Opinión | En clave europea

Eliseo Oliveras

Von der Leyen, promesas y lastres

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leye, en la rueda de prensa posterior a su reelección.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leye, en la rueda de prensa posterior a su reelección. / NATÀLIA SEGURA / ACN

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha sido reelegida por 401 votos para un segundo mandato de cinco años gracias al respaldo de la mayoría de los eurodiputados de los Verdes para frenar a la ultraderecha. Sin los 45 votos de los Verdes, a quienes el Partido Popular Europeo excluyó expresamente de las negociaciones de junio para los cargos clave la Unión Europea (UE), Von der Leyen no habría logrado los 360 votos mínimos requeridos para su reelección, debido a las ausencias y la falta de apoyo de eurodiputados de los tres grupos que pactaron el reparto del poder en la UE: populares, socialistas y liberales.

El discurso programático de Von der Leyen para 2024-2029 fue suficientemente vago para disimular las posiciones contrapuestas sobre el Pacto Verde entre populares y liberales, por un lado, y socialistas y verdes, por otro. En el desarrollo del Pacto Verde, los populares aspiran a frenar las medidas que no les gusten gracias a que podrán sumar una mayoría absoluta en el Parlamento Europeo con los diferentes grupos ultras.

Von der Leyen anunció un plan industrial verde, un fondo de competitividad, un plan de vivienda asequible, más fondos para defensa, construir un escudo aéreo europeo, triplicar los efectivos de la agencia de fronteras Frontex, planes para la adaptación climática, más apoyo al campo, una nueva agenda mediterránea y "todo lo que necesite" Ucrania. Pero no especificó cómo se financiarán a nivel nacional y europeo esos objetivos, lo que resulta esencial después de que la Comisión Europea y el Consejo de la UE insistan en la urgencia de aplicar significativos ajustes presupuestarios desde este año para reducir el nivel de deuda pública y se proponga recortar el presupuesto de la UE para 2025.

Vacunas contra el covid

La reelección de Von der Leyen se produjo precisamente al día siguiente de que el Tribunal de Justicia de la UE reprobara en una sentencia la falta de transparencia de la Comisión Europea al negarse facilitar todos los detalles de los contratos de suministro de las vacunas contra el covid. La opacidad y secretismo es uno de los lastres Von der Leyen al frente de la Comisión Europea, que ya arrastraba de su anterior puesto como ministra alemana de Defensa. Von der Leyen aún tiene pendiente otras demandas judiciales por ocultar los mensajes escritos de su negociación sobre las vacunas con el director general de Pfizer, Albert Bourla.

La Defensora del Pueblo de la UE, Emily O’Reilly, también reprobó el pasado 16 de julio a la Comisión Europea por ocultar documentos sobre el proyecto legislativo para combatir el abuso de menores, que incluía el espionaje masivo de todas la telecomunicaciones privadas de los ciudadanos, y sobre las reuniones mantenidas con el grupo Thorn, especializado en vender esa tecnología informática específica. O’Reilly lleva años denunciando la opacidad de la Comisión Europea y los graves conflictos de interés en las principales agencias europeas que dictaminan sobre seguridad alimentaria, trasgénicos, herbicidas y medicamentos, sin que sus requerimientos sean atendidos.

Nepotismo

Un escándalo de nepotismo ensombreció la gestión este año de Von der Leyen por el nombramiento irregular del conservador alemán Markus Pieper para un puesto de nueva creación, remunerado con 20.000 euros al mes. Esto desencadenó la crítica pública de cuatro comisarios y una resolución del Parlamento Europeo exigiendo anularlo, por lo que Pieper renunció a mediados de abril. Transparency Internacional y otras organizaciones criticaron esta semana el poder de los lobis en las instituciones de la UE, debido a que las normas éticas no se aplican y que el registro de lobistas es disfuncional.

Pese a las nuevas promesas de Von der Leyen de proteger la democracia dentro de la UE, su balance hasta ahora es poco alentador, como muestra el retroceso de la libertad de prensa, la creciente intimidación a periodistas y la proliferación de restricciones al derecho de manifestación en distintos países de la UE. Von der Leyen retrasó la adopción de las primeras sanciones contra el régimen autoritario del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, hasta después de que se asegurara una nueva victoria en las elecciones de abril de 2022 y desbloqueó parte de las ayudas europeas congeladas en diciembre de 2023 para que Orbán dejara de vetar la adhesión de Ucrania a la UE. El Parlamento Europeo ha denunciado ante el Tribunal de Justicia de la UE ese desbloqueo de 10.000 millones de fondos europeos a Hungría por injustificado.

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