Del 8 de septiembre al 24 de noviembre

Manifesta 15 invita desde Barcelona a la transformación ecosocial

La 15ª edición de la bienal nómada abre puertas de 16 espacios de la región metropolitana con las Tres Chimeneas de Sant Adrià y la Ricarda como grandes reclamos

Manifesta, la bienal de arte que abrirá las puertas de La Ricarda y otras 15 sedes metropolitanas

Las Tres Chimeneas de Sant Adrià: primero odiadas, después amadas y finalmente oro

La Ricarda, una joya desconocida en riesgo por la ampliación del aeropuerto

Muestra de Manifesta 15, en la antigua sede de la editorial Gustavo Gili.

Muestra de Manifesta 15, en la antigua sede de la editorial Gustavo Gili. / Marc Asensio Clupes / EPC

Anna Abella

Anna Abella

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La edición "más ambiciosa y descentralizada" de la historia de la bienal nómada Manifesta, en palabras de su directora, la neerlandesa Hedwig Fijen, se ha presentado este jueves en Barcelona, en el histórico edificio de arquitectura racionalista que albergó la antigua editorial Gustavo Gili, recuperado como sede de esta cita cultural, artística y ciudadana, que desde el próximo domingo y hasta el 24 de noviembre abrirá las puertas al público de 16 espacios de la capital catalana y de 11 ciudades de la región metropolitana: Badalona, Cornellà, Granollers, L'Hospitalet, Mataró, El Prat, Sabadell, Sant Adrià del Besòs, Sant Cugat, Santa Coloma y Terrassa. 

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Con 90 participantes locales e internacionales y esperando recibir 200.000 visitantes, el mayor legado de Manifesta, ha afirmado Jordi Martí, secretario de Estado de Cultura, consistirá en ser una "incubadora" de proyectos de transformación ecosocial que "nos explicará cómo debe ser el futuro" de nuestras ciudades y que invitará "a pensar lo impensable e imaginar lo inimaginable". 

Manifesta tiene dos reclamos estrella. Uno, nunca hasta ahora visitable, las Tres Chimeneas de Sant Adrià del Besòs, que Fijen destacó como "la Sagrada Família de los obreros", símbolo de la industrialización histórica de la zona pero también de la contaminación, no en vano se conocía la central térmica como el Chernóbil del municipio. La cita "ayudará a convertir las tres Chimeneas en el gran equipamiento cultural de Barcelona", se ha mostrado convencido Martí, deseando que el Besós y el Llobregat "sean las nuevas Ramblas de la gran ciudad metropolitana".  

Muestra de Manifesta15, en la antigua sede de la editorial Gustavo Gili.

Muestra de Manifesta15, en la antigua sede de la editorial Gustavo Gili. / Marc Asensio Clupes / EPC

La otra estrella de Manifesta será la Casa Gomis, hasta ahora de acceso restringido. Joya de la arquitectura catalana conocida como la Ricarda, por la laguna del Prat donde la diseñó Antoni Bonet Castellana como casa de verano de Ricardo Gomis y su esposa, Inés Bertrand, amenazada por la ampliación del aeropuerto. "Por encima de ella, cada minuto se levanta un avión", ha lamentado Martí, aprovechando para lanzar una reflexión sobre "cómo nos relacionamos con el medio ambiente".   

En el amplio patio exterior de la Gustavo Gili unas 400 personas, entre invitados y prensa local y extranjera, seguían la nutrida presentación institucional (el alcalde, Jaume Collboni; la exalcaldesa Ada Colau; el concejal de Cultura, Xavier Marcé; el exministro Joan Subirats; Pere Almeda, de la Diputació, o el director del Institut Ramon Llull, Pere Almeda). Mientras, en el interior lucían tres presentaciones de nuevo encargo, ejemplo del "compromiso con la investigación archivística" de la bienal y que implican una mirada al pasado. 

Muestra coordinada por Germán Labrador en Manifesta15, en la antigua sede de la editorial Gustavo Gili.

