La UE, débil ante el 'narco'

La Unión Europea (UE) se enfrenta a organizaciones narcotraficantes cada vez más fuertes y con más recursos, como muestra la crónica cotidiana de los Veintisiete y detallan dos estudios monográficos de Europol de este año y un informe del Senado francés de esta semana. La droga que se vende anualmente en la UE tiene un valor mínimo de 31.000 millones de euros, calcula Europol. Sólo en Francia, la droga mueve unos 6.000 millones y es el modo de vida de unas 200.000 personas, destaca el informe de 603 páginas del Senado francés.

La efectividad de la lucha contra el narcotráfico en la UE se ve obstaculizada por la colusión de operadores financieros y paraísos fiscales con los grupos criminales, la capacidad de los líderes criminales de seguir dirigiendo sus operaciones desde la cárcel, la falta de colaboración de países supuestamente socios europeos, unos medios policiales y judiciales insuficientes, unos códigos penales obsoletos y la fragmentación de competencias en los Veintisiete, constatan los citados informes.

Tras un largo proceso judicial en los Países Bajos, la cúpula de la todopoderosa Mocro Maffia fue condenada en febrero a largas penas de prisión. Pero ese éxito fue dañado el 18 de marzo por la inexplicable decisión de la Audiencia de Málaga de poner en libertad a uno de los nuevos líderes de la Mocro Maffia, Karim Bouyakhrichan, detenido en una operación contra el blanqueo y narcotráfico y pese a la demanda de extradición holandesa.

Compra de voluntades

Las organizaciones narcotraficantes en la UE logran unas ganancias anuales de decenas de millones e incluso los grupos más importantes de cientos de millones, indica Europol. Estas cifras tan enormes confieren al narcotráfico un inmenso poder para comprar voluntades desde el sector privado al aparato judicial. Europol señala que estos grupos criminales pagan a informantes en la policía y los tribunales y a abogados para intimidar a testigos. En medios portuarios, por ejemplo, los sobornos ascienden a 30.000 euros para un conductor, 40.000 para un agente de aduanas, 60.000 para un trabajador que coloca el contenedor donde conviene y 150.000 por acceso a programas de control, detalla el informe del Senado francés.

La percepción de impunidad lleva a los narcotraficantes a asesinar a abogados, periodistas, policías y testigos, atentar contra medios de comunicación, amenazar a ministros, fiscales, jueces y a la heredera del trono holandés, a multiplicar los ajustes de cuentas a tiros en las calles de las ciudades europeas y a asaltar furgones policiales para liberar a criminales, como esta semana en Francia. Sólo en Marsella (Francia), se produjeron 49 muertos por ajustes de cuentas del narcotráfico durante el año pasado.

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El poder de los narcotraficantes se ve reforzado por la colaboración que obtienen para blanquear sus ganancias de los operadores financieros, los paraísos fiscales y la City londinense. El 40% del dinero sucio mundial se blanquea a través de la City de Londres y de territorios de dependencia británica, reconoce el viceministro británico de Asuntos Exteriores, Andrew Mitchell.

Blanqueo a través de la economía legal

Los narcotraficantes también blanquean sus ganancias a través de la economía legal, comprando empresas en la UE e invirtiendo en diferentes sectores, incrementado su poder y capacidad de influencia y contaminando el tejido económico europeo, avisa Europol. Los principales sectores donde invierten son: construcción, inmobiliario, transporte, importación-exportación y ocio, así como en oro, bienes suntuarios y criptomonedas.

En la UE están identificadas actualmente 442 organizaciones narcotraficantes catalogadas como una amenaza muy grave, con capacidad de operar simultáneamente en múltiples países y cuyas actividades causan un daño significativo a la seguridad, la economía y la vida de cotidiana europea, según Europol. El 67% se dedica exclusivamente al narcotráfico y el resto realiza también otras actividades criminales (extorsión, contrabando y tráfico de armas y personas).

Parte de estas organizaciones criminales están dirigidas desde fuera de la UE, principalmente desde Dubai u otro miembro de los Emiratos Árabes Unidos, así como desde Turquía, el Reino Unido y Marruecos, señala Europol. El informe del Senado francés critica en especial a Dubai, que sirve de refugio y base de blanqueo de dinero a los narcotraficantes, y la falta de colaboración de Marruecos y los paraísos fiscales, así como la negativa de Polonia a facilitar un control a navíos de pabellón polaco sospechosos de transportar drogas.

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