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Primera necesidad
Oriol Amat

Oriol Amat

Catedrático de Economía Financiera de la Universitat Pompeu Fabra.

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El drama de la vivienda

La escalada de precios y la falta de oferta asequible están afectando gravemente la calidad de vida de muchos ciudadanos. La implementación de soluciones efectivas no puede esperar más

Promoción de viviendas.

Promoción de viviendas.

La vivienda sigue encareciéndose sin parar. Sube todo: obra nueva, segunda mano y alquiler. En las ciudades, los precios han aumentado un 68% en los últimos diez años, según datos de la Sociedad de Tasación. Barcelona y Madrid encabezan los ránkings. Las zonas costeras, sobre todo Baleares y Málaga, también están experimentando aumentos muy significativos. Con los alquileres sucede lo mismo y han subido alrededor de un 60% en la última década, más del doble de la inflación, que también ha subido más que los salarios. Esta situación está generando descontento social. La discrepancia entre el aumento de los precios de la vivienda y los salarios, que han perdido poder adquisitivo desde 2008, está reduciendo la calidad de vida de muchas personas. En el caso de los jóvenes, la situación se agrava por la alta temporalidad. Según UPF-ACFE, los jóvenes están retrasando su emancipación hasta los 30 años, en comparación con los 26 años promedio en Europa. Y muchas familias están dedicando una porción cada vez mayor de sus ingresos a la vivienda, reduciendo su capacidad para gastar en otras necesidades básicas. En Baleares, por ejemplo, algunos medios de comunicación están informando del fenómeno de trabajadores que duermen en automóviles debido a la imposibilidad de encontrar viviendas asequibles. En muchas ciudades están creciendo de forma acelerada las viviendas en las que viven varias familias. 

Los altos precios tienen muchas causas y una de las más decisivas es el aumento de hogares, sobre todo por la inmigración. Desde 2008 hasta 2022, se construyeron aproximadamente 1,5 millones de viviendas, mientras que se formaron 2,4 millones de nuevos hogares, según BBVA Research. Otras causas son la escasez de suelo urbanizable, la falta de mano de obra, el aumento de los costes de construcción, la burocracia y el auge de los pisos turísticos. Los pisos turísticos están siendo particularmente polémicos, ya que muchos propietarios prefieren alquilar sus propiedades a turistas a corto plazo en lugar de a residentes a largo plazo, debido a los mayores ingresos potenciales. Esto ha reducido la oferta de viviendas disponibles para alquiler residencial, multiplicando los precios. Sobre los pisos turísticos vale la pena no olvidar lo que ha ocurrido en Venecia. La mayoría de personas que residían en ella hace unos años, han marchado a vivir a poblaciones cercanas, como Mestre, por ejemplo, y esas viviendas se han destinado a pisos turísticos, provocando subidas de precios astronómicas en los alquileres, el éxodo de más personas y el cierre de los comercios habituales que han sido sustituidos por tiendas para turistas en toda la ciudad. Al final, la ciudad ha ido claramente a peor, aunque algunos se estén enriqueciendo.

Las perspectivas para la segunda mitad de 2024 y 2025 indican que los precios seguirán subiendo algo más que la inflación, aunque dependerá mucho de si realmente empiezan a bajar los tipos de interés. Uno de los problemas más críticos en el mercado inmobiliario es que la construcción de viviendas no está creciendo al ritmo de la demanda. Se estima que hasta 2030, cada año se necesitarán en España unas 275.000 viviendas, pero solo se construyen unas 100.000 al año.

Es evidente que se necesitan medidas urgentes para abordar esta crisis. Las políticas actuales no han funcionado, por lo que conviene prestar atención a medidas que sí han funcionado en otros países. Por ejemplo, aumentar sustancialmente la vivienda de alquiler social, más disponibilidad de suelo, la reducción de la burocracia e incentivos fiscales para fomentar la construcción de viviendas. Otras medidas que pueden funcionar son la construcción de nuevas áreas urbanas para aumentar la oferta de viviendas; y la regulación adecuada de los pisos turísticos.

En definitiva, la escalada de precios y la falta de oferta asequible están afectando gravemente la calidad de vida de muchos ciudadanos. La implementación de soluciones efectivas no puede esperar más. Es crucial que Administración y las partes interesadas actúen rápidamente Solo con una combinación de medidas contrastadas podremos esperar un cambio real en este drama.

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