéssica Albiach, durante la firma del pacto de investidura este sábado en Cornellà / JORDI OTIX

Sara González

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El Govern que configure Salvador Illa tras la investidura será, de partida, monocolor, pese a que se prevé la entrada de consellers independientes. ERC da por cerrada la decisión de quedarse en la oposición a fiscalizar todo lo acordado; y los Comuns no descartan entrar en él, pero no será hasta más tarde cuando tomen la decisión. El debate de los presupuestos, apuntan, será determinante para dilucidar "qué PSC gobierna", si el que se ha exhibido en las últimas semanas abogando por la financiación singular y echando el freno al Hard Rock, o el que en los últimos años ha defendido una agenda que, a juicio del grupo de Jéssica Albiach, se parecía demasiado a la de Junts.

"No estaremos en esa primera composición del Govern", confirman fuentes de los Comuns, que admiten que cuanto más tiempo pase más complejo será tener un hueco en caso de quererlo. Aseguran que, durante las negociaciones, solo trataron este asunto al principio, cuando el PSC preguntó si su intención era acabar entrando en el ejecutivo y ellos respondieron que pondrían "el contenido" del acuerdo por delante. Otra cosa es que, entre los consellers elegidos por Illa, haya alguien que pueda ser más afín a la órbita de los Comuns, algo que intentará el presidenciable del PSC en su vocación de diseñar un gabinete que vaya más allá de las siglas del PSC.

"Distintos Salvador Illa"

"Queremos ver qué Govern se conforma y no tenemos calendario para afrontar el debate de si entramos o no", insisten. Aunque sí que apuntan a que el debate de presupuestos puede ser determinante para abordar una mayor implicación en la gobernabilidad catalana. Será entonces cuando, aseguran, tendrán "más elementos para valorar". Y es que por ahora recelan del hecho de haber visto "distintos Salvador Illa" y quieren ver cuál se impone. Si el plan de los socialistas es tomar como referencia los presupuestos que Pere Aragonès no logró aprobar, pero en cuya negociación participaron, consideran que se podría ir por buen camino una vez se ha pactado desincentivar el macrocomplejo de casinos de Vila-seca y Salou.

El plan inicial del PSC ya era confeccionar ese gobierno en solitario y en minoría que le permita jugar a la geometría variable en caso de necesidad en el Parlament. No obstante, Illa se ha comprometido a "trabajar juntos" con la mayoría de ERC y Comuns que lo hará presidente, pese a que matemáticamente podría buscar acuerdos con Junts, e incluso con PP y Vox, con quien suma también mayoría. Aunque han abogado por que se puedan lograr pactos transversales en el Parlament, los socialistas dan por descontado que la relación con los posconvergentes será compleja en el inicio de la legislatura. Más aún si se produce un encarcelamiento de Carles Puigdemont y Junts decide torpedear la legislatura española.

Incentivos para el bipartito

Pero hay dos argumentos encima de la mesa de cada una de las partes que podrían remar a favor de un bipartito de PSC y Comuns. Por un lado, los Comuns son conscientes de que su entrada en el Govern podría ser una salvaguarda para disuadir las tentaciones de acordar con Junts algunas cuestiones más adelante. Por el otro, hay quien en el PSC apunta que la cesión de alguna conselleria al partido de Ada Colau podría resolver el rompecabezas de la gobernabilidad en Barcelona, donde ERC tiene pendiente incorporarse al equipo de mando del alcalde Jaume Collboni, decisión postergada por el debate sobre la investidura; mientras los Comuns estarán en la oposición.

De momento, Illa y Albiach se han hecho la foto que rubrica la alianza sellada para la investidura. No habrá, en cambio, retrato a tres con ERC, puesto que los republicanos no quieren proyectar que un nuevo tripartito vaya a operar en esta legislatura y se disponen a ejercer de oposición "exigente" con el cumplimiento de lo pactado. Los Comuns fueron los que escogieron una biblioteca del barrio de Sant Ildefons de Cornellà, ciudad en la que gobiernan de la mano del PSC, para firmar la entente. El escenario no es baladí, pretendía expresar "las prioridades" que, según los Comuns, va a tener el futuro Govern: educación, vivienda e inyección de inversiones en los barrios.

Veremos dónde deciden los equipos negociadores de socialistas y republicanos fotografiarse este lunes, con el concierto económico como principal estandarte de una entente que Illa se ha comprometido a cumplir "íntegramente" y que se verá sometida a múltiples pruebas de estrés desde esta misma semana.