Opinión |
Salud laboral
Sílvia Cóppulo

Sílvia Cóppulo

Periodista y psicóloga.

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Me cojo la baja

O enfocamos el trabajo desde una perspectiva global, atendiendo en primer lugar a las personas, o continuaremos de mal en peor

¿Cuánto se cobra estando de baja por enfermedad común?

Foment cifra en 37.000 millones el coste del absentismo laboral en España

La Seguridad Social impone condiciones más duras para pedir la baja laboral

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"Queridos docentes: en la oficina de Asuntos Generales tenemos a dos personas de baja laboral por larga enfermedad. Por lo que se refiere a la Oficina de Investigación, ayer su directora nos comunicó que estará de baja por un mes, lo cual se une a las bajas de sus dos compañeras. Así que solo está prestando servicio la Sra. XX, que se incorporó en el último concurso y aún está aprendiendo. Os ruego que disculpéis el retraso en los trámites que tenéis vigentes".

Ante mi sorpresa, el decano me envió amablemente esta carta. Ni que decir tiene que la universidad pública en cuestión es de las mejor valoradas del Estado y ocupa un lugar destacado en el ránking Shanghái de las 200 mejores universidades del mundo. Es un ejemplo ilustrativo del absentismo laboral por incapacidad temporal que lidera España en la UE, empatando con Portugal y solo por detrás de Francia. Mayor aún en el sector público y menor entre los autónomos.

Las cifras aumentan vertiginosamente. En 2013, el porcentaje de trabajadores que no acudía a su puesto de trabajo por incapacidad temporal (IT) representaba un 2% del total. Al término de 2023, se situaba en el 4,1%, según la Seguridad Social. Hay que añadir una cuarta parte más de trabajadores que, sin estar de baja laboral, determinados días, sin justificación alguna, no acuden al trabajo. Así, pues, el año pasado, 1,4 millones de personas no fueron a trabajar, lo que comportó al sistema un coste de más 14.000 millones de euros, el doble que antes de la pandemia.

A propósito de la posibilidad de reducir la jornada laboral a 37,5 horas, que promueve el Ministerio de Trabajo, enfrentándose a ello la patronal, focalicé en estas páginas que el asunto de fondo radica en la baja productividad crónica de las empresas en España. Cierto es que los directivos deben estar más formados para mejorar la gestión. Pero, a la vez, ¿qué productividad tendremos con estos niveles de absentismo? ¿Tan enfermos estamos? Veamos algunas causas:

1ª) La población trabajadora envejece. A más edad, más posibilidad de enfermar. Hoy, los trabajadores de más de 50 años son el 35% del total. Hace dos décadas eran el 19,6%.

2ª) El empeoramiento del tiempo de las listas de espera quirúrgicas. Y, mientras no las operan, muchas personas no trabajan.

3ª) La fortaleza actual del mercado laboral. En situaciones de crisis, cuando se teme perder el empleo, los empleados tienden a coger menos bajas y llegan a trabajar enfermos. Justo lo contrario de lo que ocurre ahora.

4ª) Finalmente, desde la pospandemia, se aborda de forma diferente el trabajo (y la vida). En Estados Unidos se manifestó en la Gran Renuncia; muchos trabajadores dejaron su empleo voluntariamente. Aquí, muchas personas están en crisis respecto al sentido que el trabajo ocupa en sus vidas; es una ausencia silenciosa. Sienten un gran agotamiento, ansiedad y desmotivación y, quemados, simplemente “se cogen la baja”.

O enfocamos el trabajo desde una perspectiva global, atendiendo en primer lugar a las personas, o continuaremos de mal en peor.

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