La caja de resonancia

Aerosmith y lo difícil que es decir adiós

Las giras de despedida son un negocio, pero, aunque a veces se perciba el cálculo cínico, no es fácil gestionar la retirada cuando el artista goza todavía de salud pero a su vez presiente que lo suyo se apagará más pronto que tarde

Vista del grupo estadounidense Aerosmith durante un concierto, en una fotografía de archivo. EFE/Victor Lerena.

Vista del grupo estadounidense Aerosmith durante un concierto, en una fotografía de archivo. EFE/Victor Lerena.

Jordi Bianciotto

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Las giras de despedida que terminan no siéndolo y que son percibidas como tretas para dar vidilla a la caja registradora son frecuentes, y se entienden ciertas acusaciones de tongo, así como la sospecha de que en más de un caso haya habido un cálculo cínico por parte de artistas y agencias. 

Pero no existe un manual para dar por acabada una carrera y esta es una cuestión muy personal y angustiosa para casi cualquiera que se gane la vida subiendo al escenario. La observación de los hechos nos invita a pensar que, por lo general, solo acceden a dejarlo cuando no les queda otro remedio. Ellos mantendrían la función a título indefinido, pero la salud y la condición física mandan y son inexorables. 

Ahí tenemos a Aerosmith, que jugó con el reclamo de ‘la última vez’ (con matices) en aquel ‘Aero-vederci baby! tour’, con parada en el Barcelona Rock Fest de 2017, y que ha anunciado que no hará más giras al constatar que la lesión que Steven Tyler se infligió en sus cuerdas vocales en su último concierto (septiembre de 2023) es más grave de lo que parecía y que “la plena recuperación no es posible”. Tyler tiene 76 años y ha castigado su laringe alegremente a lo largo de varias décadas.

Aunque aquella gira de hace siete años no fuera realmente la última, ¿importa eso ahora? Aerosmith ha sido una banda de peso y a quienes la hayan podido ver en las últimas prórrogas, algunos por primera vez, les quedará el recuerdo para siempre. Y se entiende que en 2017 ellos pensaran que aquel podía ser su último ‘tour’. A ciertas edades, ¿quién sabe cuánto durará el ‘show’? ¿Y cómo asumir que ese concierto pondrá el punto final de toda una carrera? ¿Y si luego te sientes en forma, o cambias de opinión, prerrogativa que la vida te ofrece cada día porque cada día ocurren cosas que te hacen reconsiderar decisiones? El adiós súbito anunciado este viernes confirma que el fundido no estaba lejos, que sabían que era el comienzo del fin.

Con todo, no se habla apenas de los artistas que anunciaron una última gira y que sí están cumpliendo su palabra: REM, Paul Simon, Neil Diamond, Joan Báez… Raimon. ¿Los Rolling Stones? Pese al run-run de siempre, ellos jamás anunciaron un ‘farewell tour’ (y tal vez los tengamos el año que viene en Barcelona). A Jagger y Richards solo los apeará el parte médico, como a Aerosmith. Y como a Julio Iglesias, a quien ni siquiera Florentino Pérez ha podido sacar de su retiro ‘de facto’ (no actúa desde 2019) para reinaugurar el Bernabéu. Todo el mundo hace lo que puede y no es fácil decir adiós. 

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