La investidura en Catalunya

Illa quiere una formación de Govern rápida que puede quedar postergada si Puigdemont es detenido

ERC y los Comuns son partidarios de suspender el pleno de investidura, como prevé también el president del Parlament, si el expresident es arrestado

El pacto de las mujeres: cómo Lluïsa Moret y Marta Rovira hicieron posible lo que parecía imposible

Salvador Illa se compromete a "cumplir íntegramente" los acuerdos con ERC y Comuns

Los compromisos de Illa con ERC y Comuns: ¿en qué ha cedido el PSC?

El Parlament se prepara para la investidura de Illa y el regreso de Puigdemont

Salvador Illa, Lluïsa Moret y José Luis Jimeno, durante la reunión de la ejecutiva del PSC este sábado

Salvador Illa, Lluïsa Moret y José Luis Jimeno, durante la reunión de la ejecutiva del PSC este sábado / Jordi Otix

Sara González

Sara González

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Pleno de investidura el próximo miércoles, toma de posesión el viernes y los nuevos consellers designados ya el lunes para celebrar la primera reunión del nuevo Govern el martes 13 de agosto. Este es el esquema del candidato a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, para quien no hay ni tiempo que perder ni supersticiones que valgan. El líder del PSC quiere ir tan rápido como le sea posible y su órbita da por hecho que tiene "en la cabeza" la composición del ejecutivo, que de partida será monocolor, aunque siguiendo a pies juntillas la senda de la prudencia no levantará teléfonos para atar a los consellers hasta que se haya apretado el botón de los 68 'síes que necesita. "'No diguis blat fins que no sigui al sac i ben lligat'", aplican en la sede de Pallars tirando del refranero catalán.

Porque los socialistas son conscientes de que este calendario puede saltar por los aires si Carles Puigdemont, que ha proclamado que es hora de "sacar las zarpas" regresa y es detenido. Eso sí, solo "unos días". Si ese escenario se da -y el expresident ha reiterado que piensa cruzar ya la frontera para asistir a la investidura- pero es arrestado, el president del Parlament, Josep Rull, suspenderá el pleno con el argumento de que hay un diputado al que se le impide desempeñar sus funciones. Y también ERC y los Comuns suscriben esa respuesta temporal entendiendo que, en aplicación de la amnistía, el dirigente de Junts debería poder volver en libertad y que si no puede hacerlo es por el empecinamiento del Tribunal Supremo.

Trabas a la amnistía

"No podemos estar votando una investidura al mismo tiempo que detienen a Puigdemont", aseguran desde la dirección de los republicanos, que por boca de Rovira le han pedido al expresident que "no se deje detener" en una acción que consideran que tendría "poco sentido político" tras seis años y medio de resistencia judicial. "No viene de uno, de dos días o de una semana, aunque el retorno de Puigdemont no cambia los resultados de la noche electoral", se ha pronunciado públicamente la líder de los Comuns en el Parlament, Jéssica Albiach. Lo que no avalarían es que esa suspensión fuera 'sine die' y, de hecho, con el PSC tienen mayoría en la Diputación Permanente si la previsión de Junts es alargarla.

Lejos de transmitir zozobra, en el PSC manifiestan estar "tranquilos" ante ese posible episodio que está más cerca que nunca y que viven como parte de un guion que ya tenían previsto para alcanzar la Generalitat. "Nos dicen que somos los del 155, pero también somos los de la amnistía", afirman convencidos desde la cúpula socialista. El pacto con los republicanos y con los Comuns lo consideran lo suficientemente robusto como para no quebrarse y superar las turbulencias que se puedan producir por las movilizaciones independentistas convocadas a partir del lunes. "Esta no es la Catalunya de 2017", insisten.

Un ejecutivo que trascienda las siglas del PSC

Una vez Illa sea oficialmente presidente, empezará el encaje de bolillos de la composición del Govern. El líder del PSC quiere un ejecutivo que trascienda las siglas de su partido con la incorporación de figuras capaces de mantener vínculos con ERC y Comuns. Habrá dirigentes pata negra socialistas, sí, pero también independientes con reconocimiento en sus respectivos ámbitos. La única pieza inamovible que ya hizo pública Illa durante la campaña es que la alcaldesa de Santa Coloma y actual portavoz del partido, Núria Parlon, será la consellera de Interior.

Tras el pacto con ERC, el esquema inicial de Govern que tenía el PSC ha cambiado; ya que se creará una conselleria de Política Lingüística para promover el catalán -los socialistas preveían que esta cuestión dependiera de Presidència y no de un departamento de nueva creación- y se mantendrá la de Acció Exterior. Se trata, por tanto, de dos designaciones que será especialmente escudriñada por los republicanos. Como lo será también quién asume Economia, donde interesa especialmente situar a alguien de fuera del partido. Porque en la cúspide de la agenda estará la aplicación del concierto económico pactado, pero también sacar adelante los presupuestos va a ser una prioridad para Illa, que partirá de los que pactó con Aragonès antes de la convocatoria electoral teniendo en cuenta que es último año que se pueden aprobar cuentas expansivas.

Y también hay carpetas de calado, como la de Territori -que debe velar por el traspaso de Rodalies y la gestión de El Prat-, la de Educación -con compromisos importantes sellados con los Comuns como la recuperación de la sexta hora en la escuela pública- y Vivienda -donde también hay retos asumidos de alto calibre- en los que el Govern del PSC buscará poner su sello. El calendario se abre paso pese a las adversidades y contratiempos de magnitud aún imprevista, cual carrera de obstáculos.

Suscríbete para seguir leyendo