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Albert Soler

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Periodista

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Un consejo a las catembajadas

Tomen nota, si pretenden continuar viviendo a nuestra costa: sigan sin trabajar, nunca nadie ha sacado nada bueno del trabajo

La Generalitat pone en marcha su 'embajada' en Corea del Sur, la primera en Asia

Embajadas catalanas

Embajadas catalanas

Mi consejo a las 'embajadas' catalanas es que, a partir de ahora, no lleven cabo ninguna gestión útil, ningún acto provechoso, no se muevan siquiera, es decir, sigan como siempre, a ver si, pasando inadvertidas, Presidentilla no se da cuenta de su existencia y pueden vivir del cuento unos años más. Se cuenta que un periodista consiguió que un gran diario español le pagara su corresponsalía en Australia, y allí se tiró años sin escribir una sola línea, bien porque en Australia no ocurría nada, bien porque, aunque ocurriera, a nadie interesaba. El tipo cobraba puntualmente, escondida su nómina entre las muchas que pagaba el diario cada mes. Llegaron los JJOO de Sídney y el mudo corresponsal tuvo la infeliz idea de mandar una crónica, la ocasión bien valía romper con años de pereza, pero al recibirla, en el diario se dieron cuenta de que hacía años que abonaban un sueldo a alguien que ni siquiera sabían que existía. Dejaron de pagarle. Se le terminó el chollo por haberse puesto a trabajar un poco. Tomen nota en las embajadas catalanas si pretenden continuar viviendo a nuestra costa: sigan sin trabajar, nunca nadie ha sacado nada bueno del trabajo.

No se muevan, no manden informes, no celebren el 11-S, no soliciten a Barcelona una nueva 'senyera' porque la vieja está descolorida. Si alguna embajada comete el error de enviar ni que sea un email de felicitación a Presidentilla por su nuevo cargo, habrá cavado su tumba.

- ¿Quienes son esos que me felicitan desde Accra, que no sé ni donde cae?

- Ni idea, president. Voy a comprobarlo.

Será el principio del fin. Presidentilla no cerrará las embajadas -cada gobierno se aprovecha de las ideas de los anteriores para enchufar a quien lo merece-, pero reemplazará el cuerpo diplomático, aunque el catalán se llama cuerpo asintomático, porque no se nota. El personal será sustituido por otro más acorde a los nuevos tiempos, o sea, con el carné del partido que corresponda.

No les ha de costar mucho disimular, desde su creación no han hecho más que cobrar religiosamente, pero que no se les ocurra -como al corresponsal en Australia- creer que ha llegado el momento de trabajar un poco, eso delataría su existencia. Sigan como hasta ahora y Presidentilla tal vez no se dé cuenta de que tenemos gente que vive de nuestros impuestos en 72 países, hasta en Maputo, Singapur y Bogotá.

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