Muestra coordinada por Germán Labrador en Manifesta15, en la antigua sede de la editorial Gustavo Gili. / Marc Asensio Clupes / EPC

Una, ‘Archivos Negros: fragmentos de una metrópolis anticolonial’, a cargo de Tania Safura Adam, recuerda que España fue el último país europeo en abolir la esclavitud en sus colonias ultramarinas. En una pared, un recorte de época donde encima de un anuncio de "venta de sanguijuelas de buen tamaño y sobresaliente calidad", se leen otros dos de "venta de esclavos". Ofrecen dos "negras": una "se vende, recién parida, con abundante leche, excelente lavandera y planchadora, con principios de cocina, joven sana y sin tachas, y muy humilde". Otra "se vende por no necesitarla su dueño, de nación conga, como de 20 años, con su cría de 11 meses, no ha conocido más amo que el actual". Motivos para la reflexión sobre la evolución del pensamiento y la sociedad que se perpetúan en salas contiguas. 

Muestra coordinada por Germán Labrador en Manifesta15, en la antigua sede de la editorial Gustavo Gili.

Muestra coordinada por Germán Labrador en Manifesta15, en la antigua sede de la editorial Gustavo Gili. / Marc Asensio Clupes / EPC

En ‘Escuela de pasados’ llama la atención "una estatua misteriosa", apunta el coordinador de la propuesta, Germán Labrador, envuelta en plásticos negros y de la que solo se ven las patas de un caballo junto a un vídeo. Es una réplica de la polémica figura ecuestre de Franco decapitada. "Es una reflexión sobre la presencia y ausencia del dictador en la memoria colectiva a través de la historia material de la construcción y destrucción de sus estatuas", explica a este diario el profesor de Princeton e investigador. 

Réplica cubierta de la estatua de Franco de Viladomat, en la Gustavo Gili.

Réplica cubierta de la estatua de Franco de Viladomat, en la Gustavo Gili. / Marc Asensio Clupes / EPC

Labrador ha reunido piezas de diversos artistas, pero también imágenes, textos, películas, voces, pinturas de Ocaña, Pepe Sales o Anxo Baranga, a través de los cuales expone "imaginaciones políticas radicales en la historia de Barcelona en seis momentos diferentes: el comienzo del capitalismo, la ciudad de fin de siglo y de las luchas sociales, la anarquista de la Guerra Civil, la que estuvo bajo el franquismo, la de la contracultura y la de la crisis del neoliberalismo". 

El futbolín dels Fets de Maig, obra de Fernando Sánchez Castillo, expuesta en la muestra de archivos de la Gustavo Gili.

El futbolín dels Fets de Maig, obra de Fernando Sánchez Castillo, expuesta en la muestra de archivos de la Gustavo Gili. / Marc Asensio Clupes / EPC

Rodeado de ejemplares de la revista ‘Ajoblanco’, de un castillo de naipes anticapitalista, pósters, cómics o juegos de mesa reivindicativos y satíricos... destaca el ‘Futbolín rojinegro de los Hechos de Mayo de 1937’, inspirado en las rivalidades entre anarquistas y comunistas. Su autor, Fernando Sánchez Castillo, enumera los jugadores recreados. De Neus Català, Josep Tarradellas, Mateo Morral, Durruti, Salvador Puig Antich, Andreu Nin, Azaña, Pi i Margal, Ferrer i Guardia, la Pasionaria a Ramón Mercader (el asesino de Trotski) y Alejandro Finisterrre. Es un homenaje, relata el artista madrileño, a este último anarquista. "Inventó una patente del futbolín en un hospital republicano cerca de Montserrat, donde llegó lisiado por un bombardeo durante la Guerra Civil. Con la ayuda de un carpintero vasco construyó este juego para los soldados y niños heridos que no podían moverse. Fue un personaje increíble, marchó al exilio, fue traductor de León Felipe y logró escapar de la policía franquista que le secuestró e intentó devolverle a España".

La propuesta, concluye Labrador, "da ejemplos de cómo los ciudadanos se han unido para reivindicar sus derechos, construir espacio público, defenderse de las agresiones del Estado o del mercado y configurar formas más dignas de vida". Es solo el aperitivo de Manifesta.