37 horas y media

“Sería como regalar 12 días de vacaciones al año pagadas por la empresa”, sentenció, contrariado, el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi. El rechazo es más contundente lo protagoniza Foment del Treball. Javier Ibars, director de relaciones laborales, promete “una oposición total, frontal y absoluta” a la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales, que promueve el ministerio de Yolanda Díaz, junto con los sindicatos. La vicepresidenta quiere cerrar la negociación en septiembre. Agosto es mes de vacaciones (se entiende que pagadas por la empresa o ahorradas por los trabajadores autónomos; esos que necesariamente sienten una mayor disposición a trabajar todo lo que puedan y gozan de mejor salud, habida cuenta de las condiciones de sus bajas laborales, claro).

En 2024 se llegaría a las 38,5 horas semanales. Y en 2025, a las 37,5 h. En la práctica, pues, representaría una subida salarial, puesto que se trabajaría menos tiempo y se cobraría el mismo sueldo, cuando se estaría produciendo menos. Y ahí está el 'quid' de la cuestión.

Foment promete una "oposición total, frontal y absoluta" a la reducción de jornada

La economía española sufre un gran problema estructural: la baja productividad. Pasan los años y las décadas, y nuestro país se muestra prácticamente incapaz de acortar la brecha de productividad que le separa del resto de los países de la UE y, en especial, de las tres principales economías europeas, Francia, Italia y Alemania.

¿Por qué un albañil de Cáceres, cuando trabaja en Múnich resulta más productivo? ¿Acaso los teutones le contagian desde el andamio un entusiasmo desaforado por la eficiencia laboral?

Déficit educativo del empresariado

Estudios, como el de CaixaBank Research de 2023 o los del propio Banco de España, nos demuestran que la causa principal de la brecha de productividad es el déficit significativo en el nivel de formación de los empresarios españoles con respecto a la media europea. Otro aspecto clave es el tamaño de las empresas. Y es que, la productividad de las grandes compañías en España duplica a la de las pequeñas y medianas. Aquí alrededor del 35% de la ocupación está en las empresas de más de 50 empleados; mientras que, en Alemania está en el 66%. Así pues, se necesitaría potenciar el crecimiento de las empresas micro, pequeñas y medianas; pero, en primer lugar, hay que formar y educar al empresariado para que implemente modelos de gestión y eficiencia en sus organizaciones.

Pimec se suma al clamor empresarial contra la ley de reducción de jornada

Termino con la lista de causas que subyacen a la baja productividad. La primera de ellas precisamente apunta a las jornadas laborales largas. Y luego vendrán otros factores, como que los periodos de descanso son cortos, que falta motivación, que el personal es insuficiente y a menudo no está bien capacitado, que las condiciones laborales son malas o que no se dispone de las herramientas de trabajo adecuadas para un buen desempeño.

En vez de anclarse en no querer reducir la jornada laboral, pongan el acento en aumentar la productividad. Les sugiero que empiecen por educarse.

